Solo falta Fellini pa’l Macaroni

En mi vida había visto tantos nombres italianos juntos (de personas, empresas y medios de comunicación) figurando en los periódicos pana...

En mi vida había visto tantos nombres italianos juntos (de personas, empresas y medios de comunicación) figurando en los periódicos panameños. Desde que se destapó el escándalo que vincula al presidente Ricardo Martinelli con el empresario Valter Lavitola (en investigación por el pago de presuntos sobornos a funcionarios panameños, negado por ambas partes), leo las noticias y me siento como en Roma, pero sin salir de mi casa (el tour por la Fontana di Trevi se vende por separado). Esto de comprar helicópteros en Italia es una maravilla, no nos hemos montado aún y ya estamos como en el primer mundo.

Hasta estoy pensando seriamente en cambiarme el nombre a Giuseppe, dejar de escribir y ponerme una pizzería o un lugarcito de pastas. Si del cielo te caen limones, ¡tíralos y ponte a preparar lasaña!

Y hablando de ser pescado infraganti (dícese de ‘con las manos en la masa’), a este gobierno hay que reconocerle que invierte mucho esfuerzo e ingenio en el entretenimiento de las masas. Y son capaces de cualquier cosa con tal de conseguir rating. Les va tan bien, que hasta han logrado captar la atención de los medios internacionales con sus disparatadas hazañas. Todo el mundo está pendiente de lo que ocurre por estos lares. Ahora sí entiendo aquello de que ‘Panamá está de moda’.

A propósito de la alta costura, la semana pasada, comprando cutarras en Salsipuedes escuché cuando una doñita le dijo a la otra que ha dejado de ver su serie de televisión favorita, por seguirle la pista a la trama de intrigas y bajas pasiones en que se ha convertido la realidad nacional. Attenti, mia cara: que ya lo dijo el mismo Presidente en aquella estrepitosa y poco célebre conferencia transmitida por cadena nacional, que la telenovela no va a durar mucho porque pronto se sabrá toda la verdad. Y que al final los buenos siempre ganan. Lo que no aclaró fue quiénes eran los buenos…

En materia de héroes y villanos de la nueva ola, los que han aprendido muy bien que las portadas de diarios se ganan a la fuerza son los arnulfistas. Al grito de ‘Ese diputado es mío’, derriban puertas e irrumpen, a punta de patadas y puñetes, en cuanta oficina sospechen que se cocina una compra de conciencia. Batman y Robin se revuelcan de la envidia. Solo les faltan las boinas negras y las armas muchachos. Arnulfo estaría muy orgulloso de ustedes.

Lo único que parece opacar el intrépido accionar de nuestros políticos, es la novelita Barça – Real Madrid, que esta semana ha estado en su punto. Por momentos siento que los partidos se juegan aquí y no en Europa. Las estrellas de la liga española de fútbol figuran en los titulares todos los días y no hay garito en el que uno se meta, donde no se esté hablando de ‘Viste que se quedó el Barca’, ‘No, pero el Real tampoco pasó’, ‘A Cristiano le salió una cana’, ‘Messi se quebró una uña’.

Estoy por proponerle al presi –sin pedir coima ni nada- que se destine una parte del presupuesto nacional para traerlos y ponerlos a jugar un torneo completo en la liga local, uno en el Plaza Amador y el otro en el Tauro FC. ¡Los panas se pondrían felices! Lo que me preocupa es que después quieran ficharlos en el CD y el Molirena para lanzarlos como candidatos a la presidencia. Ahora que Roly Sterling se inscribió en el Arnulfismo, van a necesitar figuras que sirvan de contrapeso.

Y así las cosas, el día menos pensado nos llueven sapos.

COLUMNISTA

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