Contra la violencia: clases de ciencia

Actualizado
  • 02/12/2012 01:00
Creado
  • 02/12/2012 01:00
PANAMÁ. Quien piensa que el deporte es la única forma de alejar a los muchachos de la violencia se equivoca.

PANAMÁ. Quien piensa que el deporte es la única forma de alejar a los muchachos de la violencia se equivoca.

La ciencia como disciplina también puede ser un remedio para ayudar a que los jóvenes se involucren con el medio ambiente y, por ende, apartarse de las pandillas o los vicios.

Una nueva alternativa para trabajar con estos jóvenes en riesgo social será puesta en marcha por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (Stri), a través de Chispa, un programa de tutoría en ciencias que empezará en enero de 2013 y tendrá una duración de dos años, en el que participarán 220 jóvenes.

Sharon Ryan, directora de Programas Públicos del Stri, explicó que Chispa será dirigido por un equipo de jóvenes científicos y profesionales del Stri y voluntarios del Banco HSBC.

Los voluntarios serán tutores de un grupo de 20 jóvenes. Estos ‘investigadores’ serán entrenados en metodología científica y docencia para que puedan a su vez apoyar como mentores a 220 estudiantes, de 10 a 14 años de los colegios públicos, en zonas rodeadas por la violencia, señaló Ryan, durante el lanzamiento del programa, hace una semana.

Según la directora, los colegios donde se llevarán las capacitaciones de Chispa son los ubicados en El Chorrillo, San Felipe, Santa Ana y Curundú.

MÉTODO

A través de las experiencias de aprendizaje, los participantes aplicarán el método científico para la solución de problemas, conducirán la exploración en el campo y el descubrimiento de sus habilidades intelectuales y la curiosidad.

Los jóvenes también aprenderán sobre la abundancia de la biodiversidad de cuatro ecosistemas del país: el bosque tropical lluvioso, el bosque tropical seco y los ecosistemas marinos costeros del Océano Pacífico y el Mar Caribe.

Zuleyka Maynard, gerente y coordinadora de Chispa, dijo que el programa se realizará después de la jornada regular escolar y tendrá como sede principal el Centro Natural Punta Culebra en Amador.

Maynard explicó que, en la primera fase del proyecto, los participantes serán seleccionados de organizaciones comunitarias que apoyen principalmente a jóvenes en riesgo social. ‘Posteriormente estos jóvenes de las comunidades serán los mentores de los estudiantes donde se impartirá el programa’, dijo Maynard.

Según la gerente, las principales metas son despertar la curiosidad y el interés por la ciencia entre jóvenes adolescentes y pre-adolescentes, desarrollar habilidades del pensamiento crítico, autodescubrimiento y habilidades que les serán útiles para su vida laboral, social y afectiva.

También intenta brindar una oportunidad de experimentar el mundo natural de manera dinámica despertando el interés por la ciencia, incluso, como una opción académica en estudios terciarios.

También destacó que los participantes se convertirán en investigadores al colectar información como lo hace un científico real. Es decir, explorarán, a través de la utilización de herramientas didácticas, disciplinas científicas como arqueología, paleontología, entomología y biología.

‘Los estudiantes serán expuestos a una gama de potenciales carreras en ciencias que van desde la arqueología, paisajismo natural hasta el periodismo científico’, agregó Ryan.

RESULTADOS

Durante el transcurso de los talleres, los estudiantes desarrollarán proyectos de investigación y presentarán los resultados del trabajo realizado con sus tutores de ciencias.

‘La feria de ciencias les dará la oportunidad a los estudiantes de traer a sus familias, amigos y miembros de su comunidad para que conozcan sus proyectos’, adelantó Maynard.

Dora Breto tiene 12 años y cursa el sexto grado del Instituto Italiano Enrico Fermi. Ella cree que la idea de combinar la ciencia y la juventud es una experiencia que motivará a más chicos a ser voluntarios y a los estudiantes los impulsará a prestarle más importancia a la asignatura y a la naturaleza. ‘De esta manera, también se distraerán conociendo cómo funcionan los ecosistemas y se alejarán de la violencia’, expresó.

Luis Gabriel Quesada es otro estudiante de la misma edad que apuesta por la ciencia como una fórmula para despertar el ocio en los estudiantes. ‘Panamá es un lugar con mucha biodiversidad y tenemos que conocer cuál es el comportamiento de nuestra flora y fauna’, dijo.

‘Podemos alejarnos de la violencia con el deporte, las artes, igualmente con la ciencia’, agregó Quesada.

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