Descomplicado y divertido

Actualizado
  • 20/07/2014 02:00
Creado
  • 20/07/2014 02:00
Dainer 16 abrió sus puertas hace 3 meses. Es un sitio bohemio, que hace culto a la sencillez y a la buena comida

El viejo caserón número 16 de calle 65 San Francisco sigue siendo eso, una casa grande; pero ahora —aparte del amplio espacio— tiene una plusvalía: venden comida y cervezas. Entre esas vetustas paredes se encuentra Dainer 16, un restaurante creado por Sergio Landero, Rubén Ortega-Vieto, Enrique Hendricks, Arturo Illueca y Jaime Cedeño; los tres primeros son chef.

Posee un ambiente casero pese a que ahora es un negocio. Bien se puede tener la idea que se está en la habitación de un chico amante de carros antiguos, pero si avanza un poco más se puede pensar que se están en el sitio de descanso de un bebedor de cerveza y hasta en el cuarto de un deportista.

Y lo primero que sale de la boca al llegar a cada sector de la casa puede ser la expresión ‘ cool ’(sí, así con la u alargada). Se pueden buscar otros términos y tratar de describir el sitio en tonos rimbombantes, pero no es necesario porque se trata de un lugar ‘ cool ’(recuerde alargar la u), que le hace culto al estilo ‘Valenverg’; ‘tendencia’ que ha sido inventada y explotada por estos cinco jóvenes en el proceso de dar forma a su nuevo negocio de comida.

DESCRIBIENDO EL ‘VALENVERG’

¿De qué se trata? Uno que otro cable transmisor de electricidad queda expuesto, quizás porque el electricista quedó en volver y no lo hizo, pero estos ahora —lejos de incomodar— son parte de la bohemia decoración. Los tubos de pvc también pasaron a ser pieza elemental en la elaboración de los ambientes, pues otorgan ese aire desenfadado, poco importa, pero cómodo que se busca transmitir.

Las puertas se convirtieron en mesas, las carretas de cable en asientos y las placas viejas de autos en obras de arte colgadas en las paredes. Mientras que las botellas vacías de cervezas también le dan luz al lugar en una gran lámpara fabricada con un candelabro viejo. Incluso las verjas que fueron removidas del frente de la casa se han convertido en parte del estilo ‘Valenverg’. Y si la lata de pintura se acabó, tampoco importa.

Aquí la irreverencia transmite armonía y libertad a los comensales, que puede ser lo que muchos busquen a mitad de una jornada laboral o al final del día.

LOS SALONES ’COOL’

El restaurante cuenta con cinco salas y dos terrazas. Cada una con un tema. La gran anfitriona es la terraza frontal, que es justo eso: una fresca y relajada terraza.

Luego está el área dedicada a los amantes de los carros, que cuenta con diversos afiches y etiquetas de productos relacionados con motores. El baúl de un auto antiguo cuelga de la pared y en otro de los muros un cuadro del legendario, gentil y protector Optimus Prime.

A la derecha del Car room está el Beer room, que —como lo dice su nombre— está dedicado a la cerveza. Éste tiene su propia barra, ya que el local cuenta con más de 20 tipos de la bebida, que en su mayoría son artesanales. El público ha tenido gran influencia en la selección de las marcas, ya que casi que han hecho su carta de cervezas a base de sugerencias.

El área de la caja es un tributo a la comida. Así de sencillo. Allí se encuentra el menú y el rincón del café, donde cada elemento sigue evocando al espíritu casero de Dainer 16. Seguido, a la izquierda está el Movie room, que hace referencia a las películas y a la música; del otro lado está el Game room, que describe la personalidad de los amantes de los juegos.

En esta reseña no se puede ignorar a los baños. El de mujeres está decorado con recortes de revistas Cosmopolitan viejas y el de varones con Condorito. Imposible no soltar una carcajada al entrar a esos recintos. Se trata de un empapelado original.

EL MENÚ

Todo es como en casa. Sergio Landero, chef y creador de la carta, explica que ofrecen porciones abundantes, puesto que la idea es que los comensales queden tan satisfechos como si comieran en sus hogares.

En el itinerario figuran el Chicken & waffles y las clásicas hamburguesas, por mencionar los más pedidos. También hay pancakes y waffles , así como un bistec encebollado con tortilla preñada. El espíritu de la carta es bastante norteamericano, mas no dejan por fuera toques locales.

Y como si fuera poco toda la creatividad recicladora que los caracteriza, estos ingeniosos chicos han creado un sirope para adultos, éste tiene ron abuelo, mezcla que combina muy bien con los pancakes y los waffles , o con lo que desee el visitante.

Landero aclara que ningún platillo tiene horario, si alguien desea comerse algo que es catalogado como desayuno a las 7 de la noche, allí se lo preparan sin ningún problema.

Como su objetivo es ‘todo el tipo de público que quiera ir’, han tenido el cuidado de introducir platos saludables para quienes desean cuidar la línea.

Las opciones son variadas y las combinaciones tan abiertas como las quiera el cliente, y en el listado —del local que funciona de martes a sábado de 9 de la mañana a 10 de la noche— siempre se hallará algo que le satisfaga hasta a los paladares más especiales; incluso para los que gustan de combinaciones poco usuales como tocino con un postre (por decir un ejemplo). Cabe destacar que también abren los domingos de 8 de la mañana a 8 de la noche, por si ese día le surge uno de esos extraños antojos.

¿De dónde salió el nombre Dainer 16? La explicación es tan sencilla como el espíritu del restaurante. Pensaron en la palabra dinner (que en español es cena) y en el número 16, que es el número de la casa; y como están en Panamá —para evitar complicaciones de pronunciación— decidieron usar la forma tal cual se menciona la palabra, acompañada del número de siempre de la residencia.

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