100 años reunidos en un escenario teatral

Actualizado
  • 05/08/2014 02:00
Creado
  • 05/08/2014 02:00
‘El Veredicto’ se estrena hoy en el teatro En Círculo a las 8:00 p.m. 

La primera vez que se estrenó ‘El veredicto’, Buneau Varilla fue absuelto por el público, después del ‘Incidente de la tajada de sandía’, Los mártires del 9 de enero y de la Invasión de EEUU a Panamá en 1989, quien cedió un fragmento del territorio panameño a los estadounidenses fue declarado inocente. Los panameños llevamos 25 años rechazando nuestra propia historia.

EN ESCENA

Teatralmente no deja de ser una apuesta a la creatividad. Una ambición a ser la historia. Sus protagonistas así lo sienten.

‘Son dos instancias particulares entre la del 2003 y 2014. En ambas, la obra cumple su papel, despertando un interés por ciertos perfiles históricos en el afán de consolidar un país con una identidad cultural. Esta consolidación se va a lograr a medida que se reconozca de dónde venimos y todas las luchas generacionales que se dieron. Existen un pasaje de vivencias que la sociedad tiene que rescatar y poner en el tapete para que las nuevas generaciones comprendan y vivan la dignidad nacional; sobre todo en lo cultural-histórico’, detalló el director Eugenio Fernández.

Por su parte Martín Porto, quien personifica al general Omar Torrijos, explica que ‘me dediqué a ver muchos videos sobre Torrijos en el GECU de la Universidad de Panamá, en Youtube y leí mucho de él para poder encarar nuevamente el proyecto’.

En una de las escenas que forman parte de las dos horas de la obra, Buneau Varilla y Torrijos se encuentran cara a cara. Fueron dos personajes que nunca se conocieron, es un encuentro ficticio pero que encara metafóricamente dos pensamientos antagónicos.

‘La posición de Omar en la obra fue y es una reflexión de por qué existieron extranjeros en la conformación de nuestro destino. Debemos rebuscar en la historia para no repetir errores’, remarcó Porto.

Fernández asegura que ‘la obra no es la misma que la de 11 años atrás’. En aquella versión de la obra, el público declaró inocente la mayoría de las noches al francés. Y algunos salieron al paso, a condenar la decisión.

¿UN DIAGNÓSTICO?

‘Para que un panameño declare inocente a este francés hay pocas posibilidades: o se trata de gente completamente ignorante sobre su historia nacional, lo cual es imperdonable pero posible; o se es un tonto; o un completo traidor. De las tres hay bastantes en Panamá’, condena el sociólogo Olmedo Beluche.

Aunque es tajante en sus palabras, al menos es una voz que comprende que la historia panameña. Pese a que sea contada desde el teatro, no debe recibirse con pasividad y simples aplausos.

Por eso agrega, ‘la globalización viene aparejada con una alienación rampante, máxime entre la gente de clase media y alta. Contribuye a ello el surgimiento de una generación que no conoció la nefasta Zona del Canal, ni su cerca que dividía al país entre la abundancia de ellos y la miseria de nosotros, ni a los tongos fulos que te hablaban en inglés para ponerte una multa de tráfico, ni la segregación racial pintada en cartelitos junto a las fuentes de agua, ni el gold roll , ni el silver roll . Agravado por cursos de historia que han perdido el rumbo, algunos docentes que repiten falacias, y obligan a los estudiantes a memorizar fechas y nombres sin sentido’.

Amados, odiados y temidos siempre tuvo la historia. En el caso panameño, hemos decidido enterrarlos a todos y solo revivirlos para descontextualizarlos. En fin, cada uno que dé su veredicto.

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