Rostros para los mártires

A fuera, el inclemente sol de mediodía del jueves hacía sudar a los transeúntes que caminaban a paso ligero por la Avenida Arnulfo Arias Madrid. En la entrada del Teatro Balboa cambia la temperatura y también los niveles de iluminación. La sala está a oscuras, la luz se concentra sobre el escenario en el cual tramoyistas y demás asistentes arman la tarima en que se ubicará la Orquesta sinfónica Nacional y el Coro Música Viva. Al día siguiente se llevará a acabo el acto cultural en homenaje a los Mártires y héroes de la gesta patriótica de enero de 1964.

Sobre las primeras hileras de butacas, se ubicaba el telón que ocuparía lugar en el fondo del escenario. Su creador, el retratista Armando Díaz, conocido por su nombre guna, Ologwagdi, esperaba su colocación final.

‘Maestro, vamos a ir ubicando esto', decía uno de los trabajadores. ‘Vengan, vamos a subirlo', dijo mientras los demás se acercaban.

El telón, encontró espacio sobre la tarima principal, mientras era amarrado al tubo que luego sería elevado.

‘Me pidieron que lo firmara, yo no lo quería firmar', dice el pintor, y al consultarle por qué, aclara: ‘es que este trabajo no es solo mío, la gente de El Kolectivo me han ayudado mucho'.

Resignado se acerca hasta el telón y con cuidado, estampa su firma en una de las esquinas inferiores. Ya está listo.

Regresamos a las butacas donde ‘Olo', conversa sobre los detalles de este proyecto. según el pintor, siempre ha tenido en la mente, desde que tenía unos 16 años de edad y tenía ciertas nociones de historia, la misión que tuvieron losjóvenes que aprticiparon en la gesta de enero.

‘Cuando fui invitado a participar en esta actividad, gustosamente acepté', afirma, aunque sabe que en este tipo de proyectos es muy difícil planificar.

‘Mi primera reunión con la comisión fue 2 semanas antes e finalizar octubre, calculé 2 semanas para la compra de materiales y ya había solicitado un permiso, en noviembre para dedicarme por completo a este trabajo', recuerda.

Pero fue a dos semanas del inicio de diciembre que finalmente recibió una llamada indicándole que el proyecto se llevaría a cabo. ‘Mi condición de patriota no me iba a impedir hacer este trabajo. Hubiese comprado los materiales yo mismo', asegura.

En lugar de un mes, contó con ocho días para realizar el trabajo y por ello solicitó el apoyo de El Kolectivo, con quienes y trabajó en proyectos de murales con contenido social.

‘Fue muy bonito trabajarlo', cuenta Olo. ‘Aquí conocí a una de las compañeras de Ascanio Arosemena, me habló de él., de cómo era', rememora.

Apasionado de la historia y comprometido además con la causa de los estudiantes que exigían soberanía, Ologwagdi se hizo de las imágenes que pudo, de los mártires de enero, sin embargo, quedaron cuatro espacios vacíos.

‘Ya nos había tocado recrear el rostro de la niña Maritza Alabarca Ávila, una niña guna que solo tenía 2 meses de edad. El otro niño tenía unos ocho años, pero ya desde que pintamos el muran en la Ave de los Mártires para el 50 aniversario buscamos los rostros de todos, recordamos una publicación que se hizo para la revista Formato 16 pero no estaban. Por último, solicitamos al Tribunal Electoral que nos facilitara las fotos que tuvieran de ellos, aunque fuera cuando niños, y no estaban ni siquiera allí', comenta el pintor.

No existe un registro de los rostros de Carlos Lara, Luis Bonilla, Gustavo Lara y Alberto Constance. Ologwagdi espera que sus familiares puedan ofrecer alguna imagen de ellos, pues ‘es necesario que los panameños conozcan a sus héroes'.

Se interrumpe la conversación, el sonido de las poleas anuncia que el telón está siendo elevado. Todos los presentes hacen silencio, es como si una ceremonia se llevara a cabo.

Luego, poco a poco, los tramoyistas se fueron acercando, interesados en los detalles que el pintor relata. ‘Dicen que Ascanio era muy divertido', de otro, se sabe que le pidieron en casa que fuera a pagar la cuenta de la ‘Fuerza y Luz', pero nunca regresó. ‘Por años se equivocaron con el nombre de Etanislado Orobio, lo escribían Etanislao... Sobrinos, hermanos, cada uno de ellos tiene una historia, historia que pocos conocen.

El telón permanecerá en la escuela 9 de enero, en San Miguelito, aunque Ologwagdi quisiera ver ese telón en el corazón de todos los panameños.