Cuando la vejez no es impedimento para vivir

‘4 e strellas y una constelación comencé a contarla en mi último viaje a Marruecos, con una estrella amiga junto a mi. Ella me vio mirando por la ventana y me preguntó: ¿qué haces? Cuentas estrellas? Y le dije que sí, pero he parado en la número cuatro porque me ha dado un poco de añoranza y nostalgia. Hace poco había conversado con divas del canto y el teatro y habíamos llegado a la conclusión que la triste realidad de todos los artistas es que cuando se envejece el mundo no perdona, menos cuando estás fuera de cartelera. El mundo de las constelaciones es vanidoso, te quiere hermoso siempre', cuenta Alfonso ‘Papito' Almanza escritor y productor de la obra ‘4 estrellas, una constelación'.

La obra que se presentará hasta el 16 de marzo es una comedia dirigida por Agustín Clement, una historia tierna que no solo habla de la vejez, sino también de los sueños y los riesgos de vivir de forma intensa y sin prejuicios.

‘Es una obra 100% panameña, un canto a la vida. El exigente y excéntrico diseñador de alta moda Raúl de la Peña (Arturo Montenegro) necesita modelos nuevas, fuera de este mundo para que sus pasarelas rompan con lo común. Su fiel mano derecha Jazmín del Castillo (Lissette Condassin) desesperada, cae en manos de un agente de modelos y artistas casi en la ruina, que le manda a cuatro divas de la tercera edad, quienes en sus épocas brillaron en la ópera, el cabaret y el teatro, pero hoy son abuelas jubiladas, sin trabajo, pasándola mal y dispuestas incluso a volver al show biz', cuenta Agustín Clement.

Con una duración de dos horas es protagonizada por grandes del mundo del teatro panameño como: Lissette Condassin, Arturo Montenegro, Maritza Vargas, Odette Versailles, Valeria Ovando, Orlando Barroso, Eusebio Pedroza Junior y la primera Actriz Ceila González. Con música original del Maestro David Choy.

‘Es una obra especial, donde Papito Almanza pone sobre el escenario lo que está viviendo él y muchos artistas que hicieron grandes aportes al mundo teatral y hoy son ignorados. Si ves a estas cuatro mujeres no es que quieran ser famosas, sino que quieren trabajar, ganarse al vida, como cualquier actor, cantante o bailarín. Es un canto a la vida, todos vamos para viejos y cuando estamos jóvenes no lo vemos. En los diálogos use referencias reales de mi abuela, de Delia Cucalón, quien también pasó por eso, de ser una priemra actriz, a no recibir ni una llamada para obras', narra Clement, en lugar del director de la obra, quien también es profesor de teatro del Isaac Rabin y del Oxford y también dirigirá próximanete la obra argentina ‘El loco y la camisa', una producción de Miriam Pons.

‘Lo bueno del teatro es que te puedes mimetizarte y cuando haces personajes como estos, de vieja, en el ocaso de su vida, es divertido ver y poder mirarnos a futuro. Recuerdo el caso Barbara Wilson, cantante panameña de jazz, murió olvidada, lo mismo pasó con Marta Stella. En el caso de Panamá. La gente se olvidando de sus referentes con los que crecieron, es injusto, pero real', detalla Valeria Ovando sobre la obra y su personaje. Ovando en la obra es Cuqui, una actriz española quien en sus últimos años y en la pobreza, se dedicó a la bebida, pero llega al estudio de Raúl de La Peña (Arturo Montenegro), el diseñador que busca modelos para su nueva colección y se reencuentra con sus compañeras de espectáculo y nota que al igual que ella, están en la miseria pero llenas de ilusiones.

Una puesta en escena divertida, con música y canto en vivo para reír y pensar que no todo lo viejo está desuso.

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LOS ACTORES

LA OBRA DURA DOS HORAS