Periodismo en la era de la web

Actualizado
  • 20/03/2016 01:00
Creado
  • 20/03/2016 01:00
Emilio Crespo es el responsable de la última edición del Manual de Redacción con el que se rige la española Agencia EFE

En la era de hiperconectividad, las redes sociales, los medios interactivos y el llamado periodismo ciudadano, el ‘profesional de la información' debe escuchar a la audiencia, pero su compromiso, sin tentaciones, debe ser siempre con la verdad, sostiene el director de Contenidos Digitales de la Agencia EFE , empresa que en 75 años ha pasado del teletipo al servicio multimedia y la publicación ‘on line' .

Orador en la presentación del Manual de Redacción de La Estrella de Panamá , Emilio Crespo defendió los códigos profesionales como las ‘instrucciones de uso' para ejercer un oficio con demasiado instrusismo al que no le van bien los ‘apellidos' (periodismo de opinión, periodismo de investigación, periodismo ciudadano), sino una sola e imprescindible seña de identidad: la calidad.

‘El periodismo de calidad debería ser una redundancia, porque no hay otro válido', indicó Crespo, que ha sido director-delegado de EFE en Bolivia, Brasil, Venezuela, Panamá y Portugal, y director del área de Internacional de la Agencia, con sede en Madrid, entre otras responsabilidades, en cerca de 40 años de oficio.

‘TRIÁNGULO AMOROSO'

‘Ahora los contenidos son a la carta y el lector manda', destaca el periodista, ‘así que tenemos que pensar mucho en él si queremos seguir trabajando en esta profesión que tanto nos gusta'. Un profesional de la información, sostuvo, está obligado a dedicarle atención a su público, pero sin caer en la complacencia fácil en busca de audiencias.

En medio de la conversación, Crespo recuerda la ‘máxima' del mal periodista: No dejes que la verdad te impida hacer una buena noticia. Y le da vuelta: ‘Yo creo que hay que hacer que la verdad nos impida incluso hacer la noticia que más le gustaría a los lectores. Nuestra primera servidumbre es con la verdad', apunta.

Según el experto, los periodistas han vivido una realidad muy cómoda, muy favorable. Antes eran los intermediarios únicos y necesarios entre la fuente y la audiencia. Pero en este ‘triángulo amoroso' el gremio ya no es imprescindible, porque a través de navegadores y redes sociales las fuentes y la audiencia se comunican.

La sociedad genera inclusive su propia información con estas herramientas. Antes, recuerda, si algo no se contaba en un medio era como si no hubiese pasado, la gente no se enteraba, añade el director de Medios Digitales de EFE .

‘El periodista era el brujo de la tribu y el que contaba todo, y ese papel lo hemos perdido', reconoce. ‘Además hay nueva competencia, mucha gente que quiere ser brujo de la tribu, con mejor tecnología, la nueva magia para ocupar nuestro lugar', añade refiriéndose al ‘periodismo de marca' (branding) o la propia ‘comunicación institucional', que abre canales directos para divulgar contenidos propios.

En todo este ‘maridaje', en el que se han entreverado los papeles y la audiencia es también emisora, dice Crespo, se ha generado un ‘gran ruido' y una ‘falta de credibilidad'. Ahí interviene entonces el papel del periodismo y el documento que presentó esta semana La Decana debe ser la clave para no errar en un camino que se emprende a diario casi desde cero.

‘Este manual es una de las mejores formas para hacerlo bien y ganar el lugar que nos pertenece en la sociedad', dice con el documento en la mano. ‘Nuestra obligación es representar ese papel ahora mejor que nunca, como profesionales bien formados, irrefutables, cumpliendo con las indicaciones de esto, que es una especie de constitución, de pacto social a nivel de la comunicación', explica.

De acuerdo con el especialista, solo si el profesional de la información se gana su credibilidad y además ayuda a que circule objetividad, veracidad, pluralismo y confianza en ese canal entre fuentes y audiencias, entonces se hace más necesario que nunca.

ABUELOS DE LA WEB

Hace 20 años, Crespo trabajaba en Panamá para la división centroamericana de la Agencia ( ACAN-EFE ) y recuerda haberle pagado a un ‘canillita' para que fingiera hablar en un teléfono del pasillo de un hotel para mantenerlo ‘ocupado', mientras él esperaba un anuncio importante en una conferencia de presidentes de la región.

‘Había dos cosas con las que hoy sería impensable no trabajar, el teléfono celular e internet', puntualiza. ‘Mi generación trabajó sin esas dos piezas y aún así las noticias se daban rápidamente, el ‘periodismo on-line' ha existido siempre', asegura.

De alguna u otra forma, las agencias de información son las antecesoras del mundo web, apunta tras señalar que también pueden ser ‘escuela' en la transformación de los medios tradicionales hacia el soporte digital. ‘Hay que acostumbrarse a contar las noticias, las historias periodísticas para todos los soportes, como los buenos agencieros', recomienda.

‘Lo que hemos hecho (en las agencias de noticias) es estar por todo el mundo, ser universales, y transmitir las noticias inmediatamente', argumenta. ‘Así que creo que hemos ido en la dirección en la que luego el resto de la comunidad periodística se ha sumado'.

Y en esta universalidad también entra el lenguaje, el castellano, que comparte ya 400 millones de hispanohablantes. ‘Estamos abiertos al mundo... se han roto las fronteras, el periodismo es más universal que nunca y tenemos que aprovechar la universalidad que nos da nuestra lengua', establece con la certeza de que a través de sus páginas digitales, todos los diarios pueden competir por la misma audiencia. ‘Este es el momento de ser audaz, tendemos a hacer un uso demasiado local, demasiado nacional, demasiado pobre del idioma y perdemos públicos potencialmente interesados', indica.

MULTIPLATAFORMAS GRATUITAS

‘En la experiencia de quien recibe la información solo hay momentos y posibilidades de usar un medio', explica el experimentado periodista. La información llega a través de distintas plataformas en nuestra generación. La televisión en la mañana, la radio en el auto, la web desde el móvil, según Crespo las audiencias no están diferenciadas como en otros tiempos, sino que usan múltiples medios para informarse.

Debe haber un enlace entre las plataformas de un diario. ‘Convergencia e integración', dice, ‘si estas dos cualidades no existen, no se está maximizando las posibilidades del producto ni dándole una buena experiencia periodística al usuario'.

Por otro lado, con la progresiva caída del interés por el papel surge la incógnita de financiación de un medio. Para el Director de Contenidos Digitales de EFE , el lector debe quedar fuera de esta ecuación de incierto resultado. Que la información tenga un precio, no significa que tengan que pagarla los lectores, declara.

‘Es muy difícil acostumbrar a la audiencia a pagar por algo que es gratuito', manifiesta. ‘Pero, además, gratuito en nuestra propia esencia, porque en el siglo XX los medios nuevos que aparecieron, la televisión y la radio, daban información gratuita. No tenías que pagar por el noticiario o escuchar las radios'.

Luego llegó Internet y se adueñó de esta gratuidad, expone el profesional que ha trabajado 20 años en América Latina y 10 en Europa. Las condiciones ya no las pone un diario y sus precios de anuncio, sino los ‘ad servers' y Google. ‘Si empiezas a cobrar, (el lector) se va a otro sitio que tiene (la información) gratis', recalca.

Ese es uno de los grandes puntos de adaptación de los medios tradicionales, en especial el impreso. El soporte puede cambiar, pero la información sigue siendo la esencia. Crespo no se atreve a vaticinar hacia dónde va la tendencia, pero una cosa es clara: ‘Hay medios nuevos que han nacido en el mundo digital, en internet, que están haciendo mucho dinero y haciendo buen periodismo'.

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‘Estamos abiertos al mundo... se han roto las fronteras, el periodismo es más universal que nunca y tenemos que aprovechar la universalidad que nos da nuestra lengua'.

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‘Hay que acostumbrarse a contar las noticias, las historias periodísticas para todos los soportes, como los buenos agencieros'.

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