Los colores de Oaxaca vibran en Panamá

Actualizado
  • 23/09/2017 11:00
Creado
  • 23/09/2017 11:00
Las mujeres indígenas de Oaxaqueñas muestran en sus vestimentas su cultura, naturaleza y forma de vida

La representación de la naturaleza, los colores de sus flores, los montes y el mar, todo ello se refleja en la vestimenta de las indígenas oaxaqueñas, así nos lo dejó ver Nora Isela Ortíz, titular de la Unidad de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Turismo Municipal de Oaxaca, quien formó parte de la delegación que en Panamá, a través de la Embajada de México presentó 'Tlazotl, alas de tejedoras', una muestra de vestimentas indígenas de la región mexicana.

La exposición presentó una colección de prendas femeninas, sobre todo, huipiles de mujeres de las diversas etnias que pueblan el estado.

Ortíz, encargada de la presentación tejió ella misma interesantes historias, porque esta exposición no se limitó a presentar al destreza de las mujeres tejedoras sino a ofrecer un pantallazo bastante amplio de la cultura indígena de la región ya que cada prenda está rodeada de interesantes leyendas y mitos.

Tlazotl enseño a las mujeres indígenas a tejer las fibras con el llamado telar de cintura. Desde entonces, las mujeres indígenas se dedican tejer estas prendas, escribiendo en cada una de ellas, detalles de su vida, su comunidad y su cultura.

La experta nos mostró una pieza en la que se reflejan flora y fauna. En otro, el ciclo de vida completo de una mariposa.

“Estas vestimentas son utilizadas en días especiales, en festividades”, indicó Ortíz, ya que la ropa de diario suele ser más sencilla.

Las mujeres indígenas llevan atuendos mucho más elaborados que los hombres, ya que ellos se dedican a trabajar en el campo y requieren de prendas más sencillas y frescas.

El tipo de fibra utilizada dependerá del clima en la comunidad que habitan, por ello algunas son de algodón, otras son de lana.

Es bastante sencillo diferenciar una prenda elaborada artesanalmente. Las fibras, al ser tejidas manualmente, muestran irregularidades en su grosor. Además, el tejido industrial es mucho más pequeño y apretado.

Uno de los huipiles expuestos llama poderosamente la atención. Figuras en un color violeta cuya tonalidad varia parecen teñir el tejido crudo. Se trata de una pieza que utiliza el teñido con caracol púrpura, una tradición que precede la llegada de los españoles a América.
El caracol púrpura es un molusco que vive entre las grietas de la costa rocosa de la zona donde rompen las olas, desde Baja California hasta Perú. En Oaxaca, los mixtecos utilizan un líquido lechoso de color amarillo que secreta el animal y que al ponerse en contacto con los rayos del sol cambia su color a un púrpura intenso.

Los indígenas tratan con sumo cuidado estos moluscos. “Tiñen el hilo frotando con cuidado el caracol sobre un pequeño ovillo de fibras que enrollan en sus manos y luego, vuelven a dejar el caracol en las rocas donde vive”, explica Ortíz. Se trata con mucho respetoa estos caracoles que gracias al dios Sol aportan un color tan vistoso y característico a sus rpendas de vestir.

Otra interesante leyenda es la que explica el origen de la vestimenta de las mujeres de Yalalag, población actualmente conocida como Villa Hidalgo.

Cuenta Ortíz que la leyenda establece que un grupo de conquistadores se propusieron llegar a la villa, cosa que los locales quisieron evitar haciendo que lso españoles tomara caminos largos e intrincados. Aun así, con grean empeño los españoles llegaron al pueblo donde encontraron un gran árbol que era utilizado como centro ceremonial. En aras de la evangelización decidieron cortar el árbol, labor que les tomó tres días ya que el árbol era muy grande y fuerte.

“Cuando finalmente el árbol cayó, los recién llegados vieron aparecer tres serpientes que se alejaban del lugar para encontrarse con una mujer que se acercaba. Dos serpientes subieron enrollándose por las piernas de la mujer y subieron por su tronco hasta enlazarse en su pecho. La tercera, que era negra, subió por todo su cuerpo hasta llegar a su cabeza y enrollarse en ella”, relata Ortíz.

La indumentaria típica de las mujeres de Yalalag muestra unos caminos de flores que representan el camino recorrido por las serpientes. Una madeja de lana sobre el precho representa las serpientes y la tercera, que llegó a la cabeza de la mujer, el rodete negro que lucen como tocado.

La llegada de los españoles marcó cambios en ls vestimentas que incluyeron el uso de nuevos materiales como el terciopelo en el traje de tehuana, (Istmo de Tehuantepec) que luce flores bordadas que recuerdan a las del mantón de Manila que llevaron consigo las españolas. También se incluyó el uso de joyas de oro como zarcillos de filigrana y cadenas hechas con monedas a las que por generaciones se les van incluyendo piezas. En el caso del traje mazateco de Huautla de Jiménez, los vistosos listones azul y rosa y bordados en punto de cruz.

Oaxaca es el quinto estado más grande de México, no es de extrañar que exista una cultura tan diversa que luchan por conservar y proteger.

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