Publicar, a pesar de todo

Actualizado
  • 26/08/2018 02:04
Creado
  • 26/08/2018 02:04
El interés por escribir y publicar crece en Panamá. Cada vez son más las empresas dedicadas a la edición, pero un alto porcentaje de autores prefieren la autopublicación

Juan David Morgan presentó en la FIL Panamá de este año su décima novela, La Rebelión de los poetas , respaldada por el sello Alfaguara. Han sido casi 30 años de dedicarse a la literatura, aventura en la que se inició por pura casualidad. Su primera novela, Fugitivos del paisaje escrita en 1990, un relato sobre su familia escrito a raíz del fallecimiento de su padre, no fue hecha con intenciones de publicarse. ‘Tenía una historia que contarle a mis hijos y a mis nietos', cuenta. Pero luego que algunos de sus amigos, entre ellos Jorge Ritter y Aristides Royo, la leyeron, le convencieron de que debía hacerlo.

‘Nunca abordé una editorial grande, quizá lo próximo que vaya a publicar lo enviaré a esas editoriales a ver qué les parece. Si no les interesa, encontraré la forma de hacerlo,',

RAÚL ALTARMAR

PERIODISTA Y ESCRITOR

Ritter, a través de su empresa Círculo de Lectores apoyó a Morgan con esa primera impresión que se hizo en Colombia. En esos momentos no tenía la menor idea de que el día de hoy seguiría escribiendo y publicando.

En su primera publicación le animó ‘el deseo que mi descendencia conociera la historia familiar. Ya a partir de la segunda novela, Cicatrices inútiles sí sabía que había adquirido el compromiso, sobre todo conmigo mismo, de seguir escribiendo', afirma.

El abogado, de profesión, se apoyó en Círculo de Lectores, y más adelante en editorial Grijalbo que publicó la primera edición de la novela histórica Con Ardientes Fulgores de Gloria. Sin embargo, no fue algo sencillo. ‘El primer obstáculo fue, por supuesto, la falta de experiencia no solamente en escribir novelas sino en conocer el mundo en que a éstas les toca desenvolverse', detalla. Aunque estaba respaldado por un sello, Morgan cubría el costo de las ediciones. La historia cambió con El Caballo de Oro , publicado por Ediciones B, en España. ‘Publicar con una editorial de alcance mundial es una experiencia totalmente distinta', dice. Hay que lidiar con agentes literarios y sus lectores, los lectores de la editorial y con el editor asignado a la obra. Son filtros que la obra debe superar antes de ser publicada. Cuando autopublicas hay menos exigencias que cumplir', asegura. Por otra parte, ‘tienes el enorme beneficio de que tu obra se da a conocer fuera de tu país'.

‘Con la autopublicación se cuela muy mala literatura, porque ¿quién decide o bajo qué criterio se mira la calidad?',

ENRIQUE JARAMILLO LEVI

ESCRITOR Y GESTOR CULTURAL

Juan Camilo Reyes también presentó su obra en la FIL, en su caso, la primera. ‘El miedo a escribir ya lo hemos perdido quienes nos dedicamos a este oficio', afirma, pero asimismo está seguro de que los escritores tienen dos grandes pendientes: perder el miedo a publicar y perder el miedo a vender ese libro.

‘Me decidí a hacerlo, pensando en el legado de mi padre', dice. Juan Camilo es hijo de Herasto Reyes, periodista y escritor de larga trayectoria. Reyes, al igual que su padre se sintió atraído por el periodismo y recibió su título en la Universidad de Panamá, sin embargo, su empleo de ese momento lo fue guiando hacia el mundo comercial, la comunicación digital y la investigación de mercado. También lo llevó a vivir a México, país de nacimiento de su madre y donde decidió establecer familia.

Aunque la escritura se limitó a sus momentos libres, nunca abandonó la idea de publicar y con tres proyectos en un cajón se decidió a iniciarse como escritor con Breve Historia del narcotráfico en México , tema que le ha cambiado la vida a muchos mexicanos y que al propio Reyes le ha costado un par de amigos.

El momento es propicio, pues en la actualidad existe una interesante diversidad de opciones fuera de las casas editoriales. El desarrollo de nuevas tecnologías pone al alcance de aspirantes a escritor la posibilidad de hacerlo sin necesidad de intermediarios.

‘Siempre pasa por la mente de quien escribe ir con una editorial pero yo tenía dos cosas en contra. Una, que este es mi primer libro y yo no había desarrollado una carrera en el mundo del periodismo o la literatura, ', admite. La otra razón era el tema de la publicación, que por su complejidad suele ser acogido generalmente por editoriales grandes y de prestigio, fuera del alcance de Reyes.

MÁS PUBLICACIONES

En Panamá, el mercado editorial está creciendo. Cada día son más los interesados en hacer una publicación. De acuerdo con la edición undécima del informe ‘El libro en cifras', publicado por el Centro Regional para el fomento del libro en América Latina y el Caribe, bajo los auspicios de la Unesco, (Cerlalc), en 2015 Panamá registró 974 obras en el Sistema Internacional para la numeración de libros (ISBN), y en 2016 el número creció a 1,230, un 26.3% más. Los temas son variados, no solo se trata de obras literarias y ante este panorama han surgido casas editoriales locales ofreciendo sus servicios.

‘No se requiere solamente tener una buena historia y la posibilidad de publicar, sino que hace falta trabajarla mucho',

JUAN DAVID MORGAN

ESCRITOR Y ABOGADO

‘Fundamos la editorial 9Signos con el objetivo de ayudar a los autores panameños a publicar", informa Luis Lescure, uno de sus socios. Se trata de una editorial de autogestión, o sea, un enlace para el autor con todos los proveedores que necesitaría para realizar el trabajo. Desde 2007 han publicado a unos 30 escritores y han ofrecido servicios de distribución a autores publicados bajo otros sellos. ‘Ha sido una labor gratificante, pero extenuante; sus márgenes de ganancia son muy bajos', admite.

Y es que de acuerdo con el editor, aunque el mercado ha crecido, está cada vez más difícil pues hay nuevas editoriales, librerías que han empezado a brindar servicios editoriales y autores que prefieren publicar y distribuir por su cuenta.

Sobre este tema, Briseida Bloise, coordinadora de la Editorial Biblioteca Nacional y ex representante del sello Alfaguara en Panamá explica que algunas editoriales no son rigurosas en que la hoja de crédito de la obra esté completa, lo que trae como consecuencia que mucha de la información que recaba Cerlalc para sus informes queda incompleta.

‘Hay muchos elementos que tomar en -cuenta, como el registro del derecho de autor, la propia presentación del libro en cuanto a tipografía, puntaje, márgenes, espacio interlineal, calidad del papel. Cosas como estas no son consideradas, sobre todo porque hay mucho autor autopublicándose', sostiene la especialista.

En América Latina, en 2016, de acuerdo con Cerlalc el 55% de las publicaciones fueron amparadas por editoriales comerciales mientras un 12% fueron obras autoeditadas. (ver cuadro)

Según Bloise, Panamá representa un fenómeno para la región, pues ‘este es el país donde mayor cantidad de autores se autogestionan y no consideran los beneficios de una editorial per se'.

La Biblioteca Nacional, a través de la Agencia Panameña del ISBN, nos ofreció unas cifras más cercanas. En 2016, de 1,230 obras registradas 279 fueron autopublicaciones, un 29.3%. Aunque para 2017, el total de obras registradas descendió a 882, el 44.3% de ellas, 271, fueron autopublicadas, De enero a agosto de 2018, de 592 obras, 182 son autopublicadas, lo que representa el 44.7%.

EDITORIALES VS AUTOPUBLICACIÓN

Algunos escritores no quieren perder el control sobre su obra, otros piensan en que sus márgenes de ganancia son mínimos. Sin embargo, hay que reconocer que esta decisión no solo recae en el autor. Muchas veces es la casa editorial quien toma la decisión.

‘Algunas editoriales no son rigurosas en que la hoja de crédito de la obra esté completa',

BRISEIDA BLOISE

EDITORIAL BIBLIOTECA NACIONAL

‘Una editorial hace una evaluación de al menos 10 puntos incluyendo la valoración de su contenido, título, forma en que está escrita y si cumple con el rigor de las normas de la Academia, así como su valoración comercial, el interés que pueda generar y a qué segmento del mercado se dirige', explica Bloise. Este estudio es muy minucioso pues esta empresa comercial está velando por su inversión.

Entran en consideración los costos de derecho de autor, un 10% sobre el precio de venta al público y un 40% que regularmente se lo queda el punto de venta. La editorial se hace cargo de las ventas, reposiciones, inventario, cobros al distribuidor, además de una campaña de promoción. ‘Por eso los gastos de representación son muy altos', explica Bloise.

Pesa también la realidad de que el mercado panameño es reducido, por lo que la presencia de casas editoriales de cierto tamaño y prestigio no están presentes de forma permanente. Por ello, no muchos están dispuestos a esperar por esa oportunidad.

‘La tendencia del autor panameño es que haciendo sus primeras publicaciones por sí mismo, llamará la atención de una editorial', analiza Bloise. ‘Es muy difícil', dice.

VARIADAS OPCIONES

El periodista colombiano, residente en Panamá Jorge Iván Mora había escrito una serie de crónicas de personajes callejeros. Mora recogería parte de esa memoria en el libro Viajeros del olvido en una edición de 100 copias, apoyado por la editorial Portobelo. A estos se le sumaron unos 200 ejemplares más que se distribuyeron en Nueva York en la comunidad latina.

‘En ocasiones tenemos que decirle al escritor que no podemos publicar su obra porque el trabajo está muy crudo',

LUIS LESCURE

EDITORIAL 9SIGNOS

‘Lo que hizo Portobelo en verdad fue satisfacer mi ansiedad', considera. La ilusión del autor primíparo es contar con el respaldo de sellos editoriales ‘pomposos', y para Mora, ‘ese mundo editorial tiene sus mañas'.

El segundo proyecto del colombiano se llamó Panameños en Nueva York. En él puso en práctica la venta empresarial y le funcionó. En empresas y a través de la Librería Cultural Panameña se vendieron 500 copias y otras 80 se enviaron en Nueva York donde se vendieron relativamente rápido.

El periodista Raúl Altamar ha editado diversas revistas y eventualmente decidió publicar un libro que contuviese una muestra de sus mejores trabajos. ‘Quería dar el salto a escribir un libro y me decidí por unos artículos de opinión, ensayos y cuentos cortos', cuenta. Esta primera incursión la hizo acompañado de una editorial local. Por una suma específica que aportó Altamar, esta empresa se dedicó a la edición, producción, presentación y venta del libro. ‘Lo hice porque tenía el dinero, porque lo quería hacer y me resultaba suficiente con eso. Sin embargo, las regalías fueron mínimas y Altamar no contó con ejemplares para su uso. De su primera publicación ‘En libertad editorial', no había tenido libertad alguna.

Juan Camilo, por su parte, consideró más sencillo echar adelante su proyecto de forma independiente. ‘Hoy es mucho más fácil editar un libro que antes. En la medida de lo posible nosotros mismos podemos hacer todo', sostiene Reyes. ‘Tú financias la impresión del libro', explica.

Reyes echó mano de sus conocimientos y experiencia profesional. ‘Podíamos hacerlo, no teníamos mucho problema en dedicar los recursos a eso, porque lo más que inviertes es tiempo'. Habla en plural pues su socia capitalista es su esposa.

COMERCIALIZACIÓN

En adelante, habría que decidir cuál de las opciones existentes sería la más adecuada. Estudiaron las plataformas de financiamiento colectivo que puede darse en forma de una preventa o invirtiendo en el proceso de edición para luego repartir ganancias, o al menos cubrir deudas de la forma negociada.

En una de estas plataformas, Indiegogo, Mora presentó su tercer proyecto, una antología de entrevistas a personalidades de la sociedad panameña anteriormente publicadas en la revista Pauta , para la cual estableció una campaña de crowdfunding .

Mora inicialmente buscó el apoyo de una editorial. ‘Envié el borrador a una famosa, y jamás tuve respuesta', revela. La tarea la emprendió con la convicción firme de que estaba ante un producto maduro', pero guardaba planes B y C para lograr los fondos de financiación.

Su crowdfunding en Indiegogo no dio resultados. Mora acepta que ‘cometí un error con esta plataforma que considero seria. Olvidé que sus mayores usuarios son de origen norteamericano', cuenta.

Reyes, por su parte, decidió hacer el trabajo por cuenta propia y empezó a promocionar y vender su libro a través de una plataforma propia con una página de internet y un sistema de administración de pago. Más adelante, el libro estará de venta en Amazon. ‘Es la librería más grande del mundo. El libro que no está en Amazon pierde visibilidad.', afirma.

El informa de Cerlalc, con respecto a los canales de venta de las publicaciones, establece que en 2016 el 40% de las ventas digitales de las editoriales españolas y el 45% de las latinoamericanas se realizaron a través de Amazon. Mientras que a través de Apple las editoriales españolas vendieron el 38% y las latinoamericanas el 42% (ver cuadro), un porcentaje nada despreciable.

De acuerdo con Reyes, Amazon, entre tasas fijas y variables, recibe finalmente una ganancia entre el 25 y 30% del costo del libro. También ofrecen el servicio de impresión al momento de la compra. De esta manera el margen de ganancia de ellos está entre el 60 y 70%, algo similar al porcentaje que exige una casa editorial. Y es que ellas ponen al servicio del autor todo un aparato de promoción.

‘En ese sentido, la competencia con una publicación independiente es muy desventajosa', admite Reyes, aunque no se amilana.

‘Toda mi vida viví vendiendo cosas, productos de uso masivo. aplico los mismos conocimientos y estrategias digitales, lo que cambia es el producto', insiste. El escritor hará promoción en medios digitales y redes sociales. También ha establecido una estrategia de promoción que incluye la lectura gratuita de una cantidad de páginas, para enganchar a los lectores y libros gratuitos por lapsos de tiempo cortos, además de ejemplares de cortesía para personalidades influyentes. ‘Vi a mi padre batallar para publicar sus libros y la gran mayoría quedaron guardados en cajas en casa', recuerda. ‘Él era muy malo comercializando sus libros', declara. Juan Camilo ha estado atando cabos y trazando rutas para que esto no le suceda.

RIGOR EDITORIAL

Otra indiscutible ventaja que ofrece una casa editorial es una garantía de calidad.

‘Vi a mi padre batallar para publicar sus libros y la gran mayoría quedaron guardados en cajas en casa',

JUAN CAMILO REYES

ESCRITOR Y ESPECIALISTA EN MARKETING DIGITAL

‘Pienso que nunca va a tener el mismo mérito que te autopubliques a que tu obra sea escogida por una editorial de prestigio entre tantas otras y más cuando es una editora internacional y te compra los derechos de autor, dice Enrique Jaramillo Levi, escritor, gestor cultural y socio de Foro Sagitario Ediciones. ‘Es cierto que hoy en día cualquiera puede hacer un libro que puede verse prácticamente igual impreso que si te lo hubiera publicado Alfaguara o Planeta, pero a la hora del prestigio, no es lo mismo', sostiene. El autor, quien ha publicado bajo sellos editoriales de diversos países y también ha autopublicado, está consciente de que el escritor que lo hace de forma independiente puede tener mérito. ‘Hay gente que se harta de esperar turnos y que todo el mundo les diga que no y recurren a la autopublicación'. El problema, asegura, es que se cuela en ese proceso, muy mala literatura, porque ¿quién decide o bajo qué criterio se mira la calidad?

Lescure, de 9Signos es consciente de ello. ‘En ocasiones tenemos que decirle al escritor que no podemos publicar su obra porque el trabajo está muy crudo. El autor siente que su obra está lista cuando aún no lo está y no entiende la importancia de una revisión minuciosa del texto'. De acuerdo con el editor, este es quizá uno de los rubros más demorados y más costosos, pero imprescindible para que el texto que termina impreso y en las manos de un lector, tenga la calidad literaria que se merece.

El segundo proyecto de Altamar se llamó Purgatorio Tropical , en palabras de él mismo, ‘historias de panameños que no tienen un final feliz'.

‘Decidí autopublicar porque no quería que la editorial se metiera con lo que quería decir. Quería hacer cosas difíciles', detalla. Y para mantener un nivel de calidad presentó su proyecto a los escritores David Robinson y Consuelo Tomás, que le hicieron algunas observaciones y se encargaron del texto de contraportada. ‘Dos ganadores del premio Miró avalaron mi trabajo, yo no les pagué para que lo hicieran', aclara. ‘Eso me da al menos una satisfacción personal', agrega.

Su estrategia de presentación y venta fue muy diferente al común. Logró vender todos los ejemplares y aunque no recibió un retorno completo de su inversión, el proceso fue mucho más rápido.

Reyes está consciente del papel de editorial como un tamiz en el proceso de la información. ‘Pero con la cantidad de información que existe hoy, es muy difícil controlarla toda', dice el escritor refiriéndose a los efectos de internet. En ese torrente de información no depurada es irremediable que aparezca material de una calidad muy baja. En ese sentido, considera el autor que ‘las editoriales continúan cumpliendo un aspecto importante al velar que la información tenga una valía'. Y las personas que deciden publicar de una forma independiente ‘tenemos la responsabilidad de que lo que salga sea un producto bueno, que el lector pueda leer, se sienta identificado y le agrade'.

‘Decidí autopublicar porque no quería que la editorial se metiera con lo que quería decir. Quería hacer cosas difíciles',

RAÚL ALTAMAR

PERIODISTA Y ESCRITOR

En esto, coincide Morgan. ‘Las obras literarias deben ser escritas con disciplina y compromiso. No se requiere solamente tener una buena historia y la posibilidad de publicar, sino que hace falta trabajarla mucho. Hace falta leer muchísimo y corregir lo que se escribe una y otra vez'. Para Morgan esto ha sido clave para su éxito. Editorial Planeta adquirió los derechos y respalda todas las obras de Morgan, menos Fugitivos del paisaje y la más reciente, La rebelión de los poetas , publicada por Alfaguara.

UNA EVALUACIÓN

Para Juan Camilo Reyes este ha sido un gran proceso de aprendizaje, y está convencido de que su decisión ha sido la más acertada. ‘Por el tamaño del país y de su mercado hacer este proceso en Panamá se ha facilitado. Ahora a México llegará de rebote todo lo ocurrido acá y eso nos beneficiará allá', comenta. Pasada la presentación del libro y el inicio de su promoción, Reyes confirmará los resultados de toda su gestión.

En tanto Mora considera que el proceso que llevó a cabo ‘es aleccionador. Y alentador'. Echó adelante su proyecto con un plan de preventa y con un amigo y socio emprendió las campañas de promoción y comunicación. Mora asumió el resto de las tareas incluyendo la presentación de la obra. ‘Tuve momentos duros, pero la noche del lanzamiento del libro en la Biblioteca Nacional, me llenó de alegría. Confirmé que no estaba solo'.

Mora, a poco más de un mes de haber presentado Lo que no habían contado , tiene el 30% de la edición en las librerías y puntos de circulación más importantes del país, y ‘allí está afincada parte de la expectativa de utilidad económica de la obra', informa. En preventa vendió el 40% y el otro 30% tiene previsto colocarlo a través de presentaciones en otras ciudades del país. ‘Me asiste el pálpito de que esta primera edición de 1,000 copias va a cumplir su ciclo de demanda en los próximos sesenta días. Y eso ya es una enorme ganancia moral', asegura.

‘Tuve momentos duros, pero la noche del lanzamiento del libro en la Biblioteca Nacional, me llenó de alegría. Confirmé que no estaba solo',

JORGE IVÁN MORA

PERIODISTA Y ESCRITOR

Altamar ha podido realizar, además de estos proyectos propios, publicaciones corporativas y familiares, las que considera una buena carta de presentación que más adelante le permita acceder a una editorial internacional. ‘Nunca abordé una editorial grande, quizá lo próximo que vaya a publicar lo enviaré a esas editoriales a ver qué les parece. Si no les interesa, encontraré la forma de hacerlo, ya lo he hecho antes y mi experiencia me ha fortalecido', afirma.

Morgan insiste en que quien quiere dedicarse a escribir debe trabajar mucho la obra ‘y cuando esté listo, no dude en lanzarse de cabeza a este mundo maravilloso que es la literatura', concluye.

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