Panamá, en abstracciones geométricas

Actualizado
  • 30/12/2018 01:06
Creado
  • 30/12/2018 01:06
La artista plástica Gabriela Batista evoluciona su propuesta de los ‘GaBa codes' e involucra en sus obras escenas de nuestra ciudad en lo que ella denomina ‘paisajes gabáticos'

La artista plástica panameña, Gabriela Batista —GaBa—, se ha dedicado en los últimos años a plasmar sus ideas, su arte, con el uso de abstracciones geométricas. Una de sus primeras incursiones en esta modalidad fue con la creación de Arco del Sur, escultura realizada para la Bienal del Sur que se llevo a cabo en 2012 y que desde entonces está ubicada en la rotonda de Panamá Viejo. Luego, desarrollaría los GaBa Codes, 27 códigos geométricos en los que concentraría su lenguaje artístico. Vimos mariposas y peces en los pasos elevados de Vía Cincuentenario, una manera de llevar arte a estas estructuras de concreto que de a poco se han convertido en parte indispensable de la ciudad. Más adelante siguió Helenor, una escultura, también realizada a partir de una abstracción geométrica que viajó a Seúl como parte de un intercambio cultural con Corea.

Batista se encuentra actualmente trabajando en un nuevo estudio que viene del desarrollo de esas abstracciones geométricas.

‘Soy muy amante de los paisajes y encontré muy atractivo estudiarlos, pero a mi modo', cuenta.

Esta particular forma de plasmar algunos paisajes que vemos a diario, la artista los ha bautizado ‘paisajes gabáticos ‘porque convierto el paisaje en geometría pero completamente a mi estilo, un estilo en el que yo me siento cómoda, y desarrollo a través de ese estilo no solamente una forma diferente sino también un trabajo de color', detalla.

Con este estudio, Batista busca lograr perspectiva, una sensación de lejanía, o de cercanía a través del color.

‘Es un trabajo muy meticuloso porque no utilizo un lápiz para hacer los bocetos sino que estoy utilizando regla, exacto y cinta ( masking tape ) para trabajar los bocetos previos. Toma mucho tiempo crear la plataforma en el soporte para pintar', explica.

El proceso, que comienza con el lienzo en blanco, va tomando forma con cortes de tape de diferentes anchos para crear esta sensación de lejanía y cercanía y luego se hace el estudio del color.

‘Cuando tomas la foto del paisaje que quieres ese color lo vas colocando en el lienzo, peor no exactamente como está, no es algo que tiene base en la realidad, sino en mi realidad', comenta.

Al hacer el estudio del color, GaBa cambia las tonalidades del paisaje para que queden plasmados según su particular mirada. ‘No es realismo, es la conversión completa del trabajo realista a una abstracción geométrica pero completamente a mi estilo. Por eso uso el término gabático, porque lo convierto a una geometría en la que me siento cómoda y en la que estoy estudiando', detalla. Y se siente tan a gusto en ella, que estima extender ese estudio ‘por un buen rato'.

¿Cuánto tiempo le toma completar una de estas obras? Batista responde como su maestro Carlos Cruz Diez le diría que lo hiciera: ‘Cuando a ti te hagan esa pregunta cuánto tiempo te tomó hacer el cuadro, tú debes decir toda la vida', recuerda Batista.

Y la razón de esto es que ‘a uno le toma toda la vida artística para poder llegar, inclusive desde que uno es chiquito, tiene todo un archivo de recuerdos que te hacen llegar a los que está hoy pintando, exponiendo. Es una confesión resumida de todas tus emociones y todos tus momentos vividos. Todo lo que tú has evolucionado llega hasta acá', analiza.

Pero de manera más concreta, dice, ‘es un trabajo bien arduo porque necesito mucha luz para trabajar, necesito mucha concentración y cuando comienzas con la pintura, si te equivocas, te equivocaste. No hay arreglo porque son varia capas en cada espacio que te deja el tape. Es como trabajar en acuarela. Donde trabajes la acuarela y se te echa a perder, tienes que botar el papel. Gracias a Dios no he botado ningún lienzo, el artista siempre debe ser creativo y se las ingenia', dice, pero para que esto no le ocurra, requiere de mucha concentración; tienes que estar seguro que el tape te va a dar la forma cuando lo quieras quitar. Cuando lo haces es cuando se devela la obra', revela. Y además de luz y concentración se requiere de buenas herramientas, un buen bisturí (X-acto), reglas y pintura de la mejor calidad.

Batista ha iniciado este estudio con paisajes muy conocidos para la mayoría, pues se trata de espacios en la ciudad de Panamá.

‘De repente amplíe un poco a paisajes del mundo, pero por ahora, me quedo con Panamá. Amo mi país, amo cómo está, en la ciudad en que se ha convertido, y también los paisajes del interior y este es tanto un estudio de la evolución de mi país como de la evolución de mí misma como artista', medita.

En momentos en que el apuro y la falta de tiempo no permite que el ciudadano común medite sobre los cambios que ha tenido el lugar donde vive, esta ha sido una gran oportunidad para que Batista observe su ciudad, ‘los cambios buenos que ha tenido', dice.

Este estudio podría verse como un homenaje a nuestra ciudad que en el año que está por iniciarse, llegará a sus 500 años de existencia. ‘No solamente se limita a Panamá Viejo, es todo el recorrido que ha tenido, desde que empezó en Panamá Viejo, y se mudó por el ataque de los piratas al Casco Antiguo y de allí fue creciendo hacia Calidonia, Bella Vista y bueno... ya vamos por Costa del Este y Santa María... Ha habido una gran evolución, la ciudad se ha dividido en varios sectores, pero es una ciudad muy linda, completa, llena de todo', asevera.

Obviamente, como toda ciudad, también tiene problemas y ‘no es perfecta. En mi humilde opinión le falta una mejor organización vial, eso es muy urgente. Este es un tema que el gobierno debe tomar en sus manos y resolverlo, los ciudadanos lo piden y protestan. Eso es bueno', destaca.

El otro problema es el tema ambiental, que hoy se ha convertido en una gran preocupación. ‘Debemos ser más conscientes con los desechos que generamos en nuestros hogares, cómo los estamos descartando y eso es desde el hogar con cambios pequeños como no comprar platos desechables, cerrar la llave del agua cuando te cepillas, detalles que a la larga harían un gran cambio', sustenta.

‘Soy panameña, nací aquí y soy fiel testigo de todos los cambios que ha ido sufriendo la ciudad y más durante los últimos siete u ocho años: han sido cambios drásticos, pero muy, a mi modo de ver, impresionantes. A mí me encanta', afirma.

Por ello se encuentra muy a gusto con su nuevo proyecto, así como con la forma en que están quedando sus obras.

Y también han sido del gusto del público que de alguna manera no ha permitido que Gabriela pueda completar una exposición pues la mayoría de los paisajes que ha ido pintando se han vendido rápidamente. Y, por otra parte, una de ellas es parte de la Panama Art Edition, de Tropical chocolate Café, como una de las imágenes de los empaques de las barras de chocolate artesanal panameño que hace poco lograron un reconocimiento internacional.

‘Me pareció estupendo participar así que dije que sí, de una vez. Se unió el arte y el chocolate 100% panameño. Y yo muy feliz de que mis obras estén allí y el extranjero se lleve un recuerdo dulce de nuestro país', concluye.

‘Convierto el paisaje en geometría pero completamente a mi estilo y desarrollo a través de ese estilo no solamente una forma diferente sino también un trabajo de color'.

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