Turismo al galope: Haras Cerro Punta

Actualizado
  • 25/02/2019 01:00
Creado
  • 25/02/2019 01:00
Un tesoro en la provincia de Chiriquí en el que se conjuga lo mejor del distrito de Tierras Altas: clima templado, paisajes pintorescos y un café de altura

Existen lugares mágicos; uno de ellos recoge de manera especial el rostro más íntimo de la naturaleza y la presencia imponente de inusuales personajes; gigantes que se asoman en manada, al galope, curiosos ante la mirada de quienes les visitan.

Esbeltos y rebeldes, así son los caballos pura sangre. Ellos acogen y dan la bienvenida a los turistas de Haras Cerro Punta, un destino particular situado en el distrito de Tierras Altas, en la provincia de Chiriquí, que logró posicionarse como el número uno en la cría de ejemplares que le han dado a Panamá el primer lugar en competencias nacionales e internacionales como el Clásico Presidente de la República y el Clásico del Caribe.

Para acceder a la finca, es preciso transitar a través de poblados rodeados de grandes colinas en el corregimiento de Cerro Punta, una experiencia que merece la pena porque en ella se encuentra paz. A dos mil metros de altitud y con 15 ºC de temperatura, Haras Cerro Punta abraza con solemnes paisajes: montañas majestuosas que se abren paso para formar el mejor escenario y mantos multicolores con la flora propia de un suelo fértil.

Guillermo Saint Malo, CEO del Grupo Eleta, entiende bien de tradiciones familiares. Como el responsable de dar continuidad al proyecto gestado en los sueños y la pasión de sus abuelos, Fernando Eleta y Graciela Quelquejeu, comparte que ‘de niños, el ejemplo y la metáfora alrededor de la crianza de caballos siempre estuvieron presentes'.

Para el empresario, la visión y el trabajo en equipo, de manera sostenida, hicieron posible crear un lugar ‘mágico'.

‘Una de las cosas que aprendí de mi abuelo es que no tienes que ser el más grande, rico o famoso, pero lo que vayas a hacer, tienes que hacerlo bien, utilizando el mejor recurso humano, la tierra precisa y el caballo de carrera más competitivo', subraya.

Según explica, el éxito del haras como destino turístico reposa en la visión de sus abuelos y en el ‘esfuerzo que hacemos con el equipo, en la resiliencia, en no rendirte y en pelear por sobresalir', además de las condiciones particulares de la finca, el liderazgo de su gente y buscar constantemente la mejor genética.

‘En lo que sea que vayas a hacer, la excelencia es el catalizador del esfuerzo y lo que hacemos todos los años en Haras Cerro Punta es atraer el talento más valioso; educarlo en las mejores universidades, traer las mejores yeguas, comprar el mejor padrillo y ese constante esfuerzo es contagioso; ha sido motor para seguir liderando las estadísticas en Panamá y estar peleando en la región', confiesa.

OBSERVACIÓN Y CONTACTO

El paseo contempla una amena caminata guiada, con introducción a las actividades equinas que se desarrollan en la finca, la interacción directa con los caballos, alimentarlos, entender cómo se lleva a cabo el proceso reproductivo, la exposición y toma de fotografías con ‘Morinda', un percherón blanco de 17 años, la visita al Parque Memorial de Padrillos y el esparcimiento en la zona del lago, un punto con vistas privilegiadas en la hacienda y en el que, según las condiciones, suelen desarrollarse actividades como la pesca de truchas y ceremonias nupciales.

De acuerdo con Saint Malo, ‘se trata de un tour educativo, pintoresco, en donde no solo estás en contacto con la naturaleza sino con los animales y la gente', además, ‘cuando el colaborador recibe la sonrisa de un visitante, es gasolina, como algo simbiótico que pasa entre el turista y nuestro equipo', destaca.

Miguel Gutiérrez, gerente general del haras, explica que el lugar cuenta con ‘una excelente vista, un panorama difícil de encontrar, con naturaleza privilegiada, lo que nos da un plus para que la gente quiera visitarnos, además de los caballos percherones, que no se ven comúnmente en Panamá'.

Esta raza equina es de gran tamaño y carácter dócil; al interactuar, el visitante se lleva una grata impresión. ‘Es un animal que transmite respeto y fuerza, pero cuenta con una intención sana y noble; mirarlo a los ojos, es una experiencia agradable porque en su interior hay gentileza, honestidad y sinceridad', reflexiona.

‘Además de vender un servicio turístico, estamos haciendo algo impactante y es la interacción entre el ser humano y el caballo', expresa Gutiérrez.

AROMA, CAFÉ

Al culminar el recorrido, es obligatorio adentrarse en la pequeña Boutique Graille, una colorida cabaña cuya construcción data de 1938, estando entre las primeras viviendas edificadas en la localidad.

Allí, el aroma potente del café es quien recibe. Además de degustar una taza de mocaccino , latte o capuccino con un postre de maracuyá, es posible adquirir souvenirs o desde la terraza, retratar los matices y las mejores postales de una visita inolvidable.

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