El deslumbrante mar que nos hizo

Actualizado
  • 06/07/2019 02:00
Creado
  • 06/07/2019 02:00
1. En el deslumbrante mar

En el deslumbrante mar

Que nos hizo;

En la evaporación que se levanta

En la túnica plateada de las olas,

En las aguas tibias

Donde los cardúmenes nadan

En una estelar sincronía

Dentro de nuestro corazón,

En la angostura

Donde se pulen las piedras

En el vaivén de los siglos

Y emergen las aguamarinas,

Tallamos el memorial de este océano salobre

Y de los que supieron empinarse

Hasta alcanzar la resonancia del amor

Y el crepitar del coraje.

En la delgadez

Donde se juntaron las aguas,

En lo más estrecho,

En el atajo de los mares,

Está el primigenio poblado de pescadores,

El árbol de tronco esbelto y cenizo

Con raíces de miel y sal,

El pez acrisolado,

La mariposa frágil y ultravioleta,

Los aposentos de las mantarrayas,

La ensenada mágica

Con sus recodos de sílice y concha nácar,

Y la portentosa claridad del mediodía

Encandilando nuestras almas

Inundadas por el abrazador océano.

Habité la ola

Y la almeja,

La palma y el aluvión,

El risco y la barrera coralina.

Viví en esta tierra inseparable del mar;

En la delicada costura

De hilos de plata y fragmentos de luz,

En la hora asombrosa de la alta marea,

En la tórrida humedad,

En el silbido lila del viento

Y en el anchuroso ramaje de los guayacanes.

Entre el viento y el sopor

Está mi patria;

Entre el cielo y el agua

Está mi hogar;

Entre la tierra y el océano

Mi enorme,

Inmensurable y amado país.

Escoltados por el manto de agua

En el interminable caminar,

Recorrimos glaciales

Y sábanas nevadas

Hacia el calor desconocido

De esta ilusión flotante;

Somos los nómadas de la templadas épocas,

Los que afilamos el pedernal

E hicimos la lanza;

Los que a gritos

Atrapamos al jabalí,

Despistamos al oso

Y agudizamos los oídos.

Nosotros,

Los desparramados en las estepas,

Los temerarios casi sin sombras,

Los que olfateamos el alud

Y supimos amar

Andando leguas y años

Hasta llegar a esta tierra benigna.

Y también fuimos los antiguos navegantes

Que nos hicimos a la mar

Y atravesamos el laberinto acuoso

Y atracamos

En las playas de estas costas

Azules, esmeraldas y turquesas.

MANUEL ORESTES NIETO

Poeta, escritor, diplomático

Nació el 7 de junio de 1951 en la ciudad de Panamá. Es licenciado en filosofía y letras por la Universidad Santa María La Antigua. Fue agregado en la Embajada de Panamá en Nicaragua y embajador de Panamá en Cuba y Argentina; director de la Biblioteca Nacional ‘Ernesto J. Castillero R.' y subdirector general del Instituto Nacional de Cultura. Con ‘Adentro reconozco que me duele todo' recibió una mención como finalista en el premio ‘Casa de las Américas', galardón que obtiene en 1975 con ‘Dar la cara'. Ha obtenido el Premio ‘Ricardo Miró' en cuatro ocasiones con Reconstrucción de los hechos (1972), Panamá en la memoria de los mares (1983), El Mar de los Sargazos (1996) y Nadie llegará mañana (2002).

En 1999 gana una mención honorífica en el Premio Centroamericano de Literatura ‘Rogelio Sinán' con su poemario Este lugar oscuro del planeta .

En 1996, el gobierno de Chile le confiere la Medalla ‘Gabriela Mistral', en conmemoración del 50º aniversario del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a esta escritora chilena. En el año 2000, el Instituto Nacional de Cultura le concede el Premio Nacional de Literatura ‘Pedro Correa Vásquez' a la excelencia literaria por el conjunto de su obra publicada. Actualmente es editor de la revista ‘Hipocampo'.

Además de los libros premiados, ha publicado: Poemas al hombre de la calle (1970), Enemigo común (1974) , De monstruos y palomas y otros poemas (1975), Diminuto país de gigantes crímenes (1975), Oratorio para Victoriano Lorenzo (1976), Poeta de utilidad pública (1985) y la antología poética Rendición de cuentas que recoge los primeros veinte años de su quehacer poético; El imperecedero fulgor (1996), El legado de Omar Torrijos (1997 y 1999); El país iluminado (2001) y Ala grabada en blanco (2001). Su libro El Mar de los Sargazos está publicado en el sitio web español badosa.com desde finales de 1998, igualmente lo está su poemario No me permito llorar .

Poemas suyos han sido traducidos al inglés, portugués, ruso, húngaro, checo y polaco. Aparece en importantes antologías de poesía panameña e hispanoamericana contemporánea.

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