Chicago en cuatro horas

Actualizado
  • 24/09/2019 19:01
Creado
  • 24/09/2019 19:01
La antigua capital del crimen es hoy uno de los grandes centros culturales, turísticos y gastronómicos de Estados Unidos

Luego de pasar tres días en una convención de innovación tecnológica en la villa de Rosemont, Illinois, en Estados Unidos, era imposible regresar a Panamá sin antes conocer, en unas cuatro horas, el área metropolitana de Chicago mejor conocida como La Segunda Ciudad, puesto que en 1871 ocurrió un gran incendio que destruyó aproximadamente seis kilómetros cuadrados del centro de esta urbe, en donde murieron al menos 250 personas, mientras que unos cien mil habitantes quedaron sin hogar. Sin embargo, sus pobladores se armaron de valor y ayudaron a reconstruir la ciudad, la cual terminó siendo una de las grandes mecas culturales de Estados Unidos.

Era jueves y la convención terminó a las 2:30 de la tarde. Tenía que aprovechar las horas restantes para lograr conocer esta histórica ciudad, ya que mi regreso al Istmo era el día siguiente.

Es más rápido en metro

La travesía comenzó a las 3:45 de la tarde. El sol estaba radiante y para aprovechar la luz del día había que transportarse en el Metro de Chicago, conocido popularmente como Chicago 'L', un sistema de transporte rápido que presta servicio en el área metropolitana de esta urbe.

La dinámica es muy sencilla. Una vez el visitante llega a la estación tiene que comprar una tarjeta 'Ventra,' en las máquinas expendedoras, a un costo de seis dólares, las que funcionarán para ir y regresar a la ciudad de Chicago. Es muy importante tener el dinero exacto a la hora de pagar la tarjeta, ya que las máquinas no dan vuelto.

Rascacielos en la calle Michigan.

En mi caso tomé la línea azul (The Blue Line), que cuenta con 33 estaciones (entre elevadas y subterráneas) ubicadas a lo largo de todo Chicago cuya población oscila en 9.5 millones, según las últimas estimaciones. Muy a pesar de que son varias paradas, el viaje hasta esta megaciudad solo dura 35 minutos, lo que en un autobús toma una hora y media.

Eran las 4:15 de la tarde y el sol estaba deslumbrante. Las avenidas atestadas de carros, pues la mayoría de las personas salían de sus trabajos. Mientras tanto yo seguía caminando y tomándome alguna que otra foto para registrar la visita del sitio también denominado como “La ciudad de los vientos”.

El Millenuim Park

La primera parada fue el Parque del Milenio o Millenium Park, ubicado en el famoso barrio The Loop, desde ahí el visitante puede ver cómo emergen los enormes edificios de entre las copas de los árboles. Más adelante hice una pequeña parada en la Fuente Crown, diseñada por el artista español Jaume Plensa, ya que tanto grandes como pequeños se acercaban a ella a divertirse con el agua que emanaba de dos estructuras de piedra de 15 metros de altura, recubiertas de vidrio, y desde donde se pueden ver videos con caras de sus habitantes.

La Buckingham Fountain en Chicago

Más adelante me encontré con el Pabellón de Conciertos Jay Pritzker Pavilion, diseñado por el famosos arquitecto canadiense Frank Gehry. Y mientras seguía caminando por el Millennium Park me fui encontrando con otras atracciones como la escultura Cloud Gate o The Bean (La Judía), el Jardín Lurie que, según cuenta la historia, hace referencia al pasado, presente y futuro de Chicago por medio de dos zonas bien diferenciadas. La sombreada Dark Plate o Lámina Oscura, representa el pasado de Chicago, misterioso y frío con una exuberante vegetación y una luz suave filtrada. Mientras que la Light Plate o Lámina Clara, una zona soleada y abierta, alude al presente y futuro de la ciudad.

Otra zona que visité a dos cuadras del Millenium Park fue la Buckingham Fountain, nombrada así en honor a la familia Buckingham (Gran Bretaña), es considerada una de las fuentes más bonitas del país.

Lo más interesante de la fuente son las vistas que se tienen del skyline de Chicago, además hay espectáculos de luces y sonido acompañados por enormes chorros de agua que alcanzan los 40 metros de altura y se pueden apreciar a cada hora. Definitivamente en este parque conocido como “el jardín de enfrente” es el lugar perfecto para pasar una tarde familiar que nunca olvidarás.

Mientra me dirigía hacia la metrópoli, observé a mucha gente haciendo ejercicio por la orilla del lago Michigan, con una superficie de 57,750 kilómetros cuadrados.

Lo más llamativo fue que los ciclistas tenían una vía exclusiva para ellos y los atletas contaban con otra, algo nada nuevo para un país de primer mundo como Estados Unidos.

Paseo en barco

Al llegar al centro de la ciudad quedé impresionada con los enormes edificios apostados a ambos lados del río Chicago, con aproximadamente 251 kilómetros de largo. Se trata de un río donde las personas pueden hacer un tour en crucero por hora y media, ya sea de día o de noche.

Durante la travesía en barco pude observar unos mil cien rascacielos de diferentes colores, como la Torre Willis, el John Hanckok y el famoso edificio Trump. Antes de comenzar el tour, es importante dirigirse al famoso puente de la Avenida Michigan. En la esquina sureste se encuentra una escalera donde está la taquilla para comprar el boleto a un precio de 30 a 40 dólares los adultos y 15 a 20 dólares los niños, según la temporada. Igualmente hay otras alternativas, como los paseos en kayak para disfrutar de las bondades que ofrece esta ciudad dividida por el río Chicago y por el cual atraviesan 38 puentes móviles o levadizos sobre un total de 52 puentes que cruzan el río.

Un recorrido en barco por el río Chicago.
Contrastes

El recorrido por las calles de la ciudad culminó a las 8 de la noche luego de haber recorrido 10 kilómetros. A medida que iba oscureciendo, la urbe empezaba a transformarse, las luces color neón le brindaban un toque especial que enamora a cualquiera que la visite.

La ciudad de Chicago, tiene mucho historia igual que muchas otras en el mundo. Fue el lugar donde vivió el famoso mafioso Al Capone quien gobernó el sector oriental de la misma y desató una serie de masacres y guerras entre bandas cuando la venta de licor ilegal era el negocio más fructífero del momento, situación por la que todavía hoy en Chicago es recordado.

Pese a ello, hoy Chicago, la tercera ciudad con más habitantes de Estados Unidos, figura como una de las más pujantes y generadora de oportunidades a la comunidad latina en el mercado laboral. De seguro que en otra oportunidad visitaré por más tiempo esta joya de lugar y así podré contarles más de sus bondades.

Algo de gastronomía
Degustación

En los últimos tiempos, la ciudad se ha sumado a la ola de la nueva cocina y Chicago se ha convertido en un polo gastronómico de primer nivel con 26 locales que, al menos, cuentan con una prestigiosa estrella Michellin —en 2017 Chicago era la novena ciudad del mundo en número de galardones—. Pero más allá de los fogones de alta cocina, si vas a Chicago tienes que probar dos especialidades locales de la cocina popular. El Hot Dog estilo Chicago y la famosísima Deep Pizza Giordano's, que las puedes conseguir en restaurantes como Riva Navy Pier, Trulucks Seafood  y el RAM.

Atún en salsa de espárrago.
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