'Quiero que los niños exploren su creatividad'

“La diosa del arte reparte el talento sin importar el lugar, la raza, el sexo o el color”. Esta es la frase que nos comparte hoy el pintor veragüense Aristides Ureña Ramos, quien cuenta que desde hace dos años y medio organiza clases artísticas en las zonas comarcales con el fin de captar a jóvenes y niños con destrezas en la pintura, para que así continúen su legado en Panamá.

El maestro del arte contemporáneo asegura que estos sitios son los menos privilegiados en el país, en temas de educación y difusión de la cultura, por lo que a través de su proyecto, que él mismo financia, quiere retribuir lo que una vez le fue dado. “Provengo de una familia numerosa. Soy el cuarto de catorce hermanos, las cosas no siempre fueron fáciles. Pero gracias al interés que tuve desde pequeño por el arte y gracias a los mentores que me guiaron en este largo camino, me animé a seguir mi sueño y a los 18 años viajé a Italia con una beca para expandir mis conocimientos en la Academia de Bellas Artes San Marco, en Florencia. Deseo que otros niños tengan las mismas oportunidades que yo”.

Las comarcas Ngäbe Buglé y Emberá Wounaan son algunos de los lugares que el pintor visita cada año, donde dicta clases de estimulación didáctica y metodología a los más pequeños.

“Este proyecto tiene una fase de desarrollo, no es sólo cuestión de presentarse y no darle seguimiento. Hay que trabajar duro para sacar adelante al nuevo relevo. Quiero que los niños exploren su creatividad”, puntualiza.

El artista sostiene que en estos momentos la zona Emberá va por la primera fase y en la zona de Ñürüm se encuentra en la segunda etapa. “Después iré a la comarca Guna Yala, pero aquí usaré otras técnicas debido a que ellos están más avanzados con estos conocimientos”.

El veragüense comenta que las clases son sencillas. Hasta el momento 300 niños se han beneficiado con estos talleres. “Hago laboratorios de estimulación, los otros se basan en la recuperación de la identidad cultural y memoria”.

Asegura que la mejor manera de rescatar las historias de estos pueblos es a través de los testimonios orales de los ancianos. “Estos diálogos están registrados en videos, en su dialecto original con subtítulos en español. El propósito de esto es crear una casa museo con información cultural de estos pueblos de forma digitalizada en cada comarca”, revela.

Impulsar la cultura debe ser la clave de una sociedad y por eso Ureña ha apoyado otras actividades que promueven el arte. “Hay que saber que los niños son los que dejarán el nombre de nuestra tierra en alto”, resalta.

Cuando el pintor habla de la diosa del arte se sorprende y dice que “donde menos se espera, el talento está presente, sólo hay que apoyarlo”.

En su travesía cuenta que encontró a una niña de cinco años que, a pesar de su corta edad, tenía una “impresionante” destreza en el dibujo y la pintura.

“¡Se imagina que a estos pequeñitos se les diera seguimiento para que desarrollaran al máximo este talento! Estoy seguro de que tendríamos más Sinclair en el Istmo. Ahora con el nuevo Ministerio de Cultura espero que la situación del arte local cambie y sea para el Estado una prioridad. Sé que cuando esto ocurra veremos un Panamá diferente y habremos avanzado en muchos temas”, comparte.

Posteriormente Ureña viajará a tierras italianas, donde seguirá difundiendo en diversos programas los talentos panameños que ha captado en los últimos meses y retomará las inducciones en las comarcas el próximo año 2020.