Les presentamos a Juantxu Rodríguez, el fotoperiodista

Actualizado
  • 07/12/2019 00:00
Creado
  • 07/12/2019 00:00
Mirada Interrumpida es el nombre de la retrospectiva fotográfica de Juan Antonio Rodríguez Moreno, fotógrafo español cuyo trabajo empezaba a ser elogiado por su cercanía y humanidad y que fue truncado por una bala durante la Invasión a Panamá

El nombre de Juantxu Rodríguez es poco conocido para muchos panameños. Quienes han seguido las investigaciones relacionadas con los eventos vividos en el país hace treinta años, con la invasión estadounidense en Panamá, probablemente conocen el nombre del fotógrafo español que falleció el 21 de diciembre de 1989, un día después de iniciada la incursión militar. Sin embargo, sobre su trabajo y su vida, era prácticamente desconocido.

Este es el principal objetivo de 'Mirada Interrumpida', nombre de la exposición fotográfica, una retrospectiva del trabajo de Rodríguez, quien falleció a los 32 años de edad y con solo nueve años de trayectoria profesional, pero que dejó un rico legado fotográfico.

Fotos de Juantxu Rodríguez

La exposición “ acerca a los panameños su obra y el carácter de quien fue un brillante retratista autodidacta y consumado fotógrafo social”, afirmó el embajador de España en Panamá, Francisco Javier Pagalday Gastelurrutia, durante la inauguración de la muestra.

“Hemos tratado de que a través de la década de trabajo de Juantxu se pudieran ver las relaciones inesperadas, no planeadas en su obra, su ojo por lo humano, lo social, las personas”, dijo Enrique Castro, curador de la exhibición.

Para Castro, en la exposición hay cuatro ausencias: la primera, el propio Juantxu; su trabajo, que se vio interrumpido abruptamente; su trabajo sobre la invasión, ya que en gran mayoría fue confiscado luego de su muerte y muchas imágenes que el fotógrafo hizo y que aún no han visto la luz.

Elisa Pavón. Al fondo, retrato de Juantxu Rodríguez

Elisa Pavón, representante de la familia y de la obra de Juantxu Rodríguez, agradeció la oportunidad de que Panamá recibiera a Juantxu y su obra en una fecha tan significativa, a treinta años de los sucesos que el costaran la vida y que da la oportunidad de que los panameños conozcan su trabajo y su rostro.

Sobre la exposición y la trayectoria de Rodríguez, Elisa Pavón conversó con La Estrella de Panamá.

Esta exposición forma parte de otra mucho mayor y que fue preparada a un año del fallecimiento del fotógrafo y que se presentó en Madrid.

“En esa exposición se sacaron unas 80 fotografías del total de su obra, las que más o menos en aquel momento, entre sus amigos, su jefe, familia, consideraron que era lo más representativo de su trayectoria profesional y se hizo un libro que se llama 'Homenaje', que es una antología de su obra”, detalla Pavón.

Imágenes de la invasión a Panamá.

Las fotografías colgadas en las paredes de La Casa del Soldado no es una exposición que se haya hecho ahora sino que se está exhibiendo un trabajo que se hizo con muchísimo cariño, por un laboratorista fotográfico que era muy amigo de Juantxu, que ya falleció, Antonio Navarro, pero que era un mago”, comenta Pavón.

Estas fotografías, trabajadas en químico y muy bien conservadas, realmente no son una selección de obra social de Juantxu; es que toda la obra de él es así”, relata la representante.

Realmente la dificultad de la exposición fue seleccionar solo 26 entre aquellas que habían sido ya elegidas.

“En todo este tiempo, con Enrique Castro, el curador, no hemos discutido ni una vez porque teníamos muy claro el mensaje que manda cada una de las fotografías, la dificultad ha sido elegirlas. elegir lo que mejor se iba a entender, o lo que podría condensar un poco más y reflejar también toda su trayectoria”, destaca.

La muestra se completa con tres imágenes de su obra en Panamá, tomadas en un solo día. Una de estas imágenes y que registra una fila de cuerpos sin vida en la morgue del Hospital Santo Tomás, víctimas del conflicto armado con Estados Unidos, le dio la vuelta al mundo. Otras dos recién se dan a conocer ahora, tres décadas después.

Intereses y series

“La trayectoria de Juantxu la hemos dividido en series, series de trabajo que él inició, aunque luego no terminó porque no pudo. Por eso se llama 'Mirada Interrumpida', porque son inicios de un trabajo que él como visionario quería terminar”, comenta.

La primera en la que trabajó fue una dedicada a la reconversión del área industrial de la margen izquierda de la ría de Bilbao, de donde era oriundo. “Él había crecido entre paredes negras, hay algunas imágenes donde se ve tanto hierro... la reconversión iba a traer lo que hoy en día es la margen izquierda de la ría en Bilbao: mucho verde... él lo vio y quería documentar cómo iba a cambiar la vida de las personas que vivían allí, de los niños que habían crecido donde él había crecido”.

En paralelo, en la Universidad Internacional Méndez Pelayo (UIMP), Rodríguez se convirtió en “un retratista único”.

“No ha habido un retratista cómo él que consiga sacar la esencia de los personajes con una naturalidad y con una verdad en la mirada, del retratado, increíble”, dice. Allí todos lo recuerdan, toda la gente en la universidad”, agrega.

La UIMP, a través de una beca, permitió que Rodríguez pasara un año completo en Estados Unidos, “él quería documentar cómo vivían los españoles en Estados Unidos y buscó personajes conocidos que hoy son eminencias y estuvo con ellos, pero no solo en el ámbito de trabajo, sino también en el personal, doméstico, con su familia. Es un trabajo que ha estado inédito durante 30 años y lo hemos presentado ahora, Es un trabajo de los más hermosos que hemos hecho y queríamos cuidar su deseo, porque él imaginaba y proyectaba esa exposición”, apunta.

En la muestra también hay fotografías que aunque no pertenecen exactamente a una serie, abordan un tema que le interesó muchísimo, la movida madrileña y los cambios sociales que acompañaron la transición entre la dictadura y la democracia en España. “Él lo quería documentar pero lo documentaba como una explosión artística, entonces, te podías encontrar en sus imágenes la sociedad cómo iba evolucionando y cómo esa libertad recién recuperada, cómo se despiertan un montón de pasiones y él, que era muy pasional, pues imagínate, ese trabajo no se pudo terminar porque eso lo estaba viviendo. Y él no pensaba las fotografías, las hacía”, reflexiona Pavón.

De estos momentos hay una fotografías de boxeo hechas a partir del trabajo con un boxeador que se llamaba Poli Díaz que tenía, en un barrio deprimido de Madrid, un gimnasio “donde a través del deporte enseñaba a los jóvenes una manera de defenderse, una manera de controlarse y además de todo, una excusa para no caer en el mundo de la droga, que era caldo de cultivo en ese momento”, recuerda.

Para Pavón, Juantxu igual reflejaba la realidad de un “junkie”, con todo el respeto, así como a un boxeador que se había librado por los pelos de una situación similar, que a una eminencia sentada en su sillón.

Su último trabajo, también inconcluso, fue sobre la invasión armada que sufrió Panamá en diciembre de 1989 y que lo tomó por sorpresa cuando llegaba al país haciendo escala para viajar hacia El Salvador, última parada de un viaje que lo había llevado a registrar, en compañía de la periodista Maruja Torres, el trabajo de los jesuitas en varios países de Latinoamérica.

“Juantxu no era un periodista de guerra, él era un fotoperiodista”, alguien que a partir de imágenes contaba las más variadas historias.

Autodidacta con mucha garra

La fotografía llegó a Juan Antonio Rodríguez Moreno por pura casualidad. “Había hecho la carrera de deporte, por eso era profesor de educación física, pero tenía un trabajito en una oficina. Un día le compró una cámara a un amigo que tenía problemas económicos, y se enamoró de ella, vio que realmente le gustaba y le permitía expresarse”, relata su cuñada.

Además, era una persona “con mucho carisma, con mucha fuerza y con mucha labia, tenía una capacidad que él mismo no sabía, que se ve en sus imágenes, de talento, pero portentoso”, asevera.

Esa forma de ser lo empujó a buscar imágenes de la ciudad de Panamá que estaba siendo invadida por un ejército extranjero. El 21 de diciembre, junto a un grupo de periodistas que se encontraban muy cerca de la entrada principal del hotel Marriott, donde se había hospedado, fueron embestidos por una tanqueta. Los disparos hicieron que todos corrieran por sus vidas. Maruja Torres, su compañera de aventura, le perdió la vista y no lo volvería a encontrar. Un certero disparo en el ojo le quitaría la vida.

No queda más que imaginar dónde hubiese llegado Juantxu Rodríguez con sus fotografías, al día de hoy.

“No lo sé, porque mientras más vamos rescatando y clasificando su material, vas viendo que podrías hacer miles de exposiciones con el trabajo de nueve años; distintas y todas llenando mucho. Es una capacidad constante de sorprendernos”, afirma.

Solo en Panamá, donde estuvo únicamente un día, en tres carretes que pudieron ser recuperados tiene un montón de documentos en distintos sitios. Esa capacidad que tenía de enredar a la gente, de decirle '¡Oye!, llévame, trae... ¿a dónde hubiera llegado? Donde hubiera querido, de eso estoy segura”, concluye.

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