Apariciones, un reflejo del alma del espectador

Allegro presenta su cuarto proyecto de su versión virtual, que se inaugura hoy a las seis de la tarde. Es la tercera muestra individual del artista salvadoreño Luis Cornejo
Lady with Unicorn

Apariciones es el nombre de la exposición que arranca hoy a las seis de la tarde en allegrogallery.net, cuarto proyecto de este año de la galería Allegro.

Se trata de una muestra del artista salvadoreño Luis Cornejo, compuesta por once pinturas y cuatro dibujos de su última serie.

Es la tercera muestra individual del artista en Panamá y se decidió por ese nombre pues “las imágenes a partir de las cuales he creado estas pinturas se me han presentado sin previo aviso, a veces desde lugares insospechados han tocado mi sensibilidad y estimulado mi imaginación. He querido transmitir al espectador esta fascinación que siento al dibujarlas, primero en bocetos y luego trabajándolas en el lienzo”, cuenta.

Cornejo, quien inició situando a sus personajes en espacios exteriores, como jardines o bosques, en esta ocasión decidió situarlos en escenarios interiores.

Totem

“Inicié estas pinturas en enero sin saber que, en un par de meses, tendríamos todos que estar en confinamiento por la pandemia. Ahora me parece revelador cómo, de alguna manera y sin yo proponérmelo, reflejan una pequeña parte de lo que hemos vivido este año: la cotidianidad entre cuatro paredes, los vínculos que desarrollamos con nuestros objetos”, detalla. (ver “Tótem”, “Vanitas”, “Lady with Unicorn”.

La pandemia, dice el artista, en entrevista con La Estrella de Panamá, “ nos hizo frenar y darnos cuenta de nuestra vulnerabilidad, nos ha recordado nuestra propia mortalidad como una posibilidad real, de corto plazo y no como un evento situado en algún futuro nebuloso”, haciendonos cambiar abruptamente de perspectiva. “De repente todo lo que dábamos por sentado y veíamos como indispensable para nuestros estilos de vida resulta que no lo era tanto. La verdad esta es una reflexión personal pero me imagino que muchos las habrán tenido similares”, reflexiona.

Contemporary Bouquet

“Estamos rodeados de objetos, casi todos desechables o más bien sustituibles, sobre todo los tecnológicos con una vida o vigencia muy corta. Antes los vínculos con los objetos provenían de un valor sentimental determinada por la historia de ese objeto (una herencia, tal vez) o por la proveniencia (un obsequio personalizado único)”, estima Cornejo.

Hoy día, ese vínculo tiene una la sensación (efímera) de novedad que transmiten las cosas.

Lección de canto

“Cuando la novedad pasa, el objeto pierde su valor ante nuestros ojos, que ya están buscando más novedad”, señala el salvadoreño. “En el encierro me ha resultado evidente la vacuidad de las relaciones determinadas por el objeto rey de nuestros días: el smartphone, y lo importantes que son las relaciones reales, en un plano físico con el mundo”, analiza.

Otro elemento, que ha mostrado un cambio, del cielo a la tierra, ha sido la forma en que nos relacionamos con los demás. La importancia de las relaciones humanas y esa cercanía que antes dábamos por sentado, este año han adquirido un valor y una forma de percibirlas totalmente diferente. Esta nueva forma de mirarnos queda plasmada en obras como “Somos tres”, “Lección de canto”, así como en la visión lejana de un cielo que puede recordarnos y hacer anhelar el infinito, en “Contemporary Bouquet”, “Rainy Day” y en “The Flirt II”.

Rainy Day

Cornejo es consciente de que la covid-19 no es la responsable de un mundo como el que vivimos hoy, más bien, es la situación que ha hecho evidentes algunas de las bondades o “maldades” del mundo de hoy. Pero que esta realidad esté frente a nuestros ojos, no necesariamente significa que se vaya a hacer algo al respecto.

“Cada quien en su metro cuadrado habrá aprendido algo, pero la sociedad como grupo dudo que cambie demasiado sus patrones de consumo desmesurado, de depredación del planeta o de explotación de otras personas”, afirma. “Honestamente no veo cómo pueda crearse un mundo diferente o mejor, aun y con el golpe de la pandemia”, agrega.

Y tampoco se puede cambiar algo de eso con la pintura. “La pintura, como yo la concibo, no existe para decirnos que hacer, para aleccionarnos o para ser un manual de ética y cambiar el mundo. Lo que hace la pintura es arrojar un reflejo, el reflejo del alma del espectador. Cuando miramos una pintura no hay que olvidar que ella a su vez también nos está mirando”, destaca.

Desde el inicio de su carrera Cornejo se inclinó por la representación de la figura humana, específicamente el retrato. Y para desarrollar su trabajo, utiliza fotografías encontradas en revistas, publicidad, o las redes sociales, y las fusiona con personajes del mundo del cómic, los dibujos animados o los videojuegos para así crear un hibrido que como resultado ofrece escenarios y situaciones totalmente imaginarias, inéditas, un lenguaje visual propio.

El artista
Luis Cornejo

(El Salvador, 1979). Estudió la licenciatura en Artes Plásticas con especialidad en pintura, en la Escuela de Artes de la Universidad de El Salvador (2007), y estudio con el artista Eberhard Bosslet en la Academia de Bellas Artes de Dresde, Alemania (2010).

Su obra ha sido exhibida tanto de manera individual como colectiva, en El Salvador, Guatemala, Panamá, Estados Unidos y Alemania, y forma parte de la colección del Museo de Arte de El Salvador, la Colección Ortiz-Gurdián de Nicaragua, así como también de importantes colecciones privadas.

Ha participado en ferias internacionales, en la VIII Bienal de Artes Visuales del Istmo Centro Americano (Ciudad de Panamá, 2013) y recientemente ha sido seleccionado para la VII Bienal Internacional de Arte en Beijing, China (2017).

Su obra ha sido publicada en los libros “Cool Painting” y “Alice”, ambos de Carolina Amell, y en Index Klasse Bosslet, entre otros.

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