Luchar contra la violencia de género desde la educación

Actualizado
  • 16/12/2020 00:00
Creado
  • 16/12/2020 00:00
Para la activista feminista Coral Herrera, una de las formas de minimizar el flagelo de la violencia hacia la mujer es a través de los cambios de patrones en la educación
Coral Herrera, escritora y comunicadora feminista española, conocida por su análisis en torno al mito del amor romántico.

“Una de las cosas que siempre me ha fascinado del movimiento feminista es la reivindicación sobre la idea de que todas las mujeres tenemos derecho al disfrute y al placer. Sobre todo tenemos derecho a vivir una buena vida, es decir, libre de violencia, de sufrimiento y de explotación”, expresó Coral Herrera Gómez, escritora, profesora y ciberactivista feminista española, invitada al conversatorio 'Letras contra la violencia', una campaña de carácter social creada por McCann Panamá para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

“El lugar más violento para la mujer es la casa. El lugar donde las niñas y adolescentes reciben más violencia es el hogar; desde abusos, violaciones, por parte del papá, padrastro, abuelo, hermanos, tíos y hombres allegados a las familias”, comentó la conferencista internacional y añadió que es fundamental educar las emociones para “librarnos de la violencia”.

“El epicentro del patriarcado se encuentra en nuestros corazones, en los sentimientos, en nuestra sexualidad, deseos y en las relaciones que establecemos. Creo que esta es la parte más difícil de desaprender. Desde el principio quise buscar la fórmula que nos permitiera liberar el amor romántico del machismo y de la carga patriarcal. Porque es a través del amor romántico como las mujeres, sin darnos cuenta, vamos acatando los mandatos de género, bajo amenazas de que si no somos obedientes y no aceptamos el rol que han elegido para nosotras, si no obedecemos, pensamos que nadie nos va a querer”, comentó Herrera.

El camino de la educación

Para la escritora, una de las formas de acabar con el machismo dentro de las relaciones de parejas es la educación.

Se necesita una transformación radical y profunda de la educación, porque siempre se dice que es a través de ella como avanzamos, pero no con una educación machista.

“A mí nunca me enseñaron a decir adiós a un ser querido. Tuve que afrontar la muerte sin herramientas. Me hubiera gustado que en el colegio me enseñaran a identificar mi dolor, sentimientos en potencia, a reconocer mis tristezas y expresarlo con palabras. También me hubiese gustado aprender a despedir a aquellas personas con las que compartí un trozo de mi vida y que dejaron en mí un recuerdo maravilloso”, zanjó.

Continuó diciendo que en las escuelas “deberíamos enseñar a los niños y niñas a manejar las emociones, sobre todo para que no hagan daño a nadie, explicarle a la nueva generación que el miedo, el dolor, la impotencia, el deseo sexual, son normales, que lo importante es que las emociones no nos arrastren y nos lleven a hacernos daño a nosotros mismos o a otras personas”, detalló.

Según Herrera, mientras sigamos contándoles a las niñas que la felicidad va a estar en una media naranja, en un príncipe azul, no vamos a avanzar. “No importa de qué estrato social sean, las niñas están aprendiendo a querer como esa princesa triste y sola”.

Reconoció que mientras los hombres tengan a su disposición miles de mujeres dispuestas a sufrir por amor, el ciclo de la violencia machista continuará. El cambio requiere una toma de conciencia colectiva, tanto del hombre como de la mujer.

La activista también remarcó que urge brindar a las niñas y niños todas las herramientas para desmontar todos los mitos del patriarcado y del romanticismo, y que comprendan que solo es posible el amor cuando “nos cuidamos ambos, de igual a igual”.

“Los niños deben aprender que las mujeres no nacimos para servir, que no somos criadas de los hombres. Cuando ves el uso del tiempo libre de mujeres versus hombres, es descorazonador cómo las mujeres no tienen tiempo para ellas. Solo es posible construir relaciones sanas cuando aprendemos a trabajar en equipo y no explotamos a la otra persona”, recalcó Herrera.

Durante la ponencia, Herrera reconoció que la pandemia nos ha recordado lo frágiles que somos y que nos necesitamos unos a nosotros.

La escritora invitó a la población a que se una y pida a los productores de contenido de entretenimiento y de la subcultura que ofrezcan otros productos, porque tienen la última tecnología pero el contenido no evoluciona. “Hay que mostrarles a los niños otros modelos de masculinidad.

“Yo trabajo talleres con adolescentes y les platico de lo maravilloso que sería el amor sin machismo, sin la desigualdad, desde los cuidados mutuos”, puntualizó Herrera.

Según información brindada por el observatorio de violencia de género de la Defensoría del Pueblo de Panamá, durante los primeros seis meses de 2020 se incrementó el feminicidio en un 29% con un total de 27 casos reportados de enero a septiembre de 2020.

Campañas e iniciativas

En Panamá, la organización Fundamorgan, que ofrece programas de acceso a la justicia, y 'Muver', una aplicación de tecnología 100% panameña, lanzaron la campaña 'Alto a la violencia de género' en la cual proporcionarán viajes gratuitos a mujeres vulnerables que sufren de violencia para que puedan trasladarse de manera segura a las fiscalías e interponer denuncias y realizar los trámites judiciales, así como participar en sus audiencias cuando lo requieran.

Marina Pérez de Cárdenas, directora ejecutiva de la organización, resaltó que es grato brindar atención legal sin cobro de honorarios profesionales a mujeres en situación de violencia doméstica, que muchas veces no pueden llegar a los juzgados y ahora recibirán apoyo en materia de transporte. “Es importante que entre mujeres nos apoyemos, y ese es el propósito de la aplicación, por eso queremos apoyar iniciativas que permitan a todas las mujeres de Panamá salir adelante, y una de las variables más importantes es que tengan un ambiente familiar sano”.

“Gracias a que somos una aplicación 100% exclusiva de mujeres, ya estamos proporcionando este ambiente seguro en los viajes realizados en la aplicación, pero también queremos que tengan un ambiente seguro en casa, por eso nos aliamos con Fundamorgan para ayudar a las mujeres que necesitan ayuda legal”, mencionó Anna Carolina Urrutia Gorman, CEO de Muver Panamá.

Actualmente se encuentran registradas en el país alrededor de 44 organizaciones no gubernamentales que luchan y defienden los derechos de mujeres como la Asociación de Mujeres Universitarias de Panamá (AMUP), la Unión de Mujeres Panameñas (Unamup), Fundagénero, entre otras.

Mientras que organizaciones gubernamentales como el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu) y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) tienen como objetivo promover y elevar la conciencia y la sensibilización hacia el género femenino; crear igualdad de oportunidades con políticas públicas; desarrollar su capacidad de participación efectiva en la vida nacional y erradicar los actos de discriminación, irrespeto, denigración, presiones, amenazas, humillaciones, insultos y agresiones verbales o físicas a las mujeres por razón de su género, que han restado competencias y habilidades al desarrollo político, económico y social del país.

Según información del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de Panamá, durante los primeros seis meses de 2020 se incrementó el femicidio en un 29%.

En el mundo, una de cada tres mujeres sufre maltrato físico, abuso sexual o de otra clase. Sin embargo, los servicios públicos, como los servicios de calidad para la salud mental, rara vez tienen en cuenta a las mujeres, su seguridad y el proceso que deben atravesar para recuperarse de la violencia.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a eventos traumáticos que genera la violencia contra la mujer, puede causar estrés, trastornos del sueño, miedo y desolación, lo que puede provocar depresión e intentos de suicidio. La exposición temprana a la violencia y otros traumas puede jugar un rol importante para predecir la violencia y la depresión.

En cifras

Un análisis de la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU Mujeres) establece que debido al confinamiento por la pandemia de la covid-19 es probable que muchas mujeres que sufren violencia no lo han reportado.

A su vez, la Organización Panamericana para la Salud (OPS) reportó que, en promedio, una de cada siete mujeres panameñas entre la edad de 15 y 49 años ha sufrido violencia física o sexual y discriminación por parte del género masculino.

Reportes estadísticos del Ministerio Público (MP) detallan que 113 mujeres han sido asesinadas en el último quinquenio, desde 2014, cuando empezó a regir la Ley 82 del 24 de octubre de 2013, que adopta medidas de prevención contra la violencia en las mujeres y reformó el Código Penal para tipificar el feminicidio y sancionar los hechos de violencia contra la mujer.

La mencionada ley tiene como objeto garantizar el derecho de las mujeres de cualquier edad a una vida libre de violencia y a proteger los derechos de las mujeres víctimas de violencia en un contexto de relaciones desiguales de poder, así como prevenir y sancionar todas las formas de violencia contra estas..

La ley define como feminicidio la forma de causar la muerte a una mujer, basada en la pertenencia al sexo femenino, por causa de la discriminación o cualquier otra forma de violencia.

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