- 17/08/2021 00:00

En el marco de los 500 años de la caída de México Tenochtitlan, el bicentenario de la consolidación de la independencia de México de España, y el bicentenario de la independencia de Panamá de España, la exposición artística 'Agua y plata: La ruta de los imperios' se inauguró el pasado 13 de agosto en la Embajada de México en Panamá. Este proyecto bilateral entre ambos países recoge a 40 artistas de México y Panamá (20 de cada país) que a través del diseño gráfico detallaron la esencia de la conquista española en los pueblos aborígenes de ambas regiones.
Los artistas panameños fueron seleccionados de la Universidad de Panamá, a través de la Facultad de Arquitectura y Diseño, así como de la organización de carácter artístico y cultural Panamá Poster Group; mientras que los artistas mexicanos fueron seleccionados de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, a través del Centro de Ciencias del Diseño y de la Construcción. Los 40 carteles estarán colgados en la Embajada de México en Panamá y podrán ser disfrutados hasta el próximo 13 de septiembre de forma gratuita. A partir de la fecha serán trasladados a diversas localidades del interior del país.
En el centro de la exposición se encuentran los elementos de agua y plata, los cuales simbolizan diversas características del asentamiento español en Panamá y México: el viaje a través del mar en busca de nuevos territorios para la Corona española, el mineral preciado para el comercio y los botines, o el proceso de lucha de los pueblos originarios de ambas regiones por mantener el control de sus poblados que preservaban los minerales y recursos naturales. En las obras de los artistas se destacan los análisis frente a la historia evolutiva de las huellas españolas en la cultura latinoamericana actual.
Para el maestro y fotógrafo artístico guna Nelson Naypiler, la iniciativa de rememorar el pasado histórico de la conquista española, desde la perspectiva indígena, presenta una puerta abierta “para pasar la página hacia el futuro, sin olvidar nuestro pasado”. En una conversación con La Estrella de Panamá, Naypiler expresó: “Siempre se nos ha enseñado que los españoles llegaron a nuestras costas en busca de oro, pero no es así. El oro era importante para la Corona, sin embargo, la plata era la que se utilizaba para la circulación comercial en España, por lo que ese fue el mineral que era mayormente demandado”.

“Desde nuestra perspectiva la plata no vale nada, es un mineral más que produce la naturaleza y la aprovechamos para la bisutería y accesorios de las mujeres”, comentó el maestro, “pero el agua representa conexión, vida, naturaleza, y la placenta de la mujer. Venimos del agua y vivimos de ella también, y cuidamos este recurso en toda la comarca”.
Por su parte, el embajador de México en Panamá, Luis Manuel López, destacó que el evento cultural es un llamado de atención a recordar el “importante papel de las comunidades indígenas en la preservación de la identidad cultural de ambos países”.
En la exposición también se detalla la importancia de la caída de México-Tenochtitlán –ahora conocida como ciudad de México–, ocurrida hace 500 años, el 13 de septiembre de 1521.

En este suceso se rememora una de las hazañas bélicas más importantes de la región latinoamericana durante la época colonial: la conquista de Tenochtitlán a manos de un ejército mayormente comprendido por guerreros indígenas, liderados por el conquistador español Hernán Cortés. Luego de tres meses de interminables batallas entre diversos pueblos indígenas, apoyados por los españoles, contra la triple alianza (México-Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba), el pueblo de Tenochtitlán fue el primero en caer, y después los españoles avanzaron hasta Tlatelolco, el último reducto donde estaba Cuauhtémoc, el último gobernante mexica. El 13 de agosto de 1521, el tlatoani fue capturado y llevado ante Cortés, según recopiló el historiador Julio Arriaga en su libro La caída de Tlatelolco.
Las innumerables obras de los hispanos en tierra mexicana y panameña convergen en los diseños de los artistas que conmemoran la evolución de los pueblos desde aquellos tiempos. Pero aún queda mucho por enseñar acerca de las luchas ganadas y perdidas ante el poder colonial, lo que inevitablemente forjó el estilo gubernamental en diversos países desde entonces.
“En México tenemos una profunda identidad nacional. Para nosotros la conquista significó lo que hoy somos: un pueblo mestizo, un pueblo de pertenencia tanto a lo prehispánico como a lo hispánico y a una nación multicultural”, indicó el embajador López, “pero también tomamos en serio las culturas y expresiones de nuestros pueblos originarios. En Tenochtitlán estaba el centro del 'futuro' mexicano, contando con tecnología, diversidad y política, tal como ahora”.
Para Naypiler, contar con expresiones artísticas para enseñar rasgos culturales a las nuevas generaciones de indígenas y no indígenas en el país es “una salida del pensamiento colonial que se mantiene aún. Estamos entrando a una era en la que el papel importante de los grupos indígenas está siendo reconocido y eso nos da esperanza de un avance en la educación nacional, ya que la historia la escriben los vencedores de forma subjetiva y es momento de enseñar la otra cara de la historia panameña, con el apoyo del Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura”, apuntó el maestro.