¿Cuánto dedicas a ti?

Actualizado
  • 04/12/2021 00:00
Creado
  • 04/12/2021 00:00
El año 2022 es momento de despertar y comenzar a trabajar por esos sueños que se harán realidad muy pronto
Se trata de trabajar en nuestros propósitos.

Quiero compartirte la historia de un joven miembro de una cuadrilla de esclavos condenados a trabajar en una mina:

Era aquella época cuando la esclavitud era explotada hasta su máximo punto. Eran jornadas muy largas y atenuantes, que empezaban con la salida del sol y finalizaban hasta muy largas horas de la tarde; el esfuerzo exigido superaba cualquier soporte de capacidad por un humano; era frecuente que muchos esclavos enfermaran y hasta murieran por el maltrato humano que recibían.

Los esclavos poco hablaban entre sí y sus expectativas de vida eran de resignación; sin embargo, había un esclavo entre ellos con total actitud distinta y excepcional por sus sueños. El joven esclavo tenía un pequeño huerto cerca de donde dormían todos, donde cultivaba vegetales, y siempre al llegar del atenuante día atendía sin mediar palabra su huerto.

Lo cuidaba, lo regaba con la poca agua que le quedaba de su porción diaria. Sin embargo, este pequeño acto era tomado como una desobediencia por sus superiores y continuamente recibía golpizas de castigo para que dejara el huerto y se lo destruían.

Mientras el otro grupo ya descansaba, a este joven esclavo no le importaba recibir este tipo de castigos por su deseo de mantener el huerto. El resto de esclavos se burlaba de él y de su actitud constante por cuidar ese pequeño huerto por el cual siempre recibía golpizas de castigo, y peor aún, el huerto siempre era destruido y jamás podía cosechar ningún vegetal o legumbre.

Una noche, como muchas otras, luego de una larga jornada llegó el joven con llagas, un gran cansancio cuyo nivel de agotamiento no se había visto antes, tanto así que sus compañeros le tendieron el camastro para que descansara. Pero para sorpresa de todos, en lugar de dormir y reponer su cuerpo para el día siguiente, el joven esclavo se levantó y fue al huerto a regarlo y mantenerlo como en anteriores ocasiones.

Inmediatamente al ver esa actitud, uno de los esclavos más viejos le regañó y dijo: “¿Qué buscas con esto? ¿Qué te maten con los castigos por tu actitud continua de querer ese huerto?”.

El joven respondió: “Hoy hemos trabajado todo el día para otra persona construyendo con nuestro sudor y sangre los beneficios de él, no los nuestros..., y qué triste sería irme a dormir sin haber hecho algún trabajo por mí y para mí”.

Esta historia es una clara muestra del tiempo que dedicamos a nuestros sueños y proyectos. Al escribir esta columna desde el Valle de Bravo (México), en un curso de capacitación en el que me encuentro, planteo un recordatorio de la importancia de parar nuestra jornada del día a día, bien sea que trabajemos para nosotros mismos o para un tercero; evalúa qué haces por ti, qué tiempo te dedicas, a tu espíritu, salud de tu cuerpo o a tus sueños.

El año 2022 es momento de despertar y comenzar a trabajar por esos sueños que se harán realidad muy pronto.

Hasta la próxima.

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