• 19/12/2021 00:00

Pifostio

Adoptemos esta palabra ideal para Panamá. Porque, ¿cómo podríamos describir nuestro país? Pues como un pifostio, así en general

Estoy yo más contenta que unas castañuelas esta semana, señores míos, porque la Real Academia de la Lengua Española, ese grupo de insignes catedráticos que a veces se empecinan en reconocer usos y abusos al español eliminando, por ejemplo, la tilde en la palabra 'sólo', esta vez, les contaba, que se han portado bien conmigo y han reconocido uno de mis vocablos favoritos: pifostio. ¡Pifostio ya está incluido en el diccionario! Podemos usarlo libremente, y pocos palabros son tan útiles y descriptivos. Miren, empecemos por su definición, el DRAE nos dice que 'pifostio' es una expresión coloquial de género masculino, que describe una situación de confusión o desorden, a menudo a causa de alguna reclamación o disputa.

Y me encantusa que lo hayan reconocido porque esa palabra describe aquilatadamente la mayor parte de los sucesos de nuestro día a día en este país. Vengan, acompáñenme y les explico con ejemplos.

En San Francisco todos los días se preparan unos pifostios del copón bendito entre los residentes que desean descansar y los locales de ocio nocturnos, a cuyos dueños, como los perfectos hideputas que parecen ser, les importa un ardite con los que tanto derecho tienen a dormir como sus clientes a divertirse y ellos a lucrar. Y al representante, el día menos pensado se le va a formar un pifostio bien guapo cuando a algún cabecicaliente se le ocurra tomarse la justicia por su mano.

Los pifostios que se montan, día sí y día también entre bandas rivales, narcos y tumbadores y pandillas barriobajeras traerán consecuencias que nadie desea imaginarse, mientras los estamentos de seguridad se buscan el ombligo tratando de observárselo entre lonjas grasosas, resultado de un escaso ejercicio y de unas frituras abundantes.

Y el pifostio que se va a preparar cuando en marzo dizque abran las escuelas y los cuatro mil imbéciles pertenecientes al gremio magisterial que se niegan a vacunarse digan que nanay con el puyazo, pero que quieren seguir cobrando el sueldo enterito va a ser requetelindo. No veo yo a los del Ministerio de Educación tomando cartas en ese asunto de forma contundente, quizá por miedo al pifostio de cierres de calles y protestaderas que vienen bajando.

¿Y el pifostio montado en Mi Cultura?, en ese ministerio de nuevo cuño cuyo líder supremo se pajea todos los días al llegar a su despacho de casi medio millón de dólares mientras se contempla a sí mismo en la gigantografía que recibe a los súbditos que entran a sus dominios, a pedir, por ejemplo que les paguen los emolumentos que les adeudan por el trabajo realizado hace meses, y el ministrillo se ríe a carcajadas de sus pretensiones, cual Lord Farquaad pero sin su pelazo.

En resumidas cuentas, la nueva palabra oficial, pifostio, es un vocablo maravilloso que designa a la perfección cualquier evento en este país. ¿El topón de Calle Arriba y Calle Abajo? Un pifostio. ¿La pelea entre marido y mujer en cuyos tejemanejes quedan metidos Raimundo y todo el mundo? Un pifostio.

Adoptemos esta palabra ideal para Panamá. Porque, ¿cómo podríamos describir nuestro país? Pues como un pifostio, así en general. Un lugar donde a pesar de que todo es un revuelo, el tráfico es un desmadre y las calles y la economía están hechas pedazos, la gente es capaz de preparar un pifostio por cualquier pendejada entreteniéndose con pajaritos preñados mientras los mismos de siempre se dedican a lo mismo de siempre.

Sugiero añadir la palabra al lema de Panamá, miren: Pifostio pro mundi beneficio. Creo que ahí hay nicho de mercado, en serio, podríamos incluso exportar expertos en el tema.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus