Monseñor Tomás Alberto Clavel Méndez, en el centenario de su natalicio

Actualizado
  • 21/12/2021 00:00
Creado
  • 21/12/2021 00:00
Recordamos la obra de un personaje insigne; el primer obispo panameño de la época republicana
Durante su vida religiosa, monseñor Clavel Méndez tuvo el privilegio de conocer e interactuar con los sumos pontífices: Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II; lamentablemente no concretó su encuentro con el papa Pío XII, ya que cuando se dirigía en barco a Roma, ocurrió el fallecimiento de su santidad.

Un día como hoy se conmemora el centenario del natalicio de monseñor Tomás Alberto Clavel Méndez, ocurrido en la comunidad de Cañazas, Veraguas.

Aunque para muchos panameños esta fecha puede pasar inadvertida, para quienes valoran el paso de figuras sobresalientes en la historia de nuestro país, es una fecha que tiene gran significado histórico, y por lo tanto, debe agradecerse, recordarse y celebrarse. Es evidente que en este artículo se anotan solamente algunas partes insignes de la trayectoria de monseñor Clavel Méndez.

La organización de la Iglesia en Panamá, a partir de la separación de Colombia en 1903, continuó dependiente de la Iglesia colombiana, en cuanto que la Diócesis de Panamá dependía de la Metropolitana de Cartagena de Indias. Esta dependencia se mantuvo hasta el año 1925, época en que Colombia reconoció oficialmente a la República de Panamá. El papa Pío XI, mediante bula el 14 de diciembre de ese mismo año separó la Iglesia Diocesana de Panamá de su dependencia con Cartagena y la constituyó arquidiócesis, con monseñor Guillermo Rojas y Arrieta como su primer obispo, oriundo de Costa Rica.

En ese momento, la Iglesia de Panamá solamente estaba constituida por la Arquidiócesis y el Vicariato Apostólico de Darién, regido por los sacerdotes claretianos. Esta organización eclesiástica se mantuvo así durante las gestiones de los obispos Juan José Maíztegui y Francisco Beckmann. En el año 1955 ocurre un cambio en la organización eclesiástica panameña, pues el papa Pío XII mediante la bula Amantíssimus Deus del 6 de marzo, crea la nueva Diócesis de David, formada por las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro.

Sin lugar a dudas, la vida y el legado de monseñor Tomás Alberto Clavel Méndez lo constituyen en uno de los personajes más ilustres del siglo XX en la República de Panamá.

La gestión de esta nueva diócesis fue puesta en manos de monseñor Clavel Méndez, que en ese entonces era un joven sacerdote de 33 años de edad, convirtiéndose en el obispo más joven de la época de la Iglesia católica universal.

En las planificaciones de Dios para su Iglesia, las razones humanas no son las que cuentan, pues solamente Él sabe quiénes son las personas que pueden continuar con la misión que encomendó a aquellos primeros pescadores, que se convirtieron en las columnas de la propagación de su mensaje. Monseñor Clavel Méndez con esa designación se convertía en el primer obispo panameño de la época republicana, y fue consagrado en la Catedral Metropolitana el 25 de septiembre de 1955, por el entonces nuncio apostólico monseñor Paúl Bernier.

Para la población cristiana de Chiriquí y Bocas del Toro estas decisiones del papa Pío XII fueron un motivo de suma alegría y bendición, pues la nueva diócesis abría la oportunidad para trabajar con más intensidad e independencia en sus proyectos pastorales y movimientos de fe. Por lo cual, la llegada a David de monseñor Clavel Méndez para realizar la toma de posesión en el cargo y concretar la elevación de la Catedral de San José, fue realmente una fiesta grandiosa en la historia de esta población, en un inolvidable 8 de octubre de 1955.

La acción pastoral del obispo Clavel Méndez en la Diócesis de David fue inconmensurable, desde cualquier perspectiva que se vea. Así, dos años después de iniciar su gestión, en 1957, se concluyó la construcción del obispado de David, obra que surgió y se realizó mediante las aportaciones y donativos de los cristianos de la nueva diócesis. Esta construcción refleja notablemente la otra construcción espiritual que el insigne prelado Clavel Méndez impulsó durante los aproximadamente nueve años que estuvo a cargo de la Diócesis de David.

En 1962, el santo padre Juan XXIII convocó a todos los obispos del mundo para la celebración del Concilio Vaticano II, un acontecimiento de importancia global dentro y fuera de la Iglesia católica, que tuvo un significado de renovación y de aperturas extraordinarias, y sirvió para mostrar que el anuncio de los valores evangélicos siguen siendo válidos para el mundo moderno, sumergido en múltiples crisis.

Monseñor Clavel Méndez asistió al concilio junto con el arzobispo Beckmann, y los demás obispos de Panamá. Durante las sesiones de 1963, monseñor Beckmann falleció víctima de un ataque cardíaco, noticia de gran impacto para el pueblo panameño que recibió su atención de pastor sobresaliente y dedicado por 20 años. La oración fúnebre en el sepelio de monseñor Beckmann durante la misa celebrada en la Catedral Metropolitana, estuvo a cargo de monseñor Clavel Méndez, quien, con su carisma de orador sagrado, resaltó las virtudes y el mensaje profundo de la vida de monseñor Beckmann al pueblo panameño. Recordó, entre otras, este mensaje de su maestro y amigo: “Muchos piensan que el ser patriota es saludar la bandera y escuchar militarmente el himno nacional. Sería mejor que no saludaran la bandera con la mano, sino con el corazón, por medio de la responsabilidad”.

Después de los sucesos del 9 de enero de 1964, la Iglesia católica panameña organizó la 'Cita con Dios y la patria', en el Parque de la Independencia, la cual congregó a más de 100 mil panameños, y el obispo Clavel, en un vibrante discurso enfatizó: “Justicia, justicia; justicia piden la patria y el pueblo panameño” e hizo un llamado a la paz y a la esperanza.

El 21 de marzo de 1964, el nuncio apostólico Antonio Pinci informó que el papa Paulo VI nombraba a monseñor Tomás A. Clavel M. nuevo arzobispo de Panamá. La ceremonia de toma de posesión se realizó el 25 de abril, durante la cual el nuncio apostólico entregó las bulas de su nombramiento al recién designado arzobispo.

La labor pastoral del prelado Clavel Méndez dirigiendo la Arquidiócesis de Panamá tuvo su base en la línea de trabajo que él desarrolló en la Diócesis de David, caracterizada por una total dedicación y cercanía con la gente, sin distinción de ninguna clase. Sin embargo, el trabajo pastoral en la arquidiócesis tuvo como fuente de inspiración las obras dejadas por su antecesor monseñor Beckmann, agregando las iniciativas que provenían de su propia visión y proyección de la Iglesia en el mundo moderno, fortalecidas con su participación de padre conciliar en el Concilio Vaticano II.

Entre las iniciativas de este guía espiritual se destaca su capacidad para aprovechar los avances en la comunicación moderna, que en ese momento se abrían en Panamá, y el 29 de julio de 1964 se transmitió la primera misa televisada por RPC Televisión, que fue oficiada por el arzobispo Clavel Méndez, y dichas transmisiones continúan hasta nuestros días.

Es de relevancia memorable la participación de monseñor Clavel Méndez en la creación de la Universidad Santa María la Antigua (USMA), cuyo nombre él mismo propuso, como un homenaje a la advocación mariana con la que se fundó la primera diócesis en tierra firme, en 1513. Fue su primer gran canciller el arzobispo Clavel Méndez, y designó como rector al sacerdote Benjamín Ayechu, de la Orden de Agustinos Recoletos.

Esta institución se inauguró el 27 de mayo de 1965 en las instalaciones del Palacio Arzobispal, cedido por el prelado para tal fin. El año siguiente donó unos terrenos en conjunto con el Gobierno Nacional para construir el campus de la USMA.

Durante su vida religiosa, monseñor Clavel Méndez tuvo el privilegio de conocer e interactuar con los sumos pontífices: Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II; lamentablemente no concretó su encuentro con el papa Pío XII, ya que cuando se dirigía en barco a Roma, ocurrió el fallecimiento de su santidad.

Es admirable la labor que el prominente arzobispo desarrolló en los pocos años que dirigió la arquidiócesis, y sus logros fueron fructíferos en la vida religiosa, educativa y cultural de todo este tiempo.

Sus honras fúnebres efectuadas en la Catedral Metropolitana fueron una gran demostración de admiración, respeto, aprecio y cariño por parte del pueblo panameño.

Sin lugar a dudas, la vida y el legado de monseñor Tomás Alberto Clavel Méndez lo constituyen en uno de los personajes más ilustres del siglo XX en la República de Panamá.

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