Los nominados iberoamericanos y europeos podrán asistir a la gala de los Goya

Actualizado
  • 23/01/2022 00:00
Creado
  • 23/01/2022 00:00
La decisión, adoptada por la Comisión de Premios Goya de la Academia de Cine de España, fue comunicada a los equipos de las películas, después de que la Academia revirtiera la decisión de entregar esos dos premios de forma virtual
Los realizadores de la película argentina La odisea de los giles tras recibir el premio a la mejor película iberomericana en los Goya 2020.

Los equipos de las cin tas nominadas al Goya a mejor película iberoamericana y a mejor película europea podrán finalmente asistir a la gala del 12 de febrero en la ciudad española de Valencia, después de que la Academia de Cine de España haya revertido la decisión de entregar esos dos premios de forma virtual.

La decisión, adoptada por la Comisión de Premios Goya de la Academia de Cine, fue comunicada a los equipos de las películas, según explicaron a EFE algunos de los afectados.

Hace una semana, la Academia había informado a los ocho equipos -cuatro en cada categoría- que no podrían asistir a la gala para evitar riesgos por la necesaria movilidad que implicaría la presencia de los mismos, ya que todos están fuera de España.

Los equipos de las películas iberoamericanas afectadas aseguraron entonces a Efe sentirse "muy decepcionados" por una decisión que consideraban “muy injusta”, ya que las fronteras de sus países no están cerradas y el riesgo de sus desplazamientos es el mismo que el de las personas que viajen desde Madrid o Barcelona a Valencia.

Los productores y realizadores de las nominadas iberoamericanas enviaron una carta a la Academia de Cine expresando su malestar...

La medida afectaba a los equipos de Canción sin nombre (Perú), La cordillera de los sueños (Chile), Las siamesas (Argentina) y Los lobos (México), en el caso de las películas iberoamericanas.

Y a El hombre perfecto (Alemania), Adiós, idiotas (Francia), Otra ronda (Dinamarca) y Una joven prometedora (Reino Unido), en la categoría de mejor filme europeo.

Los productores y realizadores de las nominadas iberoamericanas enviaron una carta a la Academia de Cine expresando su malestar y precisando las razones por las que consideraban que se debía reconsiderar la decisión.

Ahora la Academia ha dado marcha atrás y permitirá que representantes de los filmes puedan asistir presencialmente a la gala de los 36 Premios Goya.

El actor español José Sacristán será homenajeado en la gala de los 36 premios Goya.
Un Goya de Honor

Desde que en 2012 recibió su primer Goya por El muerto y ser feliz, el actor español José Sacristán lleva viviendo una década de premios, homenajes y renacimiento profesional que culminará el 12 de febrero con la recogida del Goya de Honor 2022. A sus 84 años y en plena forma, piensa en todo menos en retirarse.

“Retirada no, antes monja”, dijo, entre burlón y rotundo, en un encuentro con periodistas en la sede de la Academia de Cine en Madrid que recibirá en Valencia (este de España) de la institución que él mismo contribuyó a fundar a mediados de los años 80.

Exhibiendo su habitual lucidez y una memoria prodigiosa al evocar fechas, títulos, nombres y todo lujo de detalles de sus recuerdos, Sacristán se declaró contento y feliz. “No hay nada mejor que un reconocimiento así te pille trabajando, la continuidad en el trabajo es la mayor medida del éxito en un país como este”.

Inmerso en los últimos tres años en la gira teatral de “Señora de rojo sobre fondo gris”, el protagonista de películas como Un hombre llamado Flor de Otoño, El diputado, El viaje a ninguna parte o ¡Vente a Alemania, Pepe! recogió hace apenas cuatro meses el Premio Nacional de Cinematografía de España en reconocimiento a su carrera.

Tal y como recordó el presidente de la Academia española de Cine, Mariano Barroso, el Goya honorífico lo merece “por ser un modelo de entrega, de pasión, de ética y de profesionalidad (...), por ser el rostro y la voz del cine español de las últimas seis décadas y por representarnos de modo único en tantos títulos que forman parte de nuestra memoria”.

Desde que rodó El muerto y ser feliz con Javier Rebollo, Sacristán comenzó a ser reivindicado por una nueva generación de cineastas y llegaron Magical girl, con Carlos Vermut; Murieron por encima de sus posibilidades, con Isaki Lacuesta, o Toro con Kike Maíllo, entre otras.

“Pobre de aquel que entienda que lo sabe todo, esto es un aprendizaje permanente, hay quien se ha muerto de viejo haciéndolo igual de mal que el primer día”, reflexionó el actor, satisfecho y agradecido por la posibilidad de ese intercambio generacional, “aunque a veces te cabrees”.

Antes incluso de que le preguntaran por ello, Sacristán se refirió a las películas de su primera etapa, en la época del destape, para reivindicar a directores como Sáenz de Heredia, Mariano Ozores o Pedro Masó.

“Cuando vuelvo la vista atrás me reconozco en el camino recorrido, alguno puede opinar que si una película era una cosa u otra, pero todas forman parte de mi vida y estuvieron ahí para ayudarme a vivir y a alimentar la ilusión de ser actor, y a esos nombres no consiento que les toquen un pelo, es gente que confió en mí en mis principios”, declaró.

Unos principios que no fueron fáciles habiendo nacido en Chinchón, una pequeña localidad de la región de Madrid, en plena guerra española en el seno de una familia sin recursos y con un padre en la cárcel. “Querer aspirar a ser Tyrone Power en el entorno en que yo vivía era una cosa bastante loca”, admitió.

El anuncio publicitario de la 36 edición de los Goya, estrenado hoy por la Academia de Cine y en el que aparece Sacristán vendiendo el cine español puerta a puerta, es un guiño precisamente a esos comienzos profesionales, cuando compaginó la actuación con el trabajo de vendedor de libros a domicilio.

José Sacristán ha desarrollado también una parte de su carrera profesional en Argentina, donde se hizo popular en 1978 a raíz de Solos en la madrugada y allí protagonizó un título de gran relevancia como Un lugar en el mundo (1992), de Adolfo Aristarain.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus