Acoso escolar: 'solo se puede vencer al enemigo que se conoce', afirma el fundador de Bullying sin Fronteras

Actualizado
  • 05/03/2022 00:00
Creado
  • 05/03/2022 00:00
Los casos de 'bullying' en todo el mundo “han aumentado”, según reseña el primer estudio mundial sobre el tema. El podio internacional de este flagelo lo ocupan México, Estados Unidos y China. ¿Cuál es la situación nacional y el panorama regional? Aquí una mirada a la problemática y recomendaciones para enfrentarlo
El primer estudio mundial sobre 'bullying' anota que el podio mundial de acoso escolar lo ocupa México.

El caso de Drayke Hardman, un niño de 12 años que se quitó la vida tras sufrir acoso escolar en su colegio de Utah, Estados Unidos, encendió las alarmas en un tema que, aunque no es nuevo, cada día avanza amenazando la salud psicológica, física y hasta la vida de niños, adolescentes y jóvenes.

Los casos de bullying en todo el mundo “han aumentado en forma explosiva con relación a las últimas mediciones disponibles” (1990), revela el primer estudio mundial sobre acoso escolar, realizado por la oenegé internacional Bullying sin Fronteras (BSF) para América, Europa, África, Oceanía y Asia.

El escenario más usual de acoso escolar es el aula de clase. En Panamá, entre el lunes 7 y el 14 de marzo, más de 900 mil estudiantes del sector público y privado empezarán clases presenciales, según explicó el Ministerio de Educación (Meduca).

“En 2018 presencié, por primera vez, cómo un niño era víctima de acoso escolar”, señala Laura, maestra de cuarto grado. “Siempre había escuchado hablar del tema. Vivirlo, presenciarlo fue triste... Julio era muy cariñoso con todos. Algunas de sus conductas y hábitos generaban rechazo por parte de algunos de sus compañeros. Al comienzo, la situación de burlas terminaba con un llamado de atención, pero luego pasó a ser más seguido y él se ponía bastante triste. La situación pasó a otras instancias en la escuela, cuando se llamó a los padres y profesionales en el tema”, manifiesta la docente.

Para evitar el 'bullying' es relevante fomentar relaciones de confianza y respeto.

Cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) apuntan que el bullying afecta entre 18% y 31% de los jóvenes panameños (2018).

“Panamá está en la mitad de la tabla”, en la primera evaluación mundial sobre acoso escolar, señala a La Estrella de Panamá, Javier Miglino, experto en asuntos de derechos humanos y protección de la niñez y fundador de Bullying sin Fronteras. “Ni tan bien ni tan mal. Muy lejos de los números de México, EE.UU. o Brasil, pero peor que Costa Rica o España”, indica Miglino.

El primer estudio mundial sobre acoso, realizado entre enero de 2020 y diciembre de 2021, anota que el podio mundial de acoso escolar lo ocupa México, donde siete de cada diez niños y adolescentes sufren todos los días algún de tipo de acoso. Le sigue Estados Unidos con seis de cada diez niños y adolescentes sufriendo de acoso escolar, y muy cerca China, donde casi seis jóvenes y niños por cada diez, sufren el flagelo. En el caso de China, por razones políticas no se pudo contar con todos los datos disponibles.

Panorama regional
El Meduca, en conjunto con la Unicef, publicó en 2017 el Protocolo de actuación ante situaciones de acoso escolar, el cual establece pautas de acción en casos de intimidación en los centros educativos.

El caso de Drayke Hardman acaparó titulares en países de América. Sus padres hicieron pública su historia con la esperanza de generar conciencia frente a este tema que, según la Unesco, afecta a uno de cada tres adolescentes en el mundo.

En México, con 180,000 casos graves de bullying, “con los niños y los muchachos, tal como ocurre en el resto de América Latina, el foco principal para el acoso escolar pasa por un pobre rendimiento en las actividades deportivas”, dice Miglino.

“En general”, continúa el experto en asuntos de derechos humanos y protección de la niñez, “los acosadores toleran mejor a un compañero con buenas notas o con un comportamiento fuera de los cánones del aula que a aquel que no juega bien al fútbol, básquet, voleibol o la actividad física que se desarrolle en la escuela”.

El narcotráfico y sus consecuencias también influyen en forma significativa en el país. “Llamar 'matón' o 'sicario' a un joven es visto como algo bueno, y a partir de allí, la violencia se desborda. En el caso de las chicas, llamar 'buchona' (término vinculado a las esposas, novias o mujeres relacionadas con el narco y con alto nivel social) a una señorita también es visto como algo positivo, al menos al principio, para desencadenar luego en verdaderas espirales de celos y violencia”, señala Miglino.

Esta forma de maltrato psicológico, verbal o físico afecta a cualquier niño.

El trabajo que realizó BSF arrojó un total de 8,981 casos graves de bullying en Colombia. “Ya no ocurre como antaño en que padecían acoso escolar aquellos con mayor rendimiento escolar o atributos físicos. Ahora cualquier motivo es una excusa para el bullying y para dañar”, asegura Miglino.

En 2013, el Gobierno de Colombia creó una ley para controlar el bullying denominada Ley de Convivencia Escolar, gracias a la cual se creó el Sistema nacional de convivencia escolar y formación para el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos, y la prevención y mitigación de la violencia escolar.

Mientras que en Chile, desde 2011 existe la ley que sanciona el bullying o acoso escolar al interior o exterior de los establecimientos escolares. Según el estudio anual de BSF, hubo un aumento de 40% en las denuncias por maltratos físicos y psicológicos en colegios públicos y privados chilenos, pasando de 3,760 casos a 5,934.

Los casos registrados de bullying de todo tipo también aumentaron en Perú desde que comenzaron los estudios sobre el flagelo en el país andino (2016). Entre enero de 2020 y diciembre de 2021 se reportaron 15,558 casos.

Hablar con la víctima es una prioridad.

En Panamá, aunque no hay cifras exactas, el estudio plantea que el país está “en la mitad de la tabla”. “Un dato a resaltar es que mientras varios países miran de soslayo el problema del acoso escolar o bullying o incluso intentan con pseudo 'métodos' como uno pergeñado en Finlandia que promete curas milagrosas y en realidad es solo humo, Panamá está involucrado en la problemática”, indica Miglino.

“Nos han contactado varias veces en los últimos meses. Quieren desarrollar un sistema que evite y prevenga el acoso escolar e incluso el acoso cibernético o ciberbullying y servidores gubernamentales se han mostrado muy interesados en que Panamá sea la sede del próximo 2 de mayo, Día Mundial Contra el Bullying', efeméride creada por BSF y aprobada por la Unesco en 2016”, asegura el fundador de Bullying sin Fronteras.

¿Cuál es el impacto del acoso escolar en la familia y en la sociedad?

El bullying produce una disociación de la realidad que involucra a la víctima, a su familia, amigos y escuela. El niño vive atormentado, no puede estudiar, no puede dormir y en general no puede comer. Ese flagelo cotidiano lo va tornando más irascible y/o más deprimido, explica Miglino.

La Unesco señala que el flagelo tiene un efecto negativo significativo en la salud mental, la calidad de vida y el rendimiento académico de los niños. “Los estudiantes que sufren estas vejaciones son casi tres veces más propensos a sentirse como extraños en la escuela y faltan a clase más del doble que aquellos que no sufren acoso”, dice.

En Panamá, según la organización mundial, la normalización de la violencia en las escuelas dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje y propicia la deserción escolar.

La psicóloga Laura P. Del Valle manifiesta que “después de meses sin clases presenciales, ahora que los chicos regresan a las aulas hay que estar atentos a cambios de conductas. Durante las primeras semanas de clases se realiza lo que es la incorporación del estudiante al grupo; hay que prestar atención a las señales que puedan indicar acoso escolar”.

BSF coincide con la psicóloga y explica que para combatir el acoso escolar es esencial observar los cambios que padece un niño que está siendo sujeto de acoso en el colegio, ya que puede manifestar ansiedad, miedo, sentimientos de culpa, baja autoestima, problemas para relacionarse con sus pares, deseos de no asistir al colegio y presentar alguna sintomatología física (terror nocturno, vómitos, sudoración, temblores, entre otras). Y obviamente prestar atención si hay heridas, cortes o moretones que la víctima no logra explicar.

Esta forma de maltrato psicológico, verbal o físico no discrimina, afecta a cualquier niño. Los aspectos propios de su persona como las características físicas, sociales, económicas, familiares o personales pueden ser consideradas propicias para que el opresor se burle o intimide a la víctima.

“Por lo general un niño o adolescente víctima de bullying es una persona con poco contacto social, esto los convierte en personas aisladas fáciles de intimidar. También existen las víctimas activas, como los chicos con rasgos de hiperactividad”, indica Del Valle.

El fundador de Bullying sin Fronteras afirma que “hay tantos 'victimarios' o acosadores, como niños y adolescentes en el mundo. De pronto un niño brillante en la escuela que era absolutamente pacífico, se torna acosador. Ocurre lo mismo en la adolescencia. El grupo de referencia, los compañeros y amigos tienen una influencia primaria. Los padres (en el caso de que sean violentos), tienen una influencia secundaria”.

El Ministerio de Educación de Panamá (Meduca) anota que el papel del docente, director o directora, o de cualquier adulto que tenga a su cargo un grupo de niños o adolescentes, es decisivo a la hora de enfrentarse a una situación de acoso escolar.

BSF comparte esta afirmación y agrega que “para evitar el bullying es relevante fomentar relaciones de confianza y respeto, donde la capacidad de generar empatía, de ponerse en el lugar del otro sea un punto crucial a trabajar. Los niños deben ver a todos como iguales y no como objetos que están para satisfacer sus necesidades individuales”. “Hablar con la víctima es una prioridad, después con los padres junto a las autoridades pertinentes del colegio, las cuales deberían tener un protocolo a seguir”, dice BSF. Mientras que la Unesco asegura que hay que formar y apoyar a los docentes para prevenir y responder ante el bullying.

En cuanto a las medidas estatales, la Unesco propone asegurar la existencia de legislación para salvaguardar los derechos de los niños, y que se formalicen y cumplan políticas para prevenir y responder al bullying.

Además, asegura que se debe “mejorar la disponibilidad de información precisa y fiable sobre la problemática e implementar proyectos de prevención y erradicación, basados en evidencias de investigaciones”.

Sumado a ello, se debe “respaldar de forma prioritaria a los niños que son especialmente vulnerables al acoso, ya sea por su raza, etnia, discapacidad, género u orientación sexual, y establecer un sistema de denuncias y mecanismos de asesoramiento para los afectados”, asegura la Unesco.

Para hacer frente al flagelo en Panamá y, considerando que atender las situaciones de acoso escolar demanda un esfuerzo y responsabilidades de la comunidad educativa e instituciones responsables de la atención de la población infantojuvenil, el Meduca, en conjunto con la Unicef, publicó en 2017 el Protocolo de actuación ante situaciones de acoso escolar, el cual establece pautas de acción en casos de intimidación en los centros educativos.

El acoso escolar está presente en todos los rincones del mundo. Los estudios apuntan que hay aumento de casos en algunos países. ¿Se podrá 'vencer' al bullying? “En la primera etapa en que nos encontramos, lo visibilizamos, y a partir de ahí ganaremos la mitad de la batalla. Solo se puede vencer al enemigo que se conoce. Estamos previniendo y salvando vidas. En una segunda etapa, cuando todos los gobiernos se involucren, podremos erradicarlo”, asegura Miglino.

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