La historia del catolicismo en Panamá pintada en la cúpula de la Catedral

Más de 170 imágenes componen la obra “Celebración de la Virgen María la Antigua y la historia de la Iglesia católica de Panamá”, que desde hoy adorna la cúpula de la iglesia Catedral Basílica Metropolitana realizada por el artista Aristides Ureña Ramos.

Se trata de una obra de doce metros de circunferencia pintada en resina acrílica sobre un material de algodón, que desde el primer momento representó un gran desafío para el artista, por los problemas técnicos de humedad que presentaba la superficie de la cúpula. “Es una técnica muy difícil; una cúpula puede ser la muerte de un artista plástico”, dijo Ureña.

Para fortuna del pintor veragüense, no se trata de la primera cúpula que ha trabajado, ya que durante los cuarenta años que pasó en Italia pintó obras similares, como en la cúpula del Convento de San Domenico, en Fiesole, Italia.

Esta obra es la última de tres que la Iglesia católica le encomendó. Las dos primeras fueron "El Cantar de las Creaturas”y “100 años de medicina” que componen este ciclo pictórico.

La obra “Celebración de la Virgen María la Antigua y la historia de la Iglesia Católica de Panamá”,  narra el proceso evangelizador en tierra firme del catolicismo en Panamá.

"La fe llegó a tierra firme mediante el patrocinio de Santa María la Antigua y esto es lo que celebramos", dijo el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, quien presidió la misa de inauguración de la obra.

A juicio de Ulloa, las personas podrán entender, a través del mural, la  historia del catolicismo panameño, desde la llegada de Santa María la Antigua y  cómo la fe ha iluminado al pueblo panameño en sus diversas luchas. 

Ureña, hijo de un socialista y una católica devota, asegura que su educación ha sido algo extraña.  “El diablo y el ángel me educaron”, recalcó. A renglón seguido, agregó, que no encuentra conflicto entre su perspectiva racional e irracional de la vida. “Mi manera de ver la religión es en pro de hacer el bien”, agrega el artista.

Otro de los elementos que más destacan en el arte de Ureña es la identidad nacional, dado que para él ser panameño es un “fenómeno único”. “Panamá es un país multicultural, pero esa multiculturalidad no se refleja en las artes”, analiza el pintor.

Desde su lienzo Aristides aboga por el abrazo de lo nacional “Los artistas buscan modelos de afuera, que está bien para aprender las técnicas, pero el panameño es algo particular. Solamente una mente divina ha pensado un país como el de nosotros, donde convergen el blanco, el negro y el mezclado, esa es la panameñidad”.

Pese a esto, el maestro Ureña piensa que esto no se ha visto representado en las artes nacionales, de allí que su obra busque rescatar estos valores identitarios, mediante la utopía de pensar que los panameños pueden participar en el mundo de la estética con nuevos conceptos.