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- 29/01/2023 00:00

La cotidianidad, la vida diaria y los hechos noticiosos son el principal insumo para el trabajo periodístico, y eso lo sabe muy bien Griselda López, escritora y periodista , quien está por presentar No me extraña tu presencia, su más reciente colección de cuentos en los que mezcla vivencias personales y situaciones que han hecho noticia reciente. Los migrantes, las mujeres vejadas, las protestas sin sentido y el menosprecio a los adultos mayores convergen con sentimientos como la melancolía, la alegría e incluso la indignación. Sobre esta obra que será rpesentada el próximo 2 de febrero, su autora conversó con la Estrella de Panamá.
Soledad, no. No me extraña tu presencia, es una expresión agradable para una persona que queremos tener cercana siempre. Yo no veo la soledad como algo extraño o negativo. Es la capacidad humana para pensar, reflexionar, profundizar, estar o recordar. Hay recuerdos alegres y otros tristes, pero todos forman parte de ese ser humano que somos. En uno de sus versos un personaje dice “no me extraña tu presencia”, recordando el famoso bolero de Benny Moré. Es un bolero muy bonito y sentido, que recuerdo, muchas veces baile, en la secundaria.

El inmigrante no lo es porque quiere serlo. El sitio donde ha vivido y crecido, y algunas personas impositivas, no le dieron la oportunidad de tener a su alcance las cosas y que el ser humano necesita. Cruzar ríos o montañas para llegar a un sitio, en donde no sabremos si vamos a ser bien recibidos, no es humano. Humano es que en cada país existan las condiciones de vida que toda persona necesita para que no emigre forzosamente. Las mujeres cada día son más avasalladas, de donde vienen, donde están y a dónde llegaron. Para ellas nada ha mejorado.
La frase es del escritor Juan Goytisolo. Me gustó. Porque la memoria y los recuerdos permanecen presentes en nosotros. Siempre recuerdo una clase una maestra en primer grado, me la memoricé y nunca la he olvidado. Cuando nos veía triste decía: ¡miren el Canajagua que hoy está más hermoso y brillante que nunca! Nuestra niñez, permanece en nuestra memoria, los padres, aunque muchos ya se fueron, nos recuerdan momentos diversos.
Hace muchísimos años conocí a un periodista inglés que vive en España y habla mejor español que yo, e hicimos una amistad, que, aunque tenemos tiempo de no vernos, continúa, porque nos unió el hecho de mirar el mundo con la misma perspectiva y coincidíamos en nuestros análisis. Siempre intercambiamos notas por computadora o celular, nos vemos poco, cada uno tiene su propia vida, pero analizamos acontecimientos. Somos amigos eternos, no importa donde estemos.

Claro que nos preocupamos por nuestro interior. La vejez no es negativa, es un acumulado de experiencias de todo tipo. Toda edad es la suma de las vivencias que tenemos como seres humanos. La sociedad le puso un adjetivo a la vejez. Podemos tener problemas físicos, pero el espíritu ni la memoria desparecen. Hay que respetar y no darle la espalda, a las personas mayores. Han acumulado conocimientos e historias que se deben aprender.
No hemos avanzado, Hemos empeorado. El registro de muertos en guerras que la ONU pudo haber detenido, nos estremece. Cuantos jóvenes mueren en guerras en donde las conversaciones pudieron haber detenido, el sin sentido y el abuso. El paso de los migrantes a diario por el amargo y selvático camino nos deja huellas de muertos, violaciones en personas que buscaban nuevos horizontes. Las imposiciones gubernamentales en los diferentes países, la autoridad alejada de la realidad nos quiere colocar en un mundo cada vez mas incierto. Pero la lucha debe ser inteligente, no explosiva. No debe ser dadivosa, debe ser constante y tenaz, no acallar protestas sino dar soluciones.
Yo pienso que debe ser la acción. Y el optimismo no puede ser sino analizamos cuál es la realidad del mundo en que vivimos y actuamos. Tú como periodista comprendes que muchos de los análisis que se hacen están alejados de la realidad. Que la falsedad se ha convertido en una verdad, y que algunos medios, nacionales e internacionales, solo enseñan un parte de un problema y no el problema completo. La sociedad y los sistemas se acomodan para seguir y sobrevivir. Lo malo es que ya es una costumbre y seguimos su negativo camino.
En No me extraña tu presencia, trato de narrar acontecimientos que suceden y sobre todo la situación de las mujeres, que ahora salen en la primera plana de los diarios, no como profesionales, sino como víctimas inocentes de una sociedad que le falta hacer mucho por ellas. Y que solo lee las noticias y pasa la página o el canal.
Para concluir, te diré que la soledad no existe. Lo que existe es la pobreza, el abandono, el desempleo, y la falta de solidaridad humana. Prefiero al señor del cuento, que ve el rio correr y el atardecer a través de una hermosa vida acumulada, él siempre decía con placer:” no me extraña tu presencia”, cuando observaba la cambiante luz del sol o las aves cantarinas volar y los ríos fluir hacia el mar.