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Ted Danson: 'La conciencia pública y la transparencia son clave para impulsar la acción corporativa y gubernamental'
- 28/02/2023 00:00

Our Ocean se llevará a cabo este año en Panamá, el 2 y 3 de marzo. Esta reunión pretende crear espacios para un diálogo colaborativo entre jefes de Estado, el sector privado, la sociedad civil e instituciones académicas para discutir cómo pueden ser protegidos nuestros recursos marinos, promover su uso sostenible y generar educación y conciencia en la ciudadanía. Ted Danson, conocido por su actuación en la serie de televisión “Cheers”, ha sido uno de los principales colaboradores en Oceana. Sobre la importancia de velar por nuestros océanos, sus mayores amenazas y el trabajo de esta organización, conversó con La Estrella de Panamá.
Mi interés en la conservación del océano empezó un día, a finales de la década de 1980, cuando decidí llevar a mis hijas –que en ese momento tenían 4 y 8 años de edad– a nadar a la playa en California. Estábamos a punto de entrar al agua cuando nos detuvo un letrero que decía “prohibido nadar, océano contaminado”. Mis niñas no podían creerlo y yo tampoco. El océano estaba cerrado. Ellas me preguntaron: “¿Por qué?, ¿por qué no podemos ir a nadar?”. No pude responder su pregunta, así es que decidí involucrarme. Resulta que en nuestra comunidad había una lucha para evitar que una compañía petrolera taladrara 60 pozos en la playa en Los Ángeles. Fue entonces cuando mi amigo y yo decidimos crear una organización llamada The American Oceans Campaign, que más adelante se convirtió en Oceana. Hoy Oceana es la mayor organización en defensa exclusivamente de la conservación del océano.

No hay duda de que nuestros océanos están en problemas. Estamos contaminando el mar y matando mucha vida marina en el proceso. Hoy, la mitad de las existencias de peces se han agotado. Piratas modernos continúan sobrepescando en nuestros océanos, amenazando naciones cuya principal fuente de proteínas es la de los mariscos. Malhechores continúan escondiéndose tras el horizonte. Métodos de pesca destructivos –como las redes de arrastre– siguen arrasando con corales centenarios y las especies que estos llaman su hogar. Pescadores continúan desechando los mariscos y la fauna que sin intención caen en sus redes. Y contaminadores corporativos siguen causando caos en nuestros océanos –expandiendo las perforaciones marinas sucias y peligrosas y produciendo cantidades récord de plásticos de un solo uso, innecesarios. Pero me mantengo tan esperanzado como siempre. En poco menos de 20 años, he visto a Oceana y a sus aliados lograr más de 275 victorias que han detenido la sobrepesca, destrucción de hábitats, contaminación de petróleo y de plástico, y la muerte de especies amenazadas como tortugas, ballenas y tiburones. La ciencia nos dice que con las debidas protecciones podemos restablecer la abundancia del océano. Y si salvamos los océanos, podemos alimentar al mundo.
La conferencia Our Ocean es una de las mayores reuniones de líderes del océano de todo el mundo. Es importante que eventos como estos produzcan compromisos concretos y factibles para ayudar a proteger y restablecer los océanos del mundo. Desde 2014, la Conferencia Our Ocean ha generado más de 1.800 compromisos, ha asegurado más de $108 billones para la conservación del océano y ha protegido más de 5 millones de millas cuadradas de océanos. Panamá rebosa de biodiversidad a lo largo de sus costas, así que es apropiado que sea la anfitriona de esta octava conferencia anual Our Ocean. Tanto la conferencia Our Ocean como Panamá tienen una impresionante trayectoria de generar resultados para los océanos. Espero que esta tendencia continúe en la conferencia de este año.

La contaminación es una de las mayores amenazas que nuestros océanos enfrentan hoy. En Oceana trabajamos para detener la expansión de las perforaciones marinas, no solo para prevenir derrames de petróleo, sino también para reducir la contaminación de efecto invernadero que contribuye a la crisis climática. Trabajamos para detener la producción y utilización innecesaria de plásticos de un solo uso que está inundando nuestros océanos. Quedé impactado al saber que un estimado de 33 billones de libras de plástico llegan al mar cada año. Es el equivalente de dos camiones de basura llenos de plástico arrojados al mar por minuto. Y aunque las compañías claman que reciclar es la respuesta, solo el 9% de los desechos plásticos generados ha sido reciclado. Mientras tanto, la producción de plástico se espera que se triplique en las próximas tres décadas. El plástico tiene un profundo error de diseño: un producto hecho para durar para siempre es a menudo utilizado por solo unos momentos antes de ser descartado. Y en lugar de degradarse, el plástico se rompe en piezas más y más pequeñas que son tragadas por todo, desde peces hasta tortugas, focas y aves marinas, muchas de las cuales están amenazadas. El plástico está ahora en nuestra comida, en nuestra agua e incluso en nuestro aire, y contribuye al cambio climático en cada etapa de su ciclo de vida. De hecho, si los plásticos fueran un país, sería el quinto mayor emisor de gases de efecto invernadero.
El 40% del plástico producido anualmente es para un solo uso o para empaques. Mucho de este plástico es innecesario y podría ser eliminado con alternativas más sostenibles como empaques reusables y rellenables. Si queremos evitar que el plástico entre a nuestros océanos, compañías como Coca Cola y Amazon deben reducir el uso de plásticos de un solo uso y ofrecer a sus consumidores opciones libres de plástico. Justo el año pasado, Coca Cola se comprometió a vender el 25% de sus productos en empaques reusables para 2030, lo que llevaría al equivalente de 1 billón de botellas de 1 litro, de un solo uso, fuera de nuestros océanos cada año. Esta es una gran noticia dado que Coca Cola vende uno de cada cinco refrescos globalmente. Los gobiernos pueden también jugar un rol importante en crear políticas que regulen el uso de los plásticos. Hemos visto grandes ejemplos en Chile, Canadá y en el estado de California en Estados Unidos, por mencionar algunos. Panamá también tiene una fuerte historia abordando la contaminación por plástico. De hecho, Panamá fue la primera nación en Centroamérica en prohibir las bolsas plásticas. Desde entonces el país ha prohibido otros productos plásticos de un solo uso. Espero que Panamá continúe liderando en el abordaje de la creciente crisis de los plásticos y tenga un renovado compromiso, y la conferencia Our Oceans es la oportunidad perfecta. Otras compañías y gobiernos deberían también ajustar y reducir su dependencia de plásticos de un solo uso.
La reciente Conferencia de las Partes (Cop 15) Conferencia de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica en Montreal, Canadá (2022), fue un momento crucial para la conservación del océano. Durante esta reunión los países se unieron para comprometerse en la protección del 30% de la tierra y el mar para 2030. Esto es importante porque mientras los océanos cubren el 70% de nuestro planeta, solo el 8% de ellos está actualmente protegido. Sabemos que cuando nuestros océanos están protegidos y esas protecciones son obligatorias, prosperan. Es por eso que Oceana y sus socios en Bloomberg Philantropies se están sumando a la meta global de proteger el 30% del océano para 2030. Esto también significa proteger aguas cercanas a las costas para pescadores artesanales y comunidades costeras que dependen de esas áreas para su comida y sustento. La buena noticia es que hay grandes ejemplos de países que están tomando acciones para proteger importantes áreas oceánicas, incluyendo Panamá, que fue una de las primeras naciones en el mundo en comprometerse a proteger por lo menos el 30% de su océano.
Creo firmemente que la conciencia pública y la transparencia son clave para impulsar la acción corporativa y gubernamental. Esto lo hemos visto en nuestras campañas alrededor del mundo. Por ejemplo, Oceana ha estado haciendo campaña con el mayor minorista en el mundo –Amazon– para que reporte la huella que producen sus empaques plásticos por los últimos tres años. En diciembre, la compañía reportó que utilizó 97.222 toneladas métricas de empaques plásticos para órdenes enviadas a través de sus centros de distribución en 2021. Aunque esta figura no incluye todos los empaques plásticos utilizados en las órdenes vendidas a través de la página web de la compañía y sus vendedores terciarios, es un paso importante hacia un incremento de la transparencia de la compañía. Las pesquerías son un área importante en cuanto a la transparencia. Hay más de 440.000 naves de pesca industrial alrededor del mundo y que son responsables del 72% de la pesca de los océanos del mundo. Desafortunadamente puede ser a menudo difícil monitorear sus actividades. Por eso es que Oceana, en colaboración con Sky Truth y Google, creó Global Fishing Watch que permite a cualquier persona en el mundo monitorear las mayores naves pesqueras a nivel comercial en casi tiempo real, de forma gratuita. Hoy, alrededor de 80.000 naves pesqueras comerciales –un 20% de la flota pesquera industrial mundial– pueden ser rastreadas en el mapa de Global Fishing Watch. Oceana está trabajando para incrementar la transparencia de la pesca comercial con el fin de asegurar que las naves pesqueras son rastreables, lo que significa que pueden ser responsabilizadas. Los gobiernos tienen el poder de incrementar masivamente la transparencia, no solo donde las naves se encuentran pescando, pero quién las posee, qué pescan, y a dónde va ese alimento. Hasta entonces, la pesca ilegal seguirá socavando a los pescadores honestos, engañando a los consumidores y robando nuestros océanos.