Una oleada de bodas antes de los meses de luto en Irán

Actualizado
  • 21/09/2017 13:33
Creado
  • 21/09/2017 13:33
Durante los dos meses del calendario islámico de moharram y safar, la República Islámica entra en un período de luto

Durante el último mes en Irán, las salas de fiestas han trabajado sin descanso para acoger la multitud de bodas que se celebran de forma apurada antes del inicio de los meses de luto chiíes, en los que cualquier atisbo de alegría es censurado.

Las parejas poco previsoras han tenido que meter el acelerador con los preparativos del festejo y disputarse las escasas fechas y lugares libres, debido al alto número de reservas todos los días de la semana. Hamid y Shahrazad son un ejemplo.

Estos jóvenes médicos celebraron su boda en compañía de la familia y los amigos el sábado pasado, un día laborable en Irán, donde el fin de semana corresponde al jueves y el viernes.

"Todos los locales estaban llenos", comentó a Efe Hamid, quien debido a la muerte de un familiar tuvo que retrasar la fiesta del enlace y solo contó de plazo con diez días antes del mes islámico de moharram, que comienza mañana.

Cuando hace seis meses buscaron un salón para la celebración, los pocos disponibles ya solo les daban turno para el sábado y el martes, unas restricciones que también sufrieron a la hora de encontrar fotógrafo. Shahrazad explicó que esas "limitaciones" de debieron a la proximidad de moharram: "Todas las parejas se apuran a casarse en el mes previo, pero no podíamos posponerlo para dentro de dos meses debido al trabajo en el hospital", agregó.

Su boda, en una sala de fiestas con jardín a las afueras de Teherán, mezcló a hombres y mujeres y contó con una banda de música para amenizar el baile, todo ello vetado en la teocracia iraní.

Los locales de la periferia de la capital son muy demandados por brindar más libertad alejados de la vigilancia policial, pero aquellos que se encuentran en el centro tampoco escapan a la avalancha de reservas.

Mehdi Shirazí, director de la sala Abgine, en la céntrica calle Fatemí, indicó a Efe que si durante el año la media mensual de bodas es de doce o quince, el mes antes del comienzo de moharram organizan una treintena. "Todas las noches de este último mes hemos acogido una boda y nos hemos visto obligados a rechazar a varias parejas por falta de días libres.

Es un mes de mucho trabajo para nosotros", afirmó Shirazí. El responsable de Abgine tampoco puede tomarse ahora un descanso, ya que las reservas continúan para eventos religiosos durante moharram, los llamados "valime", en los que se invita a comer para celebrar desde el nacimiento de un hijo a un viaje a la ciudad santa de La Meca.

Estas celebraciones son tradicionales y discretas porque, durante los dos meses del calendario islámico de moharram y safar, la República Islámica entra en un período de luto que sus ciudadanos cumplen sin excepción, ya sea por convicción u obligación.

En este tiempo se recuerda el martirio del imán Husein, el tercero de los chiíes, quien falleció en una batalla en Kerbala (actual Irak) contra el califa Yazid I en el año 680.

Las calles de Irán se engalanan de negro, en unas expresiones de tristeza y sacrificio que tienen su momento culmen el día de Ashura (el 10 del mes lunar de moharram), cuando se conmemora la muerte del imán y nieto del profeta Mahoma.

El cumplimiento de este luto no está marcado por la ley o la religión, pero es tal el fervor nacional -fomentado por las autoridades- estos 60 días que pocos se atreven a romper con la tradición. "La gente se ha acostumbrado a no celebrar bodas en estos meses y aunque no sean religiosos lo hacen por respeto", explicó a Efe Yohana, una maestra de 55 años que ha estado invitada a dos bodas en la última semana.

Además -continuó- hay religiosos que "creen que trae mala suerte" contraer matrimonio en estas fechas, por lo "todos se quieren casar con prisas antes". Fue el caso de la pareja del enlace al que acudió la maestra este mismo lunes, que temía la mala suerte de casarse en moharram o safar y no quería aplazar la boda dos meses.

Los pocos que deciden casarse durante los meses de luto lo hace sin festejar, organizando solo una cena. Sin embargo, lo que de forma clara predominará a partir de mañana en Irán serán las ceremonias religiosas en honor al imán Husein, figura clave del islam chií.

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