Madrid, la ciudad donde la historia y el sabor confluyen

Actualizado
  • 13/06/2019 02:00
Creado
  • 13/06/2019 02:00
En la capital española reposa el esfuerzo de propuestas gastronómicas protectoras de las tradiciones 

Las calles de Madrid están impregnadas de un aroma a historia, cultura y caricias al paladar. En la capital española, que parece ignorar el descanso y no dar tregua al aburrimiento, reposan algunas de las más importantes colecciones de arte del mundo, al tiempo que florecen numerosas alternativas gastronómicas que han logrado abrirse un espacio frente a la demanda de visitantes hambrientos que congestionan y dan vida a sus rincones.

Durante nuestra estancia en la urbe europea, decidimos visitar el restaurante La Primera, un espacio bien acomodado en la Gran Vía, que pretende evocar el aire imponente de las playas de la ciudad de Santander.

En un salón con vistas panorámicas y de elegante ambiente art déco , nos dan la bienvenida.

Pasadas las nueve de la noche, el lugar que luce cálido, vibrante y dinámico, cuenta con el alboroto propio de un popular punto de encuentro en el que la ciudad aún abraza la energía del trajinar del día y en el que, usualmente, quienes culminan su jornada laboral, van por una copa de vino.

yANDIRA NÚÑEZRabas de Santander.

La Primera pretende conservar las raíces y costumbres del suelo español. Mantiene una carta en la que no faltan entradas clásicas como las rabas de Santander —presentes en la mesa que nos recibe— o las anchoas de Santoña.

Entre el bullicio, iniciamos la velada degustando el pastel de queso con trufas y la ensalada de tomates cherry, queso jarradilla, almendras, salmorejo y rúgula.

Continuamos con unas croquetas de lacón y huevo, buñuelos de bacalao, patatas bravas, rabas de Santander y de plato principal, una merluza de rula con salsa de langostinos.

Si algo debe destacarse del lugar es su elevado nivel de atención al cliente, en un espacio de 350 metros cuadrados y habilitado para un máximo de 100 personas, donde el personal bien sabe bailar al son de las necesidades de los clientes.

Intención, calidez, prontitud y sonrisas se hacen presentes durante la estancia, de principio a fin, hasta sellar el encuentro con postres como la tarta de zanahoria, el flan de Alex ‘Bodega del Riojano' y la tarta de limón de ‘La Maruca'.

Coordenadas

Para acceder al restaurante, basta pasearse por la Gran Vía, una importante arteria vial llamada por algunos el ‘Broadway madrileño', que comienza en la calle de Alcalá y termina en la plaza de España, dividida por tramos que conectan calles más pequeñas ideales para las compras y el popular tapeo.

Sazón, jamón y cerveza

TRADICIÓN

Recorrer Madrid es tropezarse con una amplia oferta de preparaciones con jamón ibérico, patrimonio exclusivo español y raza autóctona del país. Se trata de un producto típico de España elaborado artesanalmente y con cuatro denominaciones de origen.

Según expertos, procede del cerdo de raza ibérica y para que se considere como tal, debe contar con un 50% de pureza como mínimo.

Este animal se alimenta de piensos ricos en ácidos oleicos y cuenta con un alto porcentaje de cereales. Durante la última fase de su cría (de octubre a marzo) consumen bellotas, hierbas y lo que encuentren en el campo, donde están con libertad. La forma de elaboración sigue las costumbres ancestrales de las familias artesanas: salazón, asentamiento, lavado, secado, maduración y envejecimiento.

Y claro, no menos importante que la presencia de las bocatas con este jamón, es la compañía de una chispeante cerveza artesanal o importada.

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