Jennifer Montoya:'Los periodistas no somos amigos del poder'

Actualizado
  • 17/03/2021 17:05
Creado
  • 17/03/2021 17:05
Hoy que los medios son tan cruciales en el tejido de los hechos, la periodista y presentadora de noticias en 'CNN' habla sobre el oficio, la responsabilidad y la lucha contra la desinformación

Cada vez que despierta la tierra latinoamericana, Jennifer Montoya (Pereira, 1985) está allí narrando las verdades del mundo, su efervescencia, sus tiempos convulsos, sus hazañas y sus peripecias: es una voz de lo que ocurre.

Jennifer Montoya, periodista.

La periodista, que ha pasado por Caracol Televisión y Canal RCN, fue fichada en 2018 por una de las cadenas de noticias más respetadas del mundo. Y desde Café CNN, de lunes a viernes, demuestra su compromiso: “trabajar para la gente”.

Jennifer posee una dulzura arrolladora, un encanto indomable. Es precisa y a ratos reflexiva. A pesar de recibirnos tras pocos minutos de terminar su jornada y en medio de problemas con la conexión, desmenuzó, sin guiños ocultos, las anécdotas de su vida, del oficio y de esta pandemia que nos trastoca. Charlamos sobre esto y algo más, vía Zoom. Al fondo, el set casero de su programa.

Entrevistar a quien entrevista otorga una empatía extra, una complicidad imposible de interrumpir.

¿Quién es Jennifer Montoya?

Jennifer Montoya es una mujer con cualidades y con defectos, con muchas expectativas de vida. Con preocupaciones sobre las realidades de los países. Creo que es una de las cosas que me identifica. Soy una mujer con una familia preciosa, con muchos sueños.

Soy una periodista enamorada de mi profesión. Asumiendo con muchísima responsabilidad cada paso que doy y los retos que tengo, y sobre todo el compromiso con la gente que me escucha y que me ve.

Internet reseña que empezaste en Noticias Caracol. Emisiones con poca audiencia... ¿Le hacemos caso?

No (risas). Caracol Televisión fue uno de los pasos más importantes en Colombia. Allí estuve cuatro años como reportera. La audiencia de Caracol Televisión es muy grande. Luego pasé a presentar la última edición de la noche y luego las ediciones centrales de fin de semana. Pero antes de eso estuve cuatro años en Cablenoticias, fue el primer canal por cable de un canal de noticias en Colombia. Básicamente fui una de las fundadoras, por decirlo de alguna manera. Imagínate que cuando llegamos no había ni computadores. Era un proyecto que nos generaba muchos sueños. Estaba muy jovencita, yo tenía 23 años, éramos todos jóvenes y comenzamos a labrar un proyecto que creció de una manera muy bonita. Ahí fue donde me descubrieron mis talentos, ahí fue donde comencé a presentar. Yo siempre trabajé detrás de cámaras. Antes de eso hice prácticas en Canal RCN. Pero lo me gustaba era dirigir, la producción, la investigación.

A los 23 años descubrí lo que realmente me gustaba y en lo que me inclinaba en esta profesión que es tan grande y que tiene tantos campos.

¿Cómo era la Colombia de esa época?

¡Uf! Compleja. Bueno Colombia siempre ha sido un país muy complejo realmente. Hace poco tuvimos una luz de esperanza. Pero en ese entonces estaba todo el problema de guerrilla y paramilitares, un país en un conflicto frontal, donde la sociedad civil termina siendo la más afectada, porque quedaban en la mitad del conflicto los indígenas y campesinos, que eran acosados por paramilitares o por guerrilleros, y los asesinaban. Era una Colombia con un desplazamiento interno impresionante y creo que en ese entonces era el país con mayor desplazamiento mundial a nivel interno. Con unas políticas muy de derecha. Cuando yo estaba en Cablenoticias estaba el presidente Álvaro Uribe, no se hablaba de conflicto, no se podía decir que había conflicto porque eso significaba un montón de temas legales, de reconocimiento de cosas históricas del país. Porque si hay un conflicto se puede hacer un proceso de paz, pero si no hay conflicto no, porque hay una lucha en contra del terrorismo. También en esa época estaban las 'chuzadas', que son las interceptaciones ilegales a magistrados, a periodistas. Había amenazas.

Pero también Colombia tiene un montón de cosas bellísimas, la gente es muy resiliente. La gente ha sido capaz de seguir sonriendo en medio de tantos problemas. Lo más lindo de Colombia es la gente.

Tienes un máster en análisis político en la Complutense de Madrid y también un máster en comunicación institucional, ¿cuánto pesa la academia en la práctica periodística?

Poco. Es decir, la academia me ha dado infinidad de herramientas para ejercer de manera más responsable y fundamentada, porque cuando tú conoces teorías, investigas, y cuando comparas, que es eso lo que te da la academia, pues comprendes realidades, las comprendes con nombres. Pero en términos prácticos, yo recuerdo que yo llegué con una maestría bajo el brazo a trabajar otra vez a Bogotá y eso no significaba mayor diferencia salarial, porque seguía siendo la muchacha que llegó a trabajar a un canal. Pero a medida que pasa el tiempo ya se va demostrando la calidad periodística.

La mayoría de las presentadoras de noticias en Colombia y en otros países de América Latina son primero reinas de belleza, en tu caso no fue así; pero sí es verdad que el físico pesa frente a las cámaras, ¿qué ha hecho Jennifer para que sobresalga el talento por encima de la belleza?

(sonríe) Tú estás diciendo que sobresale el talento y eso ya es un punto… Sí, eso siempre ha sido, cuando yo recién salí de la universidad, había muchas compañeras cuyo objetivo de estudiar comunicación era básicamente presentar farándula. En mi caso no fue así, yo nunca me vi delante de una cámara, me dediqué a formarme y a tener ese compromiso frente a lo que llevo a la gente, frente a lo que comunico. Creo que esa ha sido la diferencia, trabajar por compromiso y por amor a la profesión y por respeto a la gente, ya el resto vendrá por añadidura. Tampoco voy a decir que uno no tiene que agradar a la cámara, no ser guapo ni ser espectacular, pero sí tener algún registro que le agrade a la cámara. Creo se han venido desbaratando esos paradigmas porque he visto chicas y muchos hombres con sus características especiales que explotan muy bien en cámara.

¿Quiénes han sido para ti los personajes más admirables y otros no tanto que te has encontrado en tus años de profesión?

Siento que a uno le enseñan todas las personas. Uno siempre se alimenta de todas. Nunca me hallo cómoda poniendo nombres entre sí y no. Creo que uno como persona es producto de tantas interacciones, relaciones y experiencias, que al final, a todos se les agradece.

Desmenuzando nuestro deber, ¿crees que el periodista tiene que ser, por norma, crítico con el poder?

El periodismo es un veedor del poder. Tiene que estar vigilante al poder, los periodistas no somos amigos del poder. Me parece que es una de las misiones más importantes que tenemos nosotros como periodistas y los medios de comunicación.

Generalmente la audiencia olvida que los presentadores de noticias son seres humanos que se pueden estremecer con ciertas noticias. ¿Te ha pasado que una información te impresione tanto que golpea tu aplomo?

En mi caso siento que me transformo. Te voy a dar un ejemplo, yo le tengo miedo a los terremotos, vengo de una zona (Pereira, en el eje cafetero) y hace muchos años hubo un terremoto terrible y pues quedé con ese miedo. Y recuerdo cuando estaba presentando noticias en Los Ángeles en Estrella TV y me cogieron dos temblores al aire, mi reacción fue: ¡Vamos al aire! Se me olvidó el miedo, creo que me meto tanto en la parte profesional que veo la noticia. He estado en una época sensible, estaba saliendo de Caracol Televisión y hubo una avalancha terrible en Colombia, en Mocoa y las imágenes... todavía se me pone la piel de gallina, me impactaron mucho.

Hablando de hechos..., ¿ha cambiado el contexto informativo desde que comenzaste en el oficio? ¿Crees que el mundo repite los mismos errores?

Quiero pensar que hemos mejorado como humanidad. Quiero pensar que hemos aprendido de los errores. Pero sí siento que las realidades son cíclicas, por ejemplo el tema migratorio en EE.UU., cuánto llevamos informando sobre esto. También las personas que salen de Siria, es un tema reciente. En Colombia, si hablamos del conflicto, tuvimos una época de esperanza, y ahora estamos repitiendo masacres, otras atrocidades que aunque tengan otros nombres, se repiten. No se puede ver con una sola lupa, hay cosas que hemos mejorado como humanidad y otras que estamos repitiendo.

Trabajas en uno de los medios más respetados, pero a la vez hay gente que cuestiona duramente a 'CNN'. Por ejemplo, Donald Trump decía que ustedes no publican la verdad ¿Qué sentías en momentos como ese?

La verdad, la verdad, yo siento que el expresidente Donald Trump repitió tanto ciertas frases, que como dicen, repites tanto una mentira que termina pareciendo verdad. Fue una lucha frontal contra CNN porque estamos hablando del presidente de EE.UU., un presidente popular y fue muy difícil. Pero me sentía muy orgullosa cada vez que podíamos, con hechos, mostrar lo que estaba pasando.

Sí fue difícil, pero al final muy orgullosa del trabajo que hacemos en CNN todos los días, de llevarle a la gente los hechos y sobre todo, llevarle a la gente análisis.

¿Es posible ser verdaderamente independiente cuando debes seguir la línea editorial de un medio?

Tengo otro dicho: yo trabajo para la gente. He estado en diferentes medios de comunicación que tienen diferentes línea editoriales, pero siempre he mantenido mi trabajo y mi compromiso con la gente de informar lo que yo creo y como creo. Afortunadamente en la mayoría de los medios de comunicación en los que he podido trabajar, el periodismo es lo más importante. Hay que darle a la gente las diferentes visiones para que tome su decisión. Considero también que hay algunos medios que pueden estar coartando libertades y que hay una crisis tremenda en diferentes países, donde hay incluso periodistas muy reconocidos que han renunciado a medios de comunicación, precisamente porque les han coartado ese profesionalismo.

Y ahora también tenemos otro desafío que es combatir la desinformación que se gesta en las redes..

Cuando salieron las redes yo realmente lo celebré, me sigue pareciendo que es una manera de democratizar la información y que la gente puede buscar la información en la fuente, es decir, no tienen que esperar a que Jennifer o CNN o en tu caso Ivette, le informe, sino que puede ir directamente a la fuente, por ejemplo lo que dijo el ministro de Salud de su país y que lo publica en su cuenta de Twitter. Pero hoy viendo la cantidad de cuentas falsas, esta mezcla de noticias verdaderas y mucha mentira con una verdad que confunde y que se riega como pólvora , creo que ahora es muchísimo más importante la labor que cumplimos como periodistas, que nos hemos formado para esto. Y también de los medios de comunicación responsables que realmente hacen una verificación de datos y le cuentan a la gente los hechos como son y el análisis y la opinión ya con nombre.

En cuanto a la equidad..., ¿cuánto machismo crees que aún queda en la sociedad latina y de qué forma lo viviste?

Como mujeres hemos avanzado muchísimo. Creo que nos hemos empoderado muchísimo. Pero falta mucho. Afortunadamente he tenido la oportunidad de estudiar, de hacerme profesional, de ser una mujer independiente, de cumplir mis sueños, al menos de poder buscarlos, pero uno lo ve Ivette y es muy doloroso. Hay muchas que no tienen esa oportunidad, simplemente por el hecho de ser mujeres. Nosotras que ahora somos profesionales, y que podemos hablarle a la gente, tal vez incidir en algunas políticas que se están realizando. Vigilar el poder para ver qué es lo que está pasando con la cuotas de mujeres en la política, por ejemplo. Es una labor importante.

¿Cómo ves el mundo desde que se instauró la pandemia?

¡Un desastre! Pero bueno, voy a tratar de ser positiva. Creo que ha sido una cosa que nadie veía venir, que nos ha trastocado el mundo por completo, que nos ha hecho trabajar en casa, que nos ha hecho cumplir mil funciones; antes no valorábamos lo que estábamos viendo. Esta pandemia también nos hizo mirar esas cosas bonitas que teníamos antes: un abrazo un beso, celebrar las navidades juntos sin miedo, reírse... ¡Ay, quiero ver la risa de la gente sin la mascarilla!

Por otro lado, es un desastre la pérdida de empleos, la gente aguantando hambre porque no puede trabajar.

En nuestros países, nuestra gente vive del día a día, hay mucha gente despedida; sabes que los ahorros no son fáciles en Latinoamérica. La pandemia ha puesto en relieve todas esas inequidades que tenemos que trabajar en nuestro continente. Me parece muy preocupante y no sé cómo nos vayamos a recuperar de manera sostenida y equitativa.

¿Te aventurarías a dibujar un 2021?

Los contagios han bajado. La vacuna es una esperanza. Hay países, como Chile, que tienen más de 2 millones de personas vacunadas. El mundo tiene que unirse porque esto es una pandemia. Lo que me preocupa, y te soy sincera, es lo que viene después. Podemos superar esta pandemia, pero los virus van a seguir, estamos destruyendo la frontera salvaje. No estamos cuidando nuestra Tierra. ¿Vamos a seguir teniendo pandemias? ¿O nos vamos a poner las pilas y vamos a dejar de talar, y vamos a conservar y dejar de destruir el río? Esa es la gran pregunta. ¿Hacia dónde vamos en la humanidad?

Vives en Miami, ahora pasas la pandemia en Guatemala, pero, ¿cuál es la patria de Jennifer Montoya?

Siempre será Colombia. Soy muy colombiana y me siento muy orgullosa de serlo. Lo bonito de Colombia es que cuando uno se va, uno siempre quiere regresar a su tierra. Allá esta mi corazón, Ivette, allá está todo.

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