El Valle de Antón, un paraíso que lucha por mantenerse vivo

Actualizado
  • 18/12/2014 01:00
Creado
  • 18/12/2014 01:00
Conservacionistas trabajan en la preservación de la zona turística, mediante iniciativas educativas, de reforestación y rescate

El Valle de Antón, a pesar de ser una zona protegida y de estar considerado como uno de los paraísos turísticos más importantes de la República de Panamá, sigue luchando por mantener su naturaleza viva, mediante actividades de reforestación, limpieza de ríos, rescate de algunas especies nativas y el desarrollo ecoturístico sostenible. Por lo menos eso es lo que aseguraron algunos moradores, trabajadores del servicio turístico y una asociación conservacionista de la región.

Las declaraciones fueron recogidas durante un recorrido que hizo el diario La Estrella de Panamá como parte de una gira convocada por el Hotel Los Mandarinos del Valle de Antón, considerado el primer hotel en el mundo dentro de un cráter volcánico.

Mario Bernal, biólogo, guía y miembro del grupo ambientalista Conser.Va dijo que la batalla por el rescate de la zona empezó hace unos 27 años, cuando él junto a otros activistas tomaron la iniciativa de comenzar a reforestar los bosques que devastaron los primeros pobladores que habitaron El Valle hace dos o tres siglos.

‘Hace 200 ó 300 años los primeros habitantes de la región cortaron los árboles para desarrollar sus actividades agrícolas y ganaderas. De aquella época, los bosques que hoy observamos eran solo rastrojos’, comentó Bernal, quien actualmente es guía turístico del hotel y recorre junto a los visitantes locales e internacionales los distintos parajes naturales del territorio panameño, desde Bocas de Toro y Chiriquí hasta Darién.

El Valle de Antón está localizado del lado nororiental del corregimiento del mismo nombre, en Coclé. Es una villa campestre turística con una población de unos 7 mil 602 habitantes.

La zona es considerada como el último pedazo de tierra que unió el sur y el norte de América y formó el istmo, luego de la última erupción de su volcán hace más de 5 millones de años. El cráter está bordeado por una espesa vegetación de bosque tropical seco distribuido en sus cerros Pajita, Gaital y Caracolar, hacia el sur el Cerro Cariguana y Cerro Guacamaya, India Dormida y Cerro Tagua, explicó Brenal. Hay que destacar que el cerro Gaital fue establecido como monumento natural por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) mediante Decreto Ejecutivo No.96 de 9 de julio de 2001. Acutalmente cuenta con Plan de Manejo aprobado mediante Resolución AG- 0347-2004.

Además de la recuperación de los bosques de los cerros que bordean el volcán de El Valle y sus alrededores, en la región también se desarrollan otros proyectos como el de la Asociación de productores de orquídeas de El Valle y Cabuya (APROVACA) dedicada a la recuperación de plantas ornamentales y medicinales, entre ellas orquídeas, bromelias y aloe vera, por mencionar algunas, informó Anaís Magallón, miembro de la organización sin fines de lucro.

Asimismo, Diego Caballero, guía del zoológico de El Níspero, recordó que este zoo también trabaja en la recuperación de algunas especies nativas y exóticas no solo de la diminuta rana dorada que está en peligro de extinción sino también de aves no nativas como el avestruz africano y el cerdo vietnamita, entre otros.

En tanto que Jon Owens, propietario de Mariposario de El Valle, dijo que otras de las iniciativas encaminadas a la educación de conservación de la biodiversidad es la reproducción de mariposas en cautiverio que desarrollan desde hace un año.

LUCHAN CONTRA LA CONTAMINACIÓN

Bernal lamentó que a pesar de los esfuerzos que hacen algunos organismos por preservar la biodiversidad (flora y la fauna) de la región, en los últimos meses han enfrentado problemas con la mala disposición de la basura en los ríos y montañas, por lo que han tenido que hacer campañas de limpieza, pues confía que con educación la naturaleza se puede salvar. ‘Los ríos (al igual que los proyectos) son uno de nuestro principales atractivos turísticos y no podemos ofrecerle a nuestros visitantes unos ríos contaminados, por eso como parte de nuestra responsabilidad social invitamos a los habitantes y a los ambientalistas a que nos acompañen a realizar jornadas de limpieza’, destacó Criseida Carrasco, gerente de venta y mercadeo de Los Mandarinos.

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