Sexualmente, activa

Actualizado
  • 30/10/2010 02:00
Creado
  • 30/10/2010 02:00
Para una mujer, el sexo está escondido y su excitación no es visible, pero se siente en el interior. Esto hace que las emociones sexuale...

Para una mujer, el sexo está escondido y su excitación no es visible, pero se siente en el interior. Esto hace que las emociones sexuales de una mujer sean, a veces, difíciles de comprender y puedan ser interpretadas como reacciones sexuales o, más bien, emocionales. Y como su sexo tiene muy pocos contactos, necesita tiempo para descubrir los placeres sexuales corporales.

La vagina no es rozada por la ropa o el agua de la ducha como ocurre con los genitales del hombre. El clítoris sí lo es un poco más, pero como es mucho más pequeño y está más escondido, no puede contar con tantas experiencias de contacto. Es simplemente una cuestión de anatomía. La mayoría de las mujeres se descubre sexualmente después de haber hecho el amor.

En general, cuanto más a gusto se encuentra una mujer con su vida sexual, más la practicará. Es un poco como si hubiese un entrenamiento en el placer. Cuanto más placer sexual encuentre, más lo buscará. También puede tener periodos muy largos de celibato, en los que no sienta el más mínimo deseo sexual.

Para una mujer, descubrir el orgasmo es la manera más fácil de obtener placer que manteniendo una relación sexual de pareja sin llegar a sentir la excitación. Esto también puede representar una etapa en el descubrimiento del placer.

La duración deseada para los preliminares es muy diferente para los hombres y para las mujeres. Un hombre necesita pocos preliminares, ya que su excitación aumenta con bastante rapidez. ¿Por qué? Porque en su caso, una excitación localizada en la zona sexual basta para funcionar. Por ello, no tiene necesidad de erotizar todo su cuerpo. La mujer en cambio, necesita que todo su cuerpo sea erotizado para sentir excitación en la zona genital. Ésta es la razón por la que se considera que una mujer necesita 10 veces más de preliminares que un hombre. Para ella, el ‘precalentamiento’ nunca es demasiado largo.

¿Para qué se recurre a estos suaves gestos? Son muchas las razones que justifican la necesidad y las ganas de cultivar el arte de las pequeñas autocaricias en la mujer. La razón esencial es por supuesto el placer. Y además, poco a poco va descubriendo su cuerpo.

Aunque usted no lo crea, esas pequeñas caricias enriquecen la vida sexual de la pareja y llegado el orgasmo o la eyaculación femenina, sea de emisiones reducidas o aumentadas, para la mujer emocionalmente saludable y sexualmente activa es más que suficiente.

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