El ambiente perfecto

Originario como soy de una pequeña ciudad del centro de España, caracterizada por un largo y frío periodo de invierno de casi nueve meses, no crecí dentro de la cultura del aire acondicionado que existe en Panamá. Allí prevalecían en los apartamentos las calefacciones, mientras que los aires acondicionados eran la excepción. Y es que su uso estaba limitado exclusivamente a los meses de verano, y en cierto modo eran considerados como un objeto de lujo, asociados a un cierto estatus.

Partiendo de estas premisas, se pueden imaginar la novedad que supuso para mí, al igual que para otros muchos extranjeros que venimos de diferentes latitudes a residir en Panamá, el acostumbrarnos a los cambios drásticos de temperatura. Especialmente vívido en mi recuerdo está la primera vez que tuve que viajar al interior del país, ya que pasé una de las noches más desapacibles de mi vida en un bus que más que un vehículo parecía un congelador industrial. Seguramente me debería haber prevenido el ver a la mayoría de los demás pasajeros subir con gruesos jackets y hasta mantas, pero tuve que pagar el precio de la inexperiencia.

PROS Y CONTRAS

Los aires acondicionados tienen como finalidad el hacernos la vida más sencilla, y contribuir a nuestro bienestar en los hogares, trabajos, y espacios de ocio, habiéndose convertido en parte fundamental de nuestras vidas.

Nos ayudan a mantener nuestra temperatura corporal y a sentirnos más confortables, pero en determinadas circunstancias, bien por deficiencias en el mantenimiento u operación del aparato, o por un uso indebido, pueden desencadenar o favorecer la aparición de problemas de salud.

Los aires acondicionados no solo enfrían, sino que en el proceso también se produce una de pérdida de humedad en el ambiente. El aire en estas circunstancias reduce las secreciones de las mucosas, y de ello se pueden derivar problemas respiratorios diversos en las vías aéreas superiores, incluyendo desde el típico resfriado a faringitis y rinitis.

Los ojos también se pueden ver afectados por un ambiente excesivamente seco, sobre todo si la persona usa lentes de contacto. El polvo, los hongos, y los gérmenes que se acumulan en los sistemas de aire acondicionado pueden originar así mismo alergias e infecciones bacteriales o virales, incluyendo la temida legionella, que en casos extremos ha llegado incluso a provocar la muerte de la persona infectada.

Los cambios bruscos de temperatura, cuando pasamos por ejemplo de caminar sudando en la calle a un ambiente frío con aire acondicionado, contribuyen también a la posible aparición de problemas musculares, ya que los músculos se pueden contracturar, sobre todo aquellos expuestos directamente al flujo de aire como los de la cara y el cuello.

Por ello no son raros los casos de tortícolis o incluso parálisis faciales temporales por esta causa. El ruido continuo es origen por último de frecuentes problemas auditivos en personas que pasan muchas horas cerca de compresores de gran potencia.

TEMPERATURA IDEAL

Dice el refrán que ‘para gustos los colores', por lo que definir cual se debe considerar como la temperatura ideal de un ambiente no deja de ser algo relativo. Dicha esta salvedad, la opinión mayoritaria de expertos en climatización y personal del ámbito sanitario coincide en señalar que el mayor confort y productividad laboral se logra dentro de un rango de temperatura que varía de 23° a 25° centígrados. El dormitorio es recomendable airearlo a diario todas las mañanas para provocar una renovación total del aire, y media hora antes de acostarnos programar una temperatura que se sienta algo fresca, en un rango entre 20 a 23° centígrados, ya que un exceso de calor dificultará el descanso. Siempre tener presente que no es aconsejable que el flujo de aire impacte directamente sobre nuestro cuerpo.

EN EL CARRO

De auténtica pesadilla puede considerarse cuando el aire acondicionado de nuestro carro se descompone, y nos encontramos en un tranque en un día especialmente caluroso.

El abrir las ventanillas puede mitigar en parte este exceso de temperatura, pero el calor ambiental, aunado al propio calor que genera el motor del vehículo, nos hará seguramente sudar profusamente. Un buen mantenimiento de los filtros del aire acondicionado es esencial para que el sistema se mantenga operativo y confiable, pero adicional podemos seguir ciertas rutinas que nos ayudarán a alargar la vida útil del mismo. Al momento de estacionar buscaremos de ser posible un lugar bajo techo o a la sombra, para proteger el vehículo de los rayos del sol.

Cuando iniciemos la marcha después de un estacionamiento largo, abriremos las ventanillas durante un par de minutos para favorecer la renovación del aire en el habitáculo, y después ya podremos encender el sistema de aire acondicionado con las ventanas cerradas.

La temperatura que debemos programar dentro del vehículo deberá ser de 4° a 5° centígrados inferior a la ambiental, y es mejor disminuirla de modo progresivo, que arrancar el sistema desde el inicio a pleno funcionamiento.

Si vamos con pasajeros, debemos practicar la cortesía y preocuparnos también por su bienestar, ya que los conductos de salida pueden dirigir el aire de manera molesta hacia ellos.

ALTERNATIVAS

El alto precio de la energía provoca cada vez más que el panameño busque alternativas al uso prolongado del aire acondicionado en su vivienda, con el objetivo de mantenerse lo más fresco posible.

La mejor opción es proteger al máximo posible la residencia de los rayos del sol, con aislantes no contaminantes bajo el zinc o material de cierre usado. Cuando no sea necesaria la luz exterior, se pueden desplegar en las ventanas cortinas y persianas opacas para bloquear el calor.

Si ocupamos solo algunos espacios, es provechoso mantener esas habitaciones cerradas para evitar la fuga del aire acondicionado, ya que de nada sirve refrigerar zonas de la vivienda en las que no estamos.

En apartamentos de edificios elevados donde haya corrientes de aire, se pueden abrir ventanas opuestas para favorecer una ventilación cruzada.

En igual sentido, deberíamos desconectar todos aquellos aparatos eléctricos que puedan generar calor cuando no estén en uso, y si nuestra vivienda tiene varias plantas, mantenernos en la inferior en las horas de mayor calor, ya que el aire caliente tiende a ascender.

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REFRIGERACIÓN

Consejos del experto

Para Tomás Sanchez, experto en montajes industriales y refrigeración, en la mayoría de las ocasiones la solución a los problemas creados por los aires acondicionados es sencilla: ‘el cliente doméstico debe realizar una limpieza básica de los filtros mensualmente, mientras que los mantenimientos programados por técnicos se pueden realizar una vez al año. Eso alargará la vida útil del equipo, será más económico y eficiente, y evitará problemas de alergias al usuario. El difusor del aire hay que direccionarlo para que no impacte de manera directa a las personas, y si esto no fuera posible cambiar de sitio los escritorios o muebles. Al aire acondicionado también hay que darle descanso, no hay que abusar del mismo. De igual modo es fundamental cambiar las funciones de ventilación cada cierto tiempo para que ingrese aire nuevo al ciclo y se renueve'.

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RECOMENDACIÓN

Lágrimas artificiales

En ambientes en los que se hace uso continuo del aire acondicionado como las oficinas, el personal que trabaja con computadoras es frecuente que sufra de sequedad e irritación ocular, dolencia que dificulta su visión y afecta al desempeño de sus funciones. Las lágrimas artificiales son un producto farmacéutico que ayuda a mantener el ojo lubricado.