El amor podría estar en la puerta de al lado

Actualizado
  • 03/02/2019 01:05
Creado
  • 03/02/2019 01:05
La comunicación y las relaciones de pareja son el tema principal de ‘La puerta de al lado', a estrenarse

El tema de la comunicación entre los seres humanos, en las parejas hoy en día y la manera en como nos relacionamos es algo que ha inquietado Arturo Wong Sagel. De hecho, ha escrito dos obras teatrales (Las internautas y Fakelook) sobre las relaciones a través del internet y está en proceso de escribir una tercera. ‘Es un universo tan antiguo y al mismo tiempo tan cambiante que se presta para muchas cosas', asegura. Cuando llegó a sus manos el texto de Fabrice Roger- Lacan pensó que ‘La puerta de al lado' era una historia de amor (más) con el condimento de las redes sociales, ‘pero a medida que iba releyendo la obra, iba encontrando referencias y guiños al teatro, a la literatura, al psicoanálisis y los personajes son tan complejos que me pareció un reto, al nivel de actuación y de montaje'.

‘¿Cómo son esos personajes? ‘histéricos, contradictorios, desopilantes y tontos... humanos al fin y al cabo

ARTURO WONG SAGEL

DIRECTOR DE LA OBRA

Con ese pensamiento, decidió echar a andar esta obra que sin dudas es muy actual, y con una universalidad, establecida en el hecho de que ‘los seres humanos siempre estamos buscando relacionarnos, escapar de la soledad en la que estamos inmersos. Eso es lo que nos conecta con la obra', dice el director.

La puerta de al lado se estrena el 5 de febrero en el Teatro La Estación y estará en cartel hasta el 23 de marzo. Trata de dos solteros, vecinos, en plena crisis de los cuarenta, que se conocen en circunstancias poco favorables. Son lo que podría llamarse dos polos opuestos.

Fabrice Roger-Lacan, autor de esta comedia es el nieto de un renombrado psicoanalista y esta es justo una de las armas que utiliza para hacer reír. ‘El autor se mofa un poco del psicoanálisis y coyunturas. Uno de los personajes es una psicóloga, y el autor, utiliza el psicoanálisis para llevar a cabo sus contradicciones (las del personaje). Y a la vez, plantea una serie de situaciones jocosas con respecto a ese mundo, hasta cierto punto, cuestionándolo', explica Wong.

Para llevar a las tablas este montaje, Wong Sagel cuenta con las actuaciones de Ana Alejandra Carrizo y Amit Nathan.

‘Cada uno es distinto, vienen de experiencias diversas pero tienen una historia personal, y me gusta utilizarla al servicio del personaje y de la trama. Trato de que sean lo más genuinos posible y que no caigan en estereotipos usuales', afirma. El reto para el director es ‘que se cree una química fresca entre ambos durante toda la obra y que mantenga al espectador con ganas de saber más sobre ellos'. Sobre este proceso, Wong considera que los actores ‘han sido muy compresivos y entregados, pese a que por momentos, no saben hacia dónde los estoy llevando. Y eso es muy bueno. Encontrar actores que se dejan llevar dentro del túnel oscuro de un montaje es algo que un director agradece siempre'.

Y, ¿cómo son esos personajes? ‘histéricos, contradictorios, desopilantes y tontos... humanos al fin y al cabo', declara Wong.

VIDA EN SOCIEDAD

La sociedad impone a los individuos algunos parámetros, desde que somos pequeños. Esos parámetros van formando parte de un guión de que nos cuesta salir, pese a que somos conscientes de ellos.

‘No es tan fácil, nos los metieron como tatuajes y crecieron como hongos en momentos donde no éramos capaces de cuestionar nada. Y aquí es donde el teatro cumple su función de herramienta cuestionadora y pone el dedo en la llaga', destaca el director.

‘Creemos que hay una fórmula para la vida en pareja y que debe funcionar para todos por los siglos de los siglos. Y muchos sueñan, invierten y compran ese paquete para toda la vida', comenta Wong. El hecho de vivir en 2019 y querer vivir como si fuéramos personajes medievales es lo que lo hace tan difícil, según explica el teatrista.

Y, es que en realidad, no hay una fórmula. cada ser humano es un mundo y cada pareja también. Por ello, no considera que tiene que ver con la forma en como vivimos hoy. ‘Antes no era distinto, lo único que ha cambiado es el cómo. Pero seguimos con los mismos vacíos'.

La crisis de los cuarenta que se plantea en la obra, para su productora Thyrza Guerrero, es solo una referencia. ‘Mientras hay un grupo grande de personas que no se siente agobiada con establecerse formalmente porque se siente en su etapa más productiva, hay otras que a los 30 se siente que se les va la vida porque no se casaron', argumenta. Sin embargo, ‘hay un momento en el que experimentamos temor porque sentimos que la vida se nos va y que quizás no lograremos todo aquello que de jóvenes soñamos. Creo que es allí cuando entramos en la ‘crisis de los 40' no importa la edad que realmente sea'.

¿INDIVIDUALISMO?

De acuerdo con Guerrero, el individualismo no es cosa de ahora, ni de los milenios. ‘Desde 1860 las familias son cada vez más pequeñas y todos los vocablos asociados al individualismo se observan con mayor frecuencia en las comunicaciones, tipo libertad, albedrío, individuo'. La productora asocia esta forma de vida ‘con el detrimento de los trabajos colectivos más propios de la revolución industrial'. Para Guerrero, ‘no es sostenible esa corriente que nos llevó a mirar hacia nosotros mismos en detrimento del bien común hace más de 100 años'.

En tanto Wong, ni siquiera lo llama individualismo. ‘Eso sería algo positivo. Estamos en una etapa de egocentrismo que está comprimiendo nuestro futuro. El egocentrismo es producto del miedo y de las inseguridades, es vacío y estamos cayendo en la trampa de que a través de las redes estamos compartiendo nuestro ego con los otros. Pero es falso'.

Afortunadamente para Guerrero, después de más de cien años de individualismo, la sociedad está preparada para un cambio de comunidad. Además, ‘la percepción de las diferencias intergeneracional ha existido desde siempre, en realidad nos parecemos mucho más de lo que creemos'.

LA BÚSQUEDA DEL AMOR

¿El amor se busca o se encuentra? ‘Primero debes definir qué significa para ti amar y sentirte amada. Porque nadie va a descubrir lo que tienes en tu mente. Luego buscas eso que a ti te llena. El amor es una tarea de todos los días, se construye a diario, se cuida a diario y se redefine, se negocia también', medita Guerrero. Y, como todo en la vida, ‘para conseguir lo que quieres en esta vida, esperar que te llamen a la puerta no funciona. Hay que estar atentos, tener muy presente lo que nos gusta, intentar y si nos equivocamos, pues volver a tratar', insiste.

Y es que, no existen parejas hechas a la medida. ‘Seguimos educando y mamando historias y parámetros equivocados y cuando crecemos repetimos esos patrones y vamos queriendo encontrar en el otro esa imagen forjada y queriendo que esa persona se adapte a mi imagen, a mi mapa, a cómo fui educado y probablemente nada tiene que ver', asevera Wong. ‘Atreverse realmente a conocer al otro requiere valor. Sería mejor que nos educaran a buscar y encontrar en los otros eso que los hace únicos y después, reconocernos. Es un principio complejo que manejan todas las religiones pero que no se pone mucho en práctica', reflexiona.

‘Si no tenemos la capacidad de ponernos en los zapatos de la pareja, de tratar de entender para lograr un acuerdo que satisfaga a ambos y con el que ambos puedan vivir, creo que es un indicador muy claro de intransigencia y si sentimos que siempre tenemos que ceder para llevar la fiesta en paz y eso nos frustra, es un indicador de que nos estamos conformando y eso tarde que temprano pasa la factura en cualquier relación', sostiene Guerrero.

Para la productora, la vida en pareja implica ‘una negociación de 24 horas al día por 365 días al año'. Todo parte de una comunicación con la pareja, que sea efectiva y eficiente en pro del bien común. ‘A veces, hay que ceder para ganar. Lo importante es que si cedes no sientas que estás perdiendo porque entonces vas acumulando frustraciones', concluye.

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