Para que el barrio sea más universal

Hace tiempo un amigo mercadotecnista me contó esta historia: ‘En un barrio de un país cualquiera, en una calle cualquiera, existía un café que anunciaba en su marquesina ‘Somos el mejor café de la ciudad’. Días después alguien abrió un café justo al frente y puso en su letrero: ‘Somos el mejor café de la provincia’.

La respuesta de los dueños del café más antiguo no se hizo esperar: ‘Somos el mejor café del continente’. Pero la competencia no se amilanó. ‘Somos el mejor café de la galaxia’, rezaba su anuncio a la mañana siguiente. Un día paso un emprendedor y observó ambos letreros, uno frente al otro. Se quedó pensando un segundo y decidió abrir su propio café con el siguiente letrero: ‘Somos el mejor café de la cuadra’. Con este último mensaje logró quedarse con el mercado.

Recientemente recordé la historia durante el trascurso de una conversación con algunas personas con las que comparto el interés por los ‘venture capital’, fondos especializados en invertir en nuevos ‘startups’.

En muchos países de la región es notable el interés que existe en desarrollar este tipo de mercados. Lastimosamente muchos creen que la opción más viable es copiarse del modelo que funcionó en algún lugar. Pero no, mis amigos, la innovación no se puede traer en contenedor, no es posible pagar una franquicia de algo que te garantice que cuando lo abras el ecosistema del emprendimiento estará a tus pies. Cada ecosistema debe desarrollarse de forma natural, tal como ocurre en la naturaleza. Lo más recomendable es dejar que los actores se acomoden y funcionen de forma armónica.

Volviendo a la historia del principio, creo que nuestro error ha sido querer ser los ‘mejores de la galaxia’. Cuando Silicon Valley se formó nadie esperaba que se transformara en lo que es hoy en día. Fueron circunstancias que tuvieron lugar debido a los ingredientes naturales que allí existían. En vez de tratar de ser el nuevo ‘Silicon Valley’ lo más recomendable sería concentrarse en ser simplemente los mejores de nuestro barrio.

Hace varios años decidí que mi barrio es grande: comienza en México y acaba en La Patagonia. Así que como buen vecino me preocupa por las cosas que pasan en mi vecindad. No estoy diciendo que no pensemos en el mundo, pero no debemos olvidar que el mundo nos incluye. Todo buen ‘startup’ comienza con un problema para solucionar. Creo que ‘nuestro barrio’ tienen suficientes problemas comunes por donde comenzar.

Es cierto que cada país de la región tiene sus particularidades, pero mi experiencia me ha enseñado que cada país de la región tiene sus particularidades. Pero al final creo que las cosas que nos unen son más que aquellas que nos separan. Creo que a un noruego o un finlandés le va a le será más difícil entender la forma de pensar de un chileno o de un guatemalteco. Latinoamérica es el barrio que se esta poniendo de moda. Tenemos muchos recursos naturales, espacio para crecer y muchos problemas por solucionar.