Llegó el momento de organizarse

Actualizado
  • 28/09/2014 02:00
Creado
  • 28/09/2014 02:00
A quien haya comenzado el plan de ‘administrarse’, que tenga un teléfono inteligente

El primer paso para cualquier persona que desee organizar su empresa, negocio, institución o emprendimiento, consiste en reconocer que uno es el primero en ser ‘desordenado’.

Administrar tiene que ver siempre con tomar algo que es escaso y dosificarlo. Administrar se asocia siempre con el dinero, pero en verdad el recurso más caro y preciado es el tiempo. No sabemos realmente cuándo lo tenemos, y el que tenemos no es ‘extendible’, así que el primer paso para administrar es controlarlo.

Recomiendo a quien haya comenzado el plan de ‘administrarse’, que tenga un teléfono inteligente. Yo uso la plataforma Android, me gusta cómo se integra con todo lo que uso y es además ‘software de código abierto’, así que tengo la esperanza de que algún día usaré una ‘app’ creada por alguna de nuestras comunidades de desarrollo panameñas.

La agenda del celular se conecta con la que tengo en la laptop, así que cuando creo una cita en uno se refleja en el otro, y le he compartido una a mi asistente de forma que pueda agregar y quitar citas.

Cuando el tiempo está ‘controlado’, lo que sigue son las tareas a realizar, que es en lo que uno se gasta el tiempo.

Yo uso una aplicación de tareas que funciona en la ‘nube’. Tiene clientes que se instalan en cada dispositivo que uso (móvil, tablet, laptop) y tambien lo puedo ver en un navegador; no depende de un único dispositivo, y me permite compartir las tareas con otros y crear listas según los proyectos.

El dinero es el resultado de hacer bien lo anterior y también debe administrarse. Yo uso una aplicación en línea de contabilidad, mi contable solo tiene que tener acceso a internet y un usuario para revisar lo que haga falta, los papeles los escaneo (de hecho lo hago con una aplicación de mi celular) y los subo a un disco virtual en la nube y listo.

Con un poco de método y algo de dinero he organizado lo básico de mi quehacer diario.

El siguiente paso fue lograr que las organizaciones donde trabajo siguieran el mismo patrón, ¡no puede ser que mi ‘orden’ sea subvertido por otros!

No fue difícil convencer a los socios: el ejemplo es el mejor vendedor. Así que desde hace un tiempo hemos ido llevando este tipo de esquema lo más lejos posible dentro del trabajo.

No son las mismas herramientas, son sus hermanos mayores, pero lo que se busca en el fondo es lo mismo, simplicidad, transparencia, orden y movilidad.

Yo creo que el camino que recorrí es el correcto, comenzar por uno mismo e ir expandiendo el esquema alrededor, pero claro que estoy abierto a escuchar otras experiencias. Espero sus comentarios a @pcolmenares

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