Mariano Rivera y Jackie Robinson: semejantes e incomparables

Actualizado
  • 21/07/2019 02:04
Creado
  • 21/07/2019 02:04
El último ‘42' de las Grandes Ligas tiene varios paralelismos con el primer pelotero que llevó ese número, y quien abrió un camino que hoy le permite al panameño entrar en el Salón de la Fama de la MLB

Panamá hoy está de fiesta. Un hijo de esta tierra tendrá para siempre un lugar en la inmortalidad del deporte, en la liga donde solo alcanzan este honor aquellos que tuvieron una carrera destacada y un comportamiento impecable.

El panameño Mariano Rivera llega al Salón de la Fama de las Grandes Ligas de béisbol con todos los honores.

Lo hace como el primer pelotero en la historia que recibe el 100% de los votos sufragados para el ingreso de la llamada ‘Clases 2019', lo consigue junto al puertorriqueño Edgar Martínez, el bateador más temible al que enfrentó en 19 años de carrera, todos con la franela rayada de los Yanquis de Nueva York.

Curiosidades

Jackie Robinson usó el número 42 en su uniforme, cuando se estrenó el 15 de abril de 1947. Cincuenta años después, Mariano Rivera se convirtió en el cerrador oficial de los Yanquis de Nueva York, iniciando otra historia de leyenda en las Grandes Ligas.

En 1997, el comisionado de la MLB Bud Selig decidió retirar en todas las Grandes Ligas el número 42 de Robinson en el 50 aniversario de su debut en las Grandes Ligas.

Aprovechando la ocasión, Ken Griffey Jr pidió permiso para usar el número 42 el 15 de abril de 1997, solo por ese día. Su gesto inició la tradición de que cada año, el 15 de abril, todos los jugadores de los equipos de las Grandes Ligas usarían el número 42 en sus uniformes.

Pero, ¿por qué contar este pasaje de la historia?

Es que en 1997, Griffey Jr ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, acaso inspirado por Robinson; y Mariano Rivera acudió ese año a su primer Juegos de Estrellas, motivado por su promoción a ‘cerrador' con los Yanquis de Nueva York.

Los varios ‘42'

UN GRANDE Y SUS CIFRAS

Mariano Rivera tiene impresionantes registros en las Grandes Ligas

es su promedio de carreras limpias en postemporada, para peloteros con 30 o más episodios lanzados.

partidos salvados en su carrera, la mayor cantidad para un lanzador relevista en la historia de las Grandes Ligas, jugando en la temporada regular.

anillos de la Serie Mundial tiene Mariano Rivera en su residencia. Además, fue convocado 13 veces al Juegos de las Estrellas.

Cuando Mariano Rivera eligió el número 42 para llevar en el uniforme que usaría por 19 años con los Yanquis de Nueva York, jamás pensó que tendría el honor inconmensurable de ser el último pelotero en llevar el mismo número que Jackie Robinson usó con los Dodgers de Brooklyn.

En 1997, Mariano Rivera era uno de los 13 peloteros que en ese momento utilizaba el número 42 en su uniforme.

Muchos de estos peloteros terminaron su carrera sin nada que mostrar en términos sobresalientes: el dominicano José Lima por ejemplo, jugó 13 años en las Grandes Ligas, terminó con foja de 89-102. Su mejor año fue en 1999, cuando logró marca de 21-10, jugando para los Astros de Houston.

Otro ‘42' fue Kirk Reuter, un tirador izquierdo que terminó una carrera de 13 años con foja de 130-92 y efectividad de 4.27.

Mo Vaughn fue otro ‘42', que terminó su carrera con promedio de .293, 328 jonrones y 1,064 carreras empujadas, más 1,620 imparables.

Vaughn se retiró en 2003; desde ese año, hasta su adiós al béisbol en 2013, Mariano Rivera fue el único portador en las Grandes Ligas de la camiseta número 42, como pelotero regular.

Honor, orgullo, legado

Mariano Rivera firmó para jugar pelota profesional en los Estados Unidos cuando tenía 21 años de edad; Jackie Robinson llegó a las Ligas Mayores a los 28 años, una edad en que el pelotero es maduro, pero en su caso, fue un novato longevo.

El panameño es considerado el mejor lanzador relevista de todos los tiempos (sus números así lo indican); Robinson entró al Salón de la Fama de las Grandes Ligas como un grande, dentro y fuera del terreno de juegos.

Ambos llegaron al béisbol por caminos diferentes, en épocas muy distintas, en circunstancias tan divergentes; sin embargo, existe un cordón umbilical bien marcado entre el estadounidense de Georgia, y el panameño de Puerto Caimito: sus orígenes humildes, y situación de ‘minorías', mucho más marcada en Robinson por la extrema segregación racial en su época.

Ambos compartirán ahora espacio en el Salón de la Fama de Cooperstown, donde trascenderán en el tiempo, en donde las hazañas del estadounidense ya son parte de la historia de su país, y donde las de Rivera se juntarán con las de Rod Carew, nuestro primer inmortal en las Grandes Ligas.

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