El béisbol sacó la cara por el deporte en 2019

Actualizado
  • 16/12/2019 00:00
Creado
  • 16/12/2019 00:00
Panamá obtuvo el título en la Serie del Caribe. El expelotero Mariano Rivera ingresó al Salón de la Fama. La novena istmeña Sub-10 alcanzó el título Panamericano de la categoría
El karateca Héctor Cención obtuvo presea de bronce en la modalidad de kata.

La inducción del ex grandes ligas Mariano Rivera al Salón de la Fama, el título obtenido por Panamá en la Serie del Caribe, así como otros galardones en las categorías menores, hicieron del béisbol el deporte del año en Panamá.

Efectivamente, la novena istmeña Sub-10 alcanzó el título panamericano de la categoría, mientras que el equipo de Herrera, en representación de Panamá, hizo algo similar, al obtener el campeonato latinoamericano intermedio.

A ello hay que agregar los subcampeonatos infantil y preintermedio de Chiriquí y Panamá Oeste, respectivamente, en las Pequeñas Ligas, y el segundo lugar de nuestra selección en el Panamericano Sub-15.

También destaca en la actividad del año que termina, las medallas de bronce obtenidas por las judocas Kristine Jiménez y Miryan Roper; el luchador Alvis Almendra y el karateca Héctor Cención, en los Juegos Panamericanos de Lima.

De igual forma, fue notable la participación de la juvenil pesista veragüense Mariadni Batis en el Panamericano de halterofilia Sub-17, donde obtuvo tres medallas.

Mariano Rivera, imparable

La formidable carrera de Mariano Rivera con los Yanquis de Nueva York se vio coronada a principios de este año, cuando fue escogido en forma unánime para entrar al templo de los inmortales en Cooperstown, Nueva York.

Rivera, quien realizó su carrera de 19 años con los Mulos de Manhattan, se convirtió en el primer jugador, en obtener todos los votos de la prensa especializada estadounidense.

Su entrada se registró seis meses después, en una ceremonia en la que estuvieron presentes decenas de panameños, entre ellos, el presidente Laurentino Cortizo.

Campeón caribeño

Panamá ganó la Serie del Caribe de la misma manera en que fue escogida para ser la sede del máximo evento beisbolístico de la región, en forma inesperada.

Venezuela era el país anfitrión, pero aduciendo razones políticas, principalmente, se determinó cambiar la sede y otorgársela a Panamá, que tenía previsto regresar a esta competición al año siguiente.

La representación istmeña recayó en los campeones locales, los Toros de Herrera, que luego de una discreta participación en la Serie Latinoamericana, se reforzó en todas sus líneas y emergió como el flamante campeón.

Los Toros, dirigidos por el mánager herrerano Manuel Rodríguez, vencieron en el partido final a los Leñadores de Las Tunas (3-1), de Cuba, y alcanzaron el título para el país por primera vez desde 1950, cuando lo hicieron los Yanquis del Carta Vieja.

Las categorías menores

Panamá volvió a demostrar que tiene un buen sistema de categorías menores, por lo menos en la mayoría de sus provincias, al ubicarse entre los primeros lugares de los torneos en que participó.

No todos fueron éxitos, como los ocurridos a las categorías Sub-10 y Sub-15 a nivel panamericano, e infantil, preintermedio e intermedio en los latinoamericanos de Pequeñas Ligas, pero en todas demostraron talento y disciplina.

Los campeonatos fueron obtenidos en el panamericano sub-10, dirigido por el coclesano Francisco González, y en el latinoamericano intermedio con la novena de Herrera, llevado de la mano del técnico Santiago Gómez.

En tanto que el Sub-15 se quedó con el segundo lugar del panamericano, con Audes De León como director, y las representaciones infantil y preintermedia con los subcampeonatos latinoamericanos, con los técnicos Efraín Samudio y Elpidio Pinto, respectivamente, al frente de los mismos.

Campeones de bronce

Panamá no cumplió con sus propias expectativas y sus supuestas grandes figuras, una vez más quedaron a deber en la máxima competencia continental, los Juegos Panamericanos de Lima.

No obstante, no todo quedó perdido tras la obtención de sendas preseas de bronce por parte de las judocas Kristine Jiménez y Miryan Roper, el luchador Alvis Almendra y el karateca Héctor Cención.

Almendra, medallista de plata en Toronto 2015, se volvió a subir al podio de los 87 kilogramos, del estilo greco, mientras que Cención lo hizo en la especialidad de kata individual.

En tanto que Jiménez se llevó el tercer lugar de los 52 kilogramos, y Roper la de bronce en los 57 kilos. Los cuatro tuvieron que vencer previamente a un adversario, para adjudicarse la medalla.

Mención de honor

La mención de honor es para la pesista veragüense Mariadni Batista, quien obtuvo una presea de oro y dos de plata en el panamericano sub-17 de Ecuador, en los 81 kilogramos.

Batista obtuvo oro en el arranque con un esfuerzo de 88 kilos, y las de plata fueron en envión (107 kg) y totales (195 kg).

Esos esfuerzos fueron superados por la juvenil atleta en el Nacional realizado en Colón en noviembre pasado, cuando levantó 93 kilos en arranque y 110 kilogramos en envión, para un gran total de 203 kilos, la mayor cantidad de peso para una dama istmeña.

Tanto Batista como los ganadores de bronce en los Panamericanos de Lima, buscan afanosamente un cupo para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año.

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