El último juego de Satchel Paige

Cuando se habla de leyendas del montículo, aparece enseguida sobre la mesa el nombre de Leroy 'Satchel' Paige, un mítico pitcher de las décadas de 1920, 30, 40, 50 e incluso parte de 1960.

Fue tan notoria su calidad, que el gran Joe DiMaggio dijo en una oportunidad: “Es el mejor y más veloz pitcher que he enfrentado”.

En esta nota revisaremos, rasantemente el último juego de este sensacional pitcher , su singular despedida, pero antes algunos datos para crear el contexto adecuado.

Paige nació un 7 de julio de 1906 en Alabama, EE.UU. Desde 1927 comenzó a jugar en las Ligas Negras de una forma descollante, al punto de ser considerado como el mejor lanzador de esa instancia en toda su historia. Con el tiempo fue jugando en las ligas invernales en Dominicana, Cuba y México.

En todos los equipos que estuvo dio excelentes resultados; fueron los años en los que fue labrando su legendaria aureola. Como lanzador tenía dos armas letales,que combinaba con armonía y malicia: velocidad y control. Y para que no quepan dudas, Hack Wilson (poseedor del récord de más empujadas en una campaña de la MLB), dijo después de batear contra Paige: “Cuando suelta la bola parece una bola, cuando llega al plato luce como una bala”.

Fue tan sobresaliente Paige desde el montículo que logró en Ligas Negras, durante 15 temporadas, 163 aperturas, 90 victorias, 49 derrotas, una asombrosa ERA 2.47, WHIP 1.019, K/9 8.5 y K/ BB 4.42., obteniendo el insólito valor 0.1 Jr/9.

Pese a ser una superestrella de las Ligas Negras, Paige quería más y mantuvo siempre su sueño de lanzar en las Grandes Ligas. Una vez rota en 1946 la barrera racial, esa oportunidad se fue acercando. Claro está, la edad de Paige no se lo ponía nada fácil (pasaba de 40 años ).

Sus mejores años estaban en el brumoso pasado, no obstante, era tan grande su deseo de jugar allí que sacó fuerza de flaquezas, confiando con mucho ímpetu en el talento de ese brazo prodigioso que la naturaleza le había proporcionado. Era un reto, y quería encararlo pese al inconveniente de la edad .

Cleveland fue el equipo que en 1948 le dio su ansiada oportunidad de montarse en el morrito de las mayores.

En la MLB Paige lanzó entre 1948 y 1953. En su balance global vemos: 178 juegos (25 de ellos aperturas) 28 triunfos, 31 derrotas, 33 juegos salvados, cuatro blanqueos, ERA 3.31.

En 1948 contribuyó al triunfo de Cleveland en la Serie Mundial, hasta ahora la última conquista de ese equipo en el Clásico de Otoño.

Luego de su retiro oficial en 1953, Paige no había participado más en la MLB ni en el béisbol organizado, sin embargo para 1965, con la dilatada edad de 58 años, los Atléticos de Kansas le dieron una última oportunidad como serpentinero, una oportunidad de decir adiós con calidad y pundonor.

En ese juego, celebrado la fresca noche del 25 de septiembre de 1965 (vale decir en las postrimerías de la temporada), los Atléticos enfrentaban, en casa, a los Medias Rojas de Boston.

Paige, con esa increíble edad fue el abridor de KC. Satchel Paige, en su partido final, logró mantenerse en la lomita durante tres productivos innings.

En el primer episodio sacó al CF Jim Gosger con elevado a la inicial, el 3B Dalton Jones se embasó por error del primera base. Bateando Yastrzemski fue out el corredor, acto seguido Yastrzemski le conectó doblete (por cierto el número 187 en la carrera del futuro triple coronado y HOF), pero Satchel dominó a Tony Conigliaro con elevado al jardín izquierdo para el tercer out.

Por la vía del 1,2,3 Satchel logró saldar la segunda entrada: desfilaron el inicialista Lee Thomas (quién elevó a la tercera base), el camarero Félix Mantilla entregó el segundo out con roletazo por el SS, mientras que el último out fue el del campocorto de los patirrojos Eddie Bressoud, quien elevó al jardín derecho.

Se venía el último inning en la brillante carrera de este gran beisbolista. Abriendo la batería de Boston llegó a la caja de bateo el receptor Mike Ryan. Con elevado suave al SS entregó Ryan el primer out.

El lanzador de los Medias Rojas Bill Monbouquette tomó turno, ponchándose. Estaba servido el ambiente para que Satchel enfrentara a su último bateador: Jim Gosger. En cuenta de dos bolas sin strikes, Groger conectó una rola por el SS para concluir el episodio. Era el final del camino. Un pitcher talentoso, de asombrosa longevidad y gran carisma, prácticamente un anciano, había dado esa impactante demostración de grandeza, al colgarle tres ceros a un equipo de la categoría del de Boston. ¿Se puede aspirar a una mejor o más grandiosa despedida de los diamantes?

Hasta su último juego fue grande. Paige fue exaltado al Salón de la Fama por sus logros en las Ligas Negras en 1971. Falleció el 8 de junio de 1982.

Genio y figura ...