Pinar del Río, a la Serie del Caribe 2015

Actualizado
  • 30/04/2014 02:00
Creado
  • 30/04/2014 02:00
Un vistazo al torneo de béisbol cubano desde la óptica de un observador panameño. 

La novena de Pinar del Río conquistó el título de la LIII de la Serie Nacional de Béisbol de Cuba, al vencer a Matanzas en la serie final, al mejor de siete encuentros.

Con este triunfo de los Pinareños, con anotación de 9 x 6, se ganaron el derecho a representar el béisbol cubano en la próxima serie de béisbol del Caribe que se va a celebrar en Puerto Rico.

Pinar del Río, bajo la dirección del conocido de la afición panameña, Alfonso Urquiola, primero venció en la serie semifinal a los Industriales, el equipo de La Habana, en un serie disputadísima que termino favorable a Pinar del Río, 4 ganados por 3 perdidos, en siete encuentros.

Por su parte Matanzas, que estuvo dirigido por Víctor Mesa, venció al campeón de al año pasado Villa Clara 4 x 1, en cinco encuentros, y ganó al derecho a estar en la serie final, frente a Pinar del Río. A Villa Clara lo dirigió Roberto Moré. Pero no fue el rival para Matanzas, que tuvo un paso arrollador durante todo el certamen.

Industriales, que es el equipo de la capital y que fue dirigido por Lázaro Vargas, mismo que ha ganado doce títulos del béisbol cubano, no estuvo en esta final.

Pinar del Río, lo dejó en el camino en la semifinal (4 ganados, tres perdidos).

En la quincuagésimo tercera Serie Nacional de béisbol de Cuba participaron 16 novenas representado todas las provincias de la República de Cuba.

Industriales, el llamado equipo ‘Insignia de Cuba’, que ha ganado doce títulos del béisbol cubano en la era revolucionaria, esta vez quedó rezagado.

En la semifinal, entre los Industriales y Pinar del Río, esta serie que fue muy disputada se fue a los siete juegos, los habaneros tuvieron contra la pared y parecía que iban a dar la barrida, tres juegos sobre uno y en el propio estadio latinoamericano, los de Pinar le sacaron un triunfo 2 x 1, que le dio el aire suficiente para llevar la serie a su estadio, el capitán San Luis.

Allí en Pinar de Río, las cosas fueron muy distintas y Alfonso Urquiola sacó toda su experiencia, para lograr conquistar esa semifinal y cerrarle el paso al llamado equipo insignia del béisbol cubano.

El equipo de Pinar de Río, siempre fue de menos a más y cada juego fue fortaleciéndose, apoyando en su pitcheo y sobre en bullpen, en donde siempre los tuvo caliente, todos los lanzadores que subieron a la lomita de las angustias, y no respondía con strikes, era remplazado, para no dar ventaja a los rivales.

Pero el aspecto ofensivo también creció Pinar del Río, que supo aprovechar el descontrol de los lanzadores de Matanzas, que en el último partido, perdieron totalmente el control, hasta permitir carreras de caballito por sendas bases bolas.

En le torneo los dirigentes y técnicos del béisbol cubanos realizaron evaluaciones de la nuevas figuras (novatos), que destacaron en el certamen, también se le dio seguimiento a los peloteros ya conocidos.

Técnicos y dirigentes pudieron observar que hay trabajar entre los lanzadores nuevos y ya veteranos a fin de elevar el nivel del mismo, que se vio un poco flojo y desajustado.

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