López vs. Lomachenko: la pelea esperada

El combate de unificación de las coronas del peso ligero (135 libras) entre el ucraniano Vasyl Lomachenko y el estadounidense con sangre hondureña Teófimo López, es uno de esos eventos que revive el boxeo mundial, en un año donde el principal combate de la humanidad ha sido contra el nuevo coronavirus.

Lomachenko, de 32 años, arriesga las coronas que reconocen la Asociación, el Consejo y la Organización Mundial de Boxeo, mientras que López, de 23 años, pone sobre la balanza el cinturón que reconoce la Federación Internacional de Boxeo. El ganador se convertirá en el único titular del boxeo rentado en el peso ligero.

Es una de esas peleas que atrae miradas, provoca comentarios y permite especular un poco sobre el valor que realmente tiene.

Lomachenko es uno de los mejores pugilistas que ha existido, apreciación que muchos expertos consideran exagerada, pero que entra al debate al revisar su historial profesional. Fue campeón mundial y olímpico en dos ocasiones. En su tercera pelea profesional, se coronó campeón del mundo en el peso pluma. Con 15 peleas profesionales, una derrota y diez victorias por nocaut, ha reinado ya en tres categorías diferentes.

López, en cambio, está invicto en 15 combates, 12 de ellos ganados antes del límite; posee la espectacularidad sobre el cuadrilátero que le gusta a los aficionados, y también un verbo bastante convincente.

Mientras el europeo presenta nombres muy conocidos en su palmarés (Jorge Linares, Gary Russell Jr, Orlando Salido, Guillermo Rigondeaux, Rocky Martínez y Nicholas Walters, todos campeones del mundo), el de sangre catracha muestra a Richard Comley como el nombre más prominente en su lista de derrotados.

Viendo esto, no parece ser una pelea pareja, sin embargo, hay que anotar en favor de López que en su forma de combatir hay elementos interesantes, con los que Lomachenko no se ha topado aún: la falta de respeto.

Teófimo López ha sido tan atrevido, que asegura un nocaut para Lomachenko. En el pleito ante el venezolano Jorge Linares, el ucraniano pasó momentos complicados, y aunque pudo resolver cayó a la lona, y dejó la impresión de que, después de todo, no es un ser de otro mundo, sino un humano más.

Ese elemento es el que ha ponderado el llamado “The Takeover” (el que se hace cargo), para gritar su aspiración de triunfo sobre Lomachenko. No obstante, el campeón de tres organismos diferentes está bastante lejos de ser un boxeador en proceso de descenso.

López saldrá como una tromba desde el primer campanazo, y Lomancheko lo sabe, seguro de no entregarse al ímpetu de su contrario. El asunto está en que López consiga “sacar de su concentración” a Lomachenko, haciéndose caer en la refriega franca.

La experiencia, a pesar de sus 15 peleas profesionales, está del lado del ucraniano, y debe pesar al momento de enfrentar al aguerrido pugilista de sangre hondureña.