Isaac Herrera , el ‘premier' de los árbitros panameños

Actualizado
  • 29/07/2019 02:00
Creado
  • 29/07/2019 02:00
Herrera inició su carrera en 1955, y culminó cuarenta años después. Fue considerado uno de los mejores árbitros del mundo y dirigió pleitos en los que intervinieron púgiles como Roberto Durán, Carlos Monzón, Antonio Cervantes y Eusebio Pedroza

El boxeo es una de las actividades más apasionantes que existe en el deporte, en la que se encuentran involucradas un sinfín de personas buscando fama, conquistas o una forma de ganarse la vida.

Aunque también hay otros que encuentran en el deporte de las ‘narices chatas', una actividad apasionante y embriagadora que, además, les permite desarrollarse como profesionales.

En ese grupo estaba el siempre recordado tercer hombre del ring , Isaac Herrera, el ‘Nureyev' del boxeo, a quien por mucho tiempo también se le conoció como el ‘Premier' de los árbitros panameños.

‘En una ocasión, Isaac me comentó que no entendía por qué Arthur Mercante estaba en el salón de la fama de Canastota y él no, cuando éste lo había proclamado el ‘mejor' árbitro del mundo',

ROGELIO PÉREZ

EXPRESIDENTE DE LA COMIBOX DE PANAMÁ

Sin ningún tipo de dudas, Herrera sería uno de los primeros nombres en estar en un salón de la fama del boxeo istmeño, luego de intervenir en algo más de 200 pleitos, y unos 18 como árbitro en peleas de título mundial.

Estuvo considerado entre los primeros en Centro y Suramérica, en una profesión que inició en un compromiso preliminar en 1955, y que culminó cuarenta años después actuando, paradójicamente, en otro choque de ‘abreboca'.

El hombre que alguna vez fue considerado uno de los mejores árbitros del mundo y que dirigió pleitos en los que intervinieron púgiles como Roberto Durán, Carlos Monzón, Antonio Cervantes, Hilario Zapata, Eusebio Pedroza y Yoko Gushiken, se despidió actuando en una pelea pactada a cuatro rounds.

Así de ingrata en ocasiones es la actividad boxística, principalmente de quienes la dirigen, que hace a un lado todos los premios otorgados a un hombre que lo dio todo por enaltecer esta actividad.

En efecto, la carrera de Herrera fue reconocida por las comisiones de boxeo del Perú, Costa Rica, Panamá y Ecuador, entre otras.

Un pase al salón de la fama

‘En una ocasión, Isaac me comentó que no entendía el porqué Arthur Mercante estaba en el salón de la fama de Canastota y él no, cuando éste lo había proclamado el mejor árbitro del mundo', señaló el ex presidente de la Comibox de Panamá, Rogelio Pérez.

Pérez explicó que ambos réferis coincidieron en una cartilla de título mundial y Mercante no tuvo su mejor noche, contrario a lo que aconteció con Herrera, por lo que el oficial estadounidense al término de la función y frente a los demás colegas, le levantó el brazo al tiempo que lo declaraba ‘el mejor'.

Esta improvisada reunión se registró en marzo de 1987, en una de las últimas actuaciones de Herrera en pleitos de título mundial, cuando Tommy Hearns enfrentó a Dennis Andries, por el título mundial semipesado del CMB.

En esa misma función, Mercante fue el árbitro de la co-estelar entre Milton McCrory y Rafael Corona, por la faja súper welter estadounidense.

Pérez sostuvo que empezó a hacer las averiguaciones, para que el nombre de Isaac Herrera pudiera ser considerado para el Salón de la Fama, pero al poco tiempo el ex árbitro falleció y la gestión quedó en el aire.

Un árbitro respetado

Pérez refiere que Isaac practicó el pugilismo, pero que apenas llegó a los siete encuentros, porque una vez perdió su condición de invicto pensó que lo mejor era guindar los guantes.

‘Como árbitro se caracterizó por el respeto que imprimió dentro del ring, porque tenía tamaño, era fuerte y había sido boxeador; reunía las características de una persona que debe mandar arriba de un ring', precisó.

‘Además, tenía otra particularidad (...), su presencia no se notaba dentro del cuadrilátero y era consciente de eso, porque entendía que no era el protagonista del espectáculo sino los boxeadores', añadió.

Herrera dictó innumerables clínicas y seminarios, en los que instruía sobre el accionar de un réferi en el ring. ‘Hablaba sobre a qué boxeador se le debe seguir cuando estás en una pelea, saber cuál es la mano fuerte de ellos y mantenerte a un metro como mínimo de distancia', recordó Pérez.

‘Decía que un árbitro debe caminar detrás del que está atacando y mirar a los ojos de los púgiles, porque estos hablan', matizó.

Peleas de título mundial

Herrera actuó en 205 encuentros, solo en tres como juez, que lo llevaron a actuar en Estados Unidos, Colombia, Argentina, México, Chile, Puerto Rico y, por supuesto, Panamá.

Fue en el pleito entre Carlos Monzón y Tony Mundini, en el mítico Luna Park de Buenos Aires en octubre de 1974, que los periodistas lo bautizaron como el ‘Nureyev' del ring , por su impecable actuación.

Intervino en cuatro peleas de título del colombiano Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé', incluyendo la primera que realizó frente al argentino Carlos María Giménez, en Bogotá, en septiembre de 1973, que lo convirtió en el primer árbitro istmeño en actuar en el extranjero.

También donde ‘Kid Pambelé' peleó con el boricua Wilfredo Benítez, en Puerto Rico, y en dos del panameño Roberto ‘Mano de Piedra' Durán.

Cervantes perdió frente a Benítez por decisión dividida, en un pleito donde el juez neutral, en este caso Isaac Herrera, vio ganar estrechamente al puertorriqueño.

Debido a esto, las relaciones entre Herrera y la AMB, que lo había programado en sus primeros ocho pleitos titulares, se enfriaron, por lo que el réferi istmeño apenas actuó un año después en otra pelea de esta organización.

En opinión de Pérez, el venezolano Ramiro Machado, manejador de Pambelé, tenía mucha influencia en la AMB y eso perjudicó la carrera de Herrera.

No obstante, el andar pugilístico de Herrera como árbitro a nivel internacional se mantuvo por diez años más, en los que actuó en cinco peleas de título del Consejo Mundial y otra de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Ese pleito de la OMB se le asignó a Herrera por solicitud del entonces directivo de la entidad, el panameño Alberto Alemán Robles, que significó el penúltimo en la carrera del legendario oficial panameño.

El 31 de agosto de 1996, el ‘premier' de los árbitros puso fin a su carrera, en un choque preliminar en el gimnasio Nuevo Panamá.

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