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- 10/11/2017 01:00
De las pocas cosas interesantes que le quedan a la categoría de los pesos pesados, el enfrentamiento entre el estadounidense Deontay Wilder y el británico Anthony Joshua, parece ser lo único atractivo o motivante que le queda a la que antes se consideró como la categoría reina del pugilismo mundial.
En el papel, se trata del duelo de dos invictos campeones mundiales del peso pesado, ambos con manos mortíferas y ansiosos de ser considerados como el mejor de la división.
Sin embargo, ninguno de los dos ha tenido rivales de alta ponderación y salvo Joshua, quien noqueó en once asaltos al longevo Wladimir Klitschko en abril de este año, ninguno de los dos posee en su registro nombres de alto perfil.
Ahora bien, se trata de los dos boxeadores más atractivos en una división ausente de reales contendientes.
Esto, unido a que los dos son boxeadores con una capacidad de pegue estratosférico, más la imbatibilidad en sus registros, produce al menos la posibilidad de promocionar el pleito como una batalla de imbatibles campeones mundial del peso complieto.
Por lo pronto, la pelea luce distante, pero sin dudas, se dará en el 2018, al calor de la necesidad de potenciar la categoría de los pesados.