Roberto Baggio, de héroe a villano

I talianos y brasileños se enfrentaban por segunda vez en el partido definitorio de una Copa del Mundo en la edición de 1994 en Estados Unidos. La anterior había sido 24 años antes en el Mundial de México 1970 con victoria para los sudamericanos.

Hasta ese día, el 17 de julio del ‘94 en Los Ángeles, ambos equipos buscaban su cuarto título mundialista.

La ‘Azurra’ comenzó el certamen con el pie derecho al caer sorpresivamente con Irlanda en su debut en el Grupo E. Luego cosecharon un una victoria y un empate ante Noruega y México, respectivamente, para clasificarse a la siguiente fase.

El líder y figura del equipo, sin dudas, era el ‘Il Divino’ Baggio, que parea ese entonces era figura de la Juventus de Turín.

Su figura de estrella de los italianos brillaría aún más en el difícil encuentro ante Nigeria por los octavos de final. Los africanos comenzaron ganando, pero dos goles de Baggio revivieron a Italia.

Sus siguientes víctimas fueron España y Bulgaria, a quienes Baggio no perdonó para llegar a la final contra Brasil.

Los europeos dominaron a la selección de Romario y compañía, lo que parecía en un principio que iba a ser al revés, pero todo se decidió desde el punto del penal al terminar los 120 minutos sin marcarse goles.

Tras dispararse ocho penales, el marcador era 3-2 a favor de los sudamericanos y el penal decisivo le tocaba a Baggio.

Taffarel espera en el arco. ‘Il Divino’ toma carrera, apunta, remata y el balón pasa por encima del horizontal.

Brasil gritó campeón y Baggio pasó a ser el villano de la película.