El Santiago Bernabéu espera a Luis Enrique, su enemigo favorito

Actualizado
  • 24/10/2014 12:19
Creado
  • 24/10/2014 12:19
El asturiano de 44 años jugó cinco años en el Real Madrid (1991-1996), antes de fichar por el Barcelona

Su regreso al Bernabéu se anuncia eléctrico.  Protagonista de un sonado traspaso entre el Real Madrid y el Barcelona como jugador, el entrenador azulgrana Luis Enrique es una de las figuras más criticadas por la afición blanca, que le brindará un ruidoso recibimiento el sábado en el Clásico.

El asturiano de 44 años jugó cinco años en el Real Madrid (1991-1996), antes de fichar por el Barcelona, club con el que se identificó de inmediato, en el que militó ocho campañas (1996-2004) y en el que llegó a ser el capitán.  "Mi época en Madrid no me trae buenos recuerdos", ha dicho en varias ocasiones, añadiendo que la camiseta azulgrana del Barcelona le quedaba mejor que la blanca del Real Madrid.

Estas declaraciones, unidas a las manifestaciones de 'barcelonismo' en sus visitas al Bernabéu como jugador, con significativas celebraciones de sus goles, le situaron entre los jugadores más detestados en la hinchada blanca; situación similar a la que vivió el portugués Luis Figo cuando recorrió el camino contrario.

Pero, al contrario de lo que se podía pensar, esta presión adicional no desestabilizaba a Luis Enrique, le propulsaba.Así ocurrió en un Clásico de 2003 ante el Real Madrid de Ronaldo y Zinedine Zidane.  'Lucho' igualó 1-1 para el Barcelona y, eufórico, recorrió el césped del Bernabéu mostrando al público su camiseta azulgrana.- Agradecido por los silbidos -  "Este partido coronó a Luis Enrique como un abanderado del barcelonismo", escribió al día siguiente del partido el periodista Santiago Segurola en una columna del diario El País.

En 2004, en el Bernabéu, en el último Clásico de su carrera como jugador, Luis Enrique fue suplente.

Mientras calentaba en la banda no paró de recibir insultos y entró en juego bajo una sonora pitada.

El Barcelona, liderado entonces por Ronaldinho, se impuso 2-1.  Diez años después, en enero de 2014 y como entrenador del Celta, Luis Enrique volvió al césped del Bernabéu y se llevó una bronca monumental, señal de que los grandes enemigos nunca se olvidan.  "Para un jugador del Barcelona es siempre gratificante ser silbado en el estadio Santiago Bernabéu", dijo Luis Enrique, un personaje inusual en el mundo del fútbol, por su carácter abierto y fuerte.

Este viernes, en la rueda de prensa anterior al choque, insistió en la emotividad:  "Los Clásicos tienen que ser calientes, divertidos, que demos el mayor espectáculo posible y que se rija todo por parámetros deportivos".

Aterrizado en el primer equipo azulgrana con la labor de iniciar la reconstrucción tras una temporada sin títulos, Luis Enrique espera conservar la imbatibilidad en el estadio en el que ha conocido todo: Desde los aplausos hasta los mayores abucheos.

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