Barsa y Real Madrid fulminan a sus rivales

Actualizado
  • 27/04/2017 02:02
Creado
  • 27/04/2017 02:02
Ambos equipos sumaron de a tres en la jornada de ayer

El Real Madrid olvidó la derrota en el clásico frente al Barcelona con la verticalidad de su 'segunda unidad', que le permitió lograr una victoria holgada (2-6) en su visita al Deportivo en el estadio de Riazor.

El equipo blanco solo vio comprometido el resultado en los minutos previos al descanso, justo antes de que Lucas Vázquez marcara el 1-3.

Después de la derrota ante el Barcelona (2-3), Zinedine Zidane confió en la profundidad de su plantilla ante el Deportivo con nueve cambios (dos de ellos obligados) respecto a la alineación que había dispuesto el domingo en el Bernabéu.

La apuesta parecía rozar, incluso, la imprudencia, pero sus jugadores no tardaron en darle la razón en el césped.

El conjunto blanco fue un torbellino en su visita a ese campo que se le cruzó entre 1992 y 2008 pero en el que se ha hecho fuerte desde entonces.

Su inquilino, el Deportivo, aún no ha sido capaz de sellar la permanencia en otra temporada de sufrimiento, nada que ver con aquel equipo que deslumbraba en la Liga y en España y que se le atragantaba al Real Madrid. Cincuenta segundos tardó el Real Madrid en empezar a dejar atrás la derrota en el clásico.

Tras una pérdida de los locales en la salida del balón, los de Zidane, que solo mantuvo en el once a Marcelo y Nacho, dieron el primer golpe en una contra que Morata, a pase de Isco.

BARCELONA IMPLACABLE

El Barcelona volvió a endosar una goleada a Osasuna (7-1) en un partido sin brillo de los de Luis Enrique y dejó el conjunto navarro con los dos pies en segunda división.

Después de un 7-0 el curso pasado, un 5-1 el anterior y un 8-0 hace tres, el Barcelona se abonó a someter a Osasuna en el Camp Nou con una nueva goleada (7-1), gracias al acierto en la segunda parte del equipo catalán, que cuajó unos primeros 45 primeros minutos de muy bajo nivel, a pesar de haber ejercido un control casi exclusivo con el control del balón.

La primera parte fue un monólogo de los azulgranas, que, aunque no cuajaron un partido para enamorar, no permitieron nada a Osasuna, cuyo único momento álgido fue un disparo desde el centro del campo de Roberto Torres en el minuto 10 con el que quiso sorprender a Ter Stegen.

Al margen de ese intento, Osasuna no ofreció nada más que un repliegue como pudo en defensa e intentó salir sobre Messi cada vez que el argentino recibía en la frontal.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus