Mucho más que el factor de la localía

El partido inaugural del Mundial reveló dos cosas interesantes.

Primero: Jugar 12 partidos como preparación desgasta a los futbolistas, y los mexicanos fueron un claro ejemplo de ello.

En el primer tiempo ante los infravalorados sudafricanos, los pupilos de Javier Aguirre fueron dinámicos, ordenados y eléctricos, enchufados a una llave maestra con el nombre de Giovani Dos Santos. Solo él mantuvo un ritmo constante durante los 90 minutos. En el segundo tiempo, el nivel de sus compatriotas fue cayendo paulatinamente como fichas de dominó. La cancha del Soccer City se les volvió inmensa. Era el momento que los Bafana Bafana estaban esperando.

Segundo: Que Sudáfrica no tiene historia futbolística, es verdad. Que su nivel de juego lo cataloga como ’fácil’, también. Que si clasifican a octavos de final es porque un anfitrión nunca se quedó en fase de grupos y porque como tal recibirá ayuda de los árbitros, es mentira.

Sudáfrica cumplió y promete. Supo dominar a México durante todo un tiempo y pudo haber ganado sobre el finalsino hubiera sido por un poste desertor.