Recuperacion económica de la actividad hípica tras la pandemia

“Tienes que evitar contagiarte y, además, si te contagiaste, aunque no lo sepas, tienes que evitar pasar el virus a otros”, “para evitar contagiarte, solo hay dos cosas”, “no te acerques a más de dos metros de ninguna persona”, “lávate las manos o aplícate un gel con alcohol luego de que tus manos hagan contacto con cualquier superficie, o en todo caso, lava tus manos antes de comer, al llegar a casa y cada vez que puedas”.

Esto es lo que nos ha enseñado en la propaganda universal sobre el virus que nos agobia en estos momentos...

Para evitar contagiar a los demás, toda vez que el virus se transmite por las microgotas que salen de secreciones de la nariz y de la boca de los infectados, hay que exigir el uso permanente de mascarillas que cubran la salida de la nariz y la boca.

¿Qué más hay que hacer? Repetir hasta la saciedad que no estés cerca de las personas, estén sanas o no, y que te limpies las manos con jabón o gel con alcohol constantemente, hasta que este mensaje produzca un efecto automático de acción hasta involuntaria en esta dirección.

Bajo este prisma, si sabes que no debes estar cerca de los demás, que debes lavarte las manos a cada momento, que tienes que usar mascarilla que cubra nariz y boca, y si hay una especie de supervisor recordándote lo anterior para que mantengas esa práctica hasta que lo hagas por costumbre, sería posible reiniciar la apertura de las salas de juego en condiciones como las que a continuación se describen.

Primero, visitar el lugar considerado como sala de juego, establecer el área y aplicar un máximo de gente para ocupar estos sitios a la vez, si las facilidades sanitarias están en buen estado.

Indicar la necesidad de un supervisor que trabaje dispensando gel con alcohol de forma permanente y regular a los que allí estén, recordándoles que mantengan puesta la mascarilla.

Una sala de apuestas de unos 75 metros cuadrados de área, con su baño en buen estado, con un supervisor en la entrada que verifique la temperatura, y otro dentro de la sala que dispense gel con alcohol a los asistentes y verifique el uso de mascarillas para cada uno, con un máximo de asistentes a la vez (75 metros entre 3,25 personas), podría considerarse un sitio seguro para estar.

Sin el uso de mascarillas y el lavado de manos de forma supervisada, no se podrá aplicar seguridad ni se podrá reanudar ninguna actividad de este tipo. Pero de igual manera, con el uso de mascarillas y el gel con alcohol más la supervisión para garantizar su buena utilización, debería considerarse seguro el reinicio del funcionamiento de este medio de trabajo y comercio.

Este escrito busca contribuir como idea de reactivación económica para este tipo de actividad, que en Panamá constituye el ingreso de más de 5,000 familias panameñas.