Tauro vs. Tauro

La diferencia entre la obra de don Guillermo y el fútbol criollo, es que Hamlet fue la tragedia que inmortalizó a Shakespeare, en tanto ...

La diferencia entre la obra de don Guillermo y el fútbol criollo, es que Hamlet fue la tragedia que inmortalizó a Shakespeare, en tanto que lo nuestro es una tragicomedia, otro género de la literatura.

“Algo está podrido en Dinamarca”, se lamentaba Hamlet, refiriéndose a la situación política de entonces.

Aquí y ahora exclamaríamos: “Algo está podrido en el fútbol panameño”, si aplicáramos con certeza, haciendo una analogía con una de las citas célebres del padre de la literatura inglesa.

En el actual contexto histórico-social del fútbol criollo, no sabemos si reír o llorar. Sin duda que estamos ante una magistral tragicomedia.

No sabemos si reír por la decisión del Tauro de volver a convocar Brunet Hay Pino para el crucial partido de esta noche ante el Islander de Puerto Rico.

O llorar por no haberle permitido jugar a su máximo artillero en tres partidos de la Liga de Campeones de la Concacaf (CONCACHAMPIONS) porque el jugador se negó a firmar una extensión de contrato.

Volver a convocar a Hay Pino es solo una escena de la tragicomedia que alcanza su momento cumbre cuando los directivos del Tauro se enfrentan a sus propios intereses.

“Cuántas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al diablo mismo”.

La cita es válida porque la decisión taurina no es una dádiva ni tampoco una acción piadosa, sino que la misma pinta de cuerpo entero a la dirigencia que sintieron la amenaza de la no comparecencia de los aficionados al partido de esta noche protestando la innoble actitud contra el futbolista.

“Ser o no ser, esa es la cuestión”, parafraseando a Hamlet, ese fue el dilema del Tauro para tomar la decisión, en una reñida votación de 7-6.

Por la decisión inteligente de los siete directivos que votaron a favor, otra cita de Hamlet es la que tiene validez hoy: “Presta el oído a todos y a pocos la voz”. Aunque todavía no sabemos si reír o llorar.

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