La inclusión social, un tema algo esquivo en el deporte

Actualizado
  • 22/02/2021 00:00
Creado
  • 22/02/2021 00:00
Todo viene a raíz de que esta es la última semana para que se incluyan aportes al llamado 'Pacto del Bicentenario', cuya finalidad, según sus promotores, es lograr un acuerdo nacional de los principales temas que aquejan al país
La inclusión, según las Naciones Unidas, implica que los sistemas establecidos proveerán acceso y participación recíproca.

¿Hasta dónde la inclusión social está vinculada al deporte? Fue la pregunta que me hice al iniciar la búsqueda de material para desarrollar este artículo.

Todo viene a raíz de que esta es la última semana para que se incluyan aportes en el llamado 'Pacto del Bicentenario', cuya finalidad, según sus promotores, es lograr un acuerdo nacional en los principales temas que aquejan al país.

Los aportes deben ser incluidos hasta el próximo 28 en la plataforma agora.gob.pa. y después de ello iniciarán otras etapas, hasta llegar a lo que se ha promovido como el 'diálogo nacional'.

Lo que se logre con esta iniciativa está por verse, porque como he afirmado antes, propuestas como estas han abundado a través de los años y lo único que se ha conseguido es mantener a una innumerable cantidad de inservibles burócratas, que toda su vida se la han pasado analizando todo tipo de temas y nunca aterrizan.

Al llamado diálogo podría ocurrirle lo mismo, si los responsables de desarrollarlo no llevan adelante un calendario productivo e informativo, y con una dinámica similar a la que realiza el Tribunal Electoral (TE) con las reformas electorales, de lo contrario, no valdrán tantas alharacas hechas a su alrededor.

Pero, a lo que vamos. ¿Hasta dónde la inclusión social está vinculada al deporte? Esta es una interrogante válida, si tomamos en cuenta que dentro del nombrado diálogo se espera reunir a un grupo de personas para analizar, debatir, concluir las propuestas que se den en materia deportiva.

Propuestas no incluyentes

Indudablemente el concepto de inclusión es más complejo de lo que muchos se imaginan. Es como el de resiliencia, que algunos solo asocian 'a la posibilidad de reponerse de una adversidad', cuando en realidad la sola palabra conlleva otros conceptos, mucho más abarcadores.

La inclusión, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), implica que los sistemas establecidos proveerán acceso y participación recíproca y que el individuo con discapacidad y su familia tendrán la posibilidad de participar en igualdad de condiciones.

En definitiva, la inclusión social en el deporte debe tener la misma preponderancia que la educación, la salud y la vivienda, por ejemplo.

No obstante, revisé más de 200 de las 3,800 propuestas inscritas en materia deportiva y otras 40 de las 1,467 en materia de inclusión, hasta el martes 16 de febrero, y ninguna se refiere a la otra en forma conjunta.

Ninguna es inclusiva

Las propuestas en el tema del deporte son muy diversas, desde la construcción de canchas sintéticas o estadios, hasta la creación de escuelas deportivas en los barrios.

Unos fueron más creativos y pidieron la construcción de un hotel para los atletas que se concentran, como ocurre con el Instituto Nacional de los Deportes (Indes) de El Salvador; y otros, centros juveniles por corregimiento para que se dicten clases de música, artes y deportes.

Las comarcas indígenas no se quedaron atrás y solicitaron que los gobiernos presenten políticas dirigidas a desarrollar diversas disciplinas y a la captura de futuros talentos para selecciones nacionales.

Sin embargo, ninguna propuesta alcanzó la posibilidad de que, en la construcción de coliseos cerrados o estadios, haya áreas especiales para discapacitados, en las gradas, en los baños o en los camerinos.

Tampoco observé que en las que hablaban sobre canchas comunales, hubiera un punto que se refiriera a especificaciones especiales, para personas con algún tipo de discapacidad.

Lo más preocupante es si, en las poquísimas construcciones en que trabaja el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), como el gimnasio 'Eduardo Campbell', en Santiago, o el 'Sión Cohen', que pretenden construir en Chitré, se pensó en los atletas discapacitados y sus limitaciones.

Esto lo decimos porque en lo que respecta a los estadios que se edifican, que están construidos o que se proyecta levantar (Boquete, David, Changuinola, Las Tablas), no hay ningún tipo de especificación al respecto.

En esa línea, el periodista panameño Aurelio Moreno nos dijo que en los diferentes estadios y coliseos de Estados Unidos, donde reside, hay áreas especiales para las personas con movilidad reducida, tanto en las graderías como en los baños.

“En Estados Unidos no solo los estadios, sino en todas las instalaciones donde vas, centros comerciales o supermercados tienen estas áreas especiales o se les han hecho ciertas adiciones, en ese sentido”, apuntó.

“Todos los estadios a los que he asistido están habilitados para que las personas con algún problema físico puedan movilizarse, inclusive, hasta solos”, agregó.

La inclusión social en el deporte debe tener preponderancia.

Sin embargo, destacó que hay personal especializado fuera de los estadios para atender este tipo de situaciones y luego de ubicarles en un lugar preferencial, junto a su familia, se mantienen atentos por si es necesario otro tipo de atención.

Una agenda inclusiva

Jembell Chifundo, una joven poetisa colonense con condición de movilidad reducida, señaló que la realidad de los deportistas colonenses con discapacidad es que “no tienen una cancha para practicar, y las que hay son inaccesibles para ellos”.

Jembell, involucrada en diversos movimientos por la inclusión social de los afrodescendientes, principalmente, contó que en una ocasión fue a ver un partido de baloncesto en la Arena de Colón, y el solo querer entrar fue “todo un rollo” porque el gimnasio no está habilitado para personas con condiciones físicas limitadas.

Precisó que desde su tribuna ha propuesto que “la variable” de la discapacidad esté en todos los temas principales del Pacto del Bicentenario, para que no se trate como un renglón aparte, sino que fomente la inclusión en los diversos espacios.

“Pero esto también depende de que haya una organización, de la comunidad o de la sociedad civil organizada, que genere la propuesta, porque no se van a dar propuestas ajenas a las que se suben a la plataforma Ágora, sino que las que existen se van a evaluar”, reflexionó.

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