Eva Montilla, la primera cronista que tuvo el deporte nacional

La historia habla que las mujeres europeas comenzaron a intervenir en el deporte a finales del siglo XIX, pero en Latinoamérica, fue un poco más tarde. Las mujeres estaban mucho más cerca de la cocina y del quehacer doméstico, que de cualquier otra actividad o asunto
El gigante boricua Raymond Dalmau fue entrevistado por Montilla, en el marco del Centrobasket en Panamá.

En el deporte istmeño se han destacado a lo largo de su historia muchos más hombres que mujeres y esto tiene su explicación, porque cuando todo inició, fueron los primeros en practicarlos.

La historia habla que las mujeres europeas comenzaron a intervenir en el deporte a finales del siglo XIX (1890), pero por estos lados del mundo, principalmente en Latinoamérica, fue un poco más tarde.

Las mujeres estaban mucho más cerca de la cocina y del quehacer doméstico, que de cualquier otra actividad o asunto. La desarrollada sociedad europea la tenía marginada.

Es más, al afamado Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, se le atribuye la afirmación que, si las mujeres salían de sus casas podrían “enfermarse terriblemente” o “quedar estériles”. Así de duro era el asunto.

La periodista Eva Montilla entrevista a la jugadora panameña Dámasa Cooper, durante el Centrobasket de 1977.

No obstante, fue un obstáculo más que, en su reconocimiento como el 'sexo fuerte', tuvieron que históricamente afrontar las mujeres.

En el ínterin, el deporte panameño se fue desarrollando, pero en forma casi que silenciosa porque no era foco de atención de los medios, aunque una que otra vez aparecía una esquela en alguna esquina de los diarios.

Nuestra historia identifica entre los primeros cronistas a los propios dirigentes, que organizaban los eventos o ligas y no es que no hubiera periodistas, sino que eran muy pocos.

Es decir, si los dirigentes deseaban verse en las 'páginas amarillas', tenían que cubrir sus propios eventos.

Eva en el centro junto a los periodistas Junior Fernández (Izq.) y Pablo Montoto.

Así nació la crónica deportiva, ni más ni menos.

Fue una actividad cubierta exclusivamente por hombres, aunque desde mediados de los años 20, siempre cubriéndome con la historia, las féminas le daban colorido y alegría a los ruinosos y descuidados escenarios deportivos.

La verdad es que el periodismo era visto como una profesión practicada por bohemios, políticos, fracasados e intelectuales y, en ese espacio, definitivamente que no cabían las mujeres.

No preciso cuándo pudo llegar la primera mujer a una redacción para escribir sobre deportes, porque en antaño alguna pudo aventurarse.

Lo cierto es que oficialmente el hecho se registró en 1977, cuando Eva Montilla Franco publicó una entrevista del exgrandes ligas, Allan Lewis, en el diario La República.

Montilla Franco, en ese momento estudiante del Departamento de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad de Panamá, nos puso en contexto en cómo se vivía el periodismo deportivo a finales de los años 70.

“Era una sección que estaba atendida cien por ciento por hombres, además de que las periodistas mujeres reporteras eran escasas (y) la mayoría, en las secciones sociales”, detalló.

Montoto, el mentor

Eva estudiaba su último año en la hoy Facultad de Comunicación Social y tras cumplir con su práctica profesional en una entidad gubernamental, se le presentó la oportunidad.

La intención era 'colarse' en un medio impreso, pero en su redacción deportiva, para escribir de baloncesto, del 'Tigre' Laguna, de Durán y, si había oportunidad, de los Yanquis de Nueva York.

Ella había jugado baloncesto en el colegio, por lo que tenía algún conocimiento al respecto, algo que la ayudó a formar parte poco después del centro de prensa del Centrobasket de 1977.

Llegó a La República de la mano de la periodista Sandra Montenegro, quien le presentó a Pablo 'Guayo' Montoto, editor de las páginas y uno de los inmortales en la historia de la crónica deportiva.

“Montoto se quedó asombrado de que una mujer quisiera escribir sobre deportes. Le comenté que viajaría a mi pueblo San Félix, en el oriente chiricano, a la apertura de un campeonato en donde estaría el exgrandes ligas, Allan Lewis”, recordó.

“Me pidió que lo entrevistara y así lo hice, y el lunes siguiente me presenté con mi entrevista. A partir de ese momento, quedé como colaboradora e incluso, me asignó un puesto en la redacción”, señaló.

'Guayo' fue un excelente mentor para Montilla, a quien le enseñó a tener archivos sobre cada deporte, a conocer a los atletas, a escuchar a los entendidos y a diagramar, en los tiempos de los cuadratines, picas y tipómetros.

Estuvo un año como colaboradora antes de que fuera nombrada en la redacción, pero como reportera de noticias locales, porque no existía una plaza en la sección de deportes.

“En aquella época, las redacciones de deportes no contaban con un plantel de periodistas, sino con un jefe o encargado, columnistas y colaboradores gratuitos”, explicó.

No obstante, no dejó de colaborar en la sección deportiva; la semilla ya estaba sembrada y con su calidad de trabajo, se había ganado la confianza del editor.

Un nicho por explotar

Las cosas no fueron tan fáciles como se cuentan. Eva tuvo que dividir sus estudios con la profesión, buscando hacer camino para forjarse un futuro.

“En realidad, no me ubicaron en deportes, yo me ubiqué, porque era mi vocación. He quedado para la historia como la primera reportera de deportes, con formación universitaria”, dijo.

Ahora, también había una intención secundaria. “Además, mi pensamiento vislumbraba que, en algún momento de la evolución del periodismo local, otras mujeres encontrarían este nicho para realizarse profesionalmente”, indicó.

En realidad, las féminas como periodistas llegaron después al deporte y, como recuerda, con una corta duración, porque la profesión es dura y ruda, con muchas horas de trabajo y una escuálida paga.

Hoy, las cosas son un poco distintas.

Ahora hay redacciones deportivas, algo que no existía hace 40 años porque tampoco había un presupuesto para ello, y existen “muchas herramientas tecnológicas que facilitan el ejercicio de la profesión”.

No obstante, el grueso de esa pléyade de comunicadoras está principalmente en los medios audiovisuales y digitales, donde la redacción de una nota no es prioridad.

“Dirijo un medio digital y siempre les digo a los periodistas, que la ortografía es básica en la redacción. Hay que usar sinónimos, de allí que el diccionario es de uso constante”, sostuvo.

“Hay periodistas que escriben y hablan con faltas de ortografía. En esta profesión eso no está permitido”, sentenció.

Cronistas e intelectuales

Eva siguió su carrera en La República hasta 1989, cuando en diciembre de ese año cerraron el diario, debido a la invasión de Estados Unidos.

Sin embargo, un poco antes, pudo sacar nuevamente sus dotes de cronista del deporte.

El hecho de que se había manejado en la crónica deportiva, permitió que cubriera los juegos Bolivarianos de Maracaibo (1989), donde tuvo una experiencia algo triste.

“Panamá contaba con un buen prospecto en el taekwondo, Gaspar Peterson, quien no pudo ganar la medalla de oro, a pesar de su gran esfuerzo. A algunos de los presentes se nos salieron las lágrimas”, confesó.

La República, donde aprendió el arte de escribir y llegó a ser jefa de Redacción en 1983, indudablemente fue una gran escuela, que le dio la oportunidad de departir junto a intelectuales y versados cronistas.

Al recordar sus nombres, menciona a Orestes Cabredo, Mario Augusto Rodríguez, José Franco, Joaquín Beleño, José Agustín Cajar, Escolástico Calvo, Rodrigo Correa, Pablo Montoto, Orlando Kivers, Luis Quintero Barrera y Robert K. Fernández.

En 1990 creó y dirigió la revista 'Acción…deportes', luego de quedar sin trabajo tras la invasión, que estuvo vigente hasta 1992, cuando se fue a trabajar a la empresa privada.

Actualmente dirige el periódico digital 'En Segundos', donde en ocasiones le 'mete' al deporte, porque ese tipo de amores nunca se olvidan.

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